Por Alfredo M. Cepero

Director de La Nueva Nación

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Más que un Papa político Francisco es un político elegido como Papa.

Desde la escuela primaria nos enseñaron que la aguja de una brújula nunca apunta al polo sur sino que— bajo el efecto del campo magnético terrestre—la aguja siempre apunta hacia el polo norte magnético. Eso es lo que dice la ciencia y lo que todo el mundo acepta, con excepción de Jorge Mario Bergoglio, que ordena y manda por estos días en la Iglesia Católica con el nombre de Francisco Primero.

La brújula del Papa Francisco no apunta al norte. Su brújula apunta hacia lo que más le interesa al pontífice que es la izquierda política. Dicho en palabras claras y simples: Más que un Papa político Francisco es un político elegido como Papa. Por eso está cambiando el papado en una forma drástica. Es también la razón por la cual –tanto él como muchos sus aliados en la curia romana—le tiraron la aplanadora al tímido teólogo alemán Joseph Ratzinger elegido como Papa Benedicto XVI y lo mandaron a un retiro prematuro.

LO PEOR Y CON LOS PEORES

Pero probablemente lo más izquierdista y lamentable del pontificado de Francisco I han sido los gestos que ha tenido con las peores figuras de la izquierda mundial, algunos más bien anecdóticos, como aceptar un cristo crucificado de la hoz y el martillo que le entregó el analfabeto Evo Morales.

Otros, sin embargo, con un profundo calado político, como la visita que hizo a Cuba, en la que rechazó reunirse con la disidencia y, encima, visitó en su propia casa a un ya retirado tirano Fidel Castro.

Algo similar a lo que el Papa ha hecho con Venezuela: allí no sólo le dio la espalda a una oposición que pidió su intervención frente al régimen, sino que ha llegado a recibir a Nicolás Maduro en uno de los peores momentos de represión de la dictadura bolivariana.

EL PAPA FRANCISCO AUTORIZA BENDICIONES PARA PAREJAS DEL MISMO SEXO.

El Papa Francisco aprobó formalmente permitir que los sacerdotes bendigan a las parejas del mismo sexo, con un nuevo documento que explica un cambio radical en la política del Vaticano. El documento ofrece una definición extensa del término “bendición” en las Escrituras para insistir en que las personas que buscan una relación trascendente con Dios y buscan su amor y misericordia no deben estar sujetas a “un análisis moral exhaustivo” como condición previa para recibirla.

UN GIRO DE 180 GRADOS

Tras todo un papado haciendo propagandas de izquierdas, Francisco alerta ahora de las "ideologías". El Papa alerta desde el Vaticano de los peligros de "las ideologías". Sí, el mismo Francisco I que lleva ocho años promoviendo el izquierdismo radical. Si algo ha caracterizado el papado de Francisco I ha sido su permanente alineamiento con posturas de contenido marcadamente político y, siempre, en sintonía o connivencia con lo peor de la izquierda mundial.

Sin embargo, hace un par de semanas, el Papa dio un sorprendente giro al señalar que la Iglesia es una "organización humana" y alertó de los peligros de las "ideologías", pidiendo a los fieles que superaran las percepciones que la dividen entre "conservadores" y "progresistas" o entre "tradicionalistas" e "innovadores".

LAS CONSECUENCIAS DE LA “BRÚJULA LOCA”.

Mientras tanto, la conducta errática de Francisco ha producido fuertes reacciones por parte de algunos sacerdotes.  El sacerdote Ramón Guidetti, que ya había sido destituido como párroco, sostuvo que el Papa es un “jesuita masón vinculado a las potencias mundiales”. Peor aún, ha dicho que Francisco fue elegido en 2013 con un procedimiento inválido y lo equiparó con una suerte de “antipapa”.

Al mismo tiempo, Guidetti es el segundo párroco italiano excomulgado por haber efectuado comentarios de este tipo considerados cismáticos por sembrar dudas de fe entre los fieles. El sacerdote Alessandro Minutella de Palermo (Sicilia) fue sancionado de la misma manera hace seis años “por haber cometido el delito contra la fe y la unidad de la Iglesia, como cismático.”

En conclusión, no podemos decir que la Iglesia esté en “manos de Lutero”. Pero sí podemos decir que está en manos de un Francisco que quiere abrir nuevos caminos en una institución que lleva más de 2,000 años por el camino de Cristo. Ahí está el peligro.

01-08-24