Por Alfredo M. Cepero

Director de www.lanuevanacion.com

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Dicho a “calzón quitao”, los demócratas matan niños mientras los republicanos salvan vidas.

LAS IMPLICACIONES POLÍTICAS

Una bomba política está a punto de hacer explosión cuando el Tribunal Supremo de los Estados Unidos emita su fallo sobre el aborto el próximo mes de junio. Nueve magistrados decidirán si ratificar o no una ley del estado de Mississippi que prohíbe el aborto después de las 15 semanas del embarazo, mucho más temprano que el fallo del Supremo en 1973, conocido como Roe V. Wade. Porque, cualquiera que sea la decisión, la misma ejercerá un impacto gigantesco en las elecciones parciales del próximo mes de noviembre a niveles locales, estatales y nacionales.

La realidad es que las decisiones judiciales, tal como los actos legislativos, pueden generar consecuencias inesperadas. RoeV.Wade, en 1973, disparó fuerzas políticas que han absorbido a la nación durante 49 años y transformado tanto al Partido Demócrata como al Republicano.

Los demócratas se han convertido en el partido del aborto—por mucho que sus miembros se escondan detrás del subterfugio de la “libre opción”—mientras los republicanos se han convertido en el partido de la vida. En la actualidad, los demócratas pro-vida son tan raros como cualquier especie en peligro de extinción. Dicho a “calzón quitao”, los demócratas matan niños mientras los republicanos salvan vidas.

LAS CONSIDERACIONES CONSTITUCIONALES

En 1992, el Supremo trató de poner fin a estas batallas legales por medio del estándar de la “carga indebida” para determinar la validez de las leyes estatales sobre el aborto. El fallo no anuló Roe V. Wade, pero permitió que los estados impusieran más limitaciones sobre el aborto, siempre y cuando la mujer retuviera el derecho al aborto antes de la  viabilidad del feto.

Roe interpretó el derecho constitucional de una mujer al aborto basado en la presunción de que la Enmienda Décimo-Cuarta proporciona un derecho inherente a  la privacidad y la Enmienda Novena garantiza las libertades civiles que no estén especificadas en la Declaración de Derechos (Bill of Rights). Todavía más problemático fue el intento de Roe de balancear el derecho constitucional de una mujer al aborto con el interés del estado de proteger la vida de un niño en el vientre materno.

Durante los argumentos legales sobre la actual ley de Mississippi el pasado mes de diciembre, la magistrada Sonia Sotomayor parece haber ignorado intencionalmente los progresos médicos sobre la medicina fetal. Esta magistrada se refirió al embarazo como una “carga indebida” y comparó al feto con un paciente cuyo cerebro ha muerto y cuyos pies se mueven cuando recibe cualquier contacto. La expresión de una pobre mujer que nunca ha experimentado la felicidad de haber parido un hijo.

LAS CUESTIONES MÉDICAS

Abundando en el tema, a las quinces semanas de gestación los órganos de un feto están totalmente formados, el corazón empieza a bombear 26 cuartos de sangre al día y los pulmones empiezan a practicar la respiración. Además, Las investigaciones sobre DNA (sigla de ácido desoxirribonucleico)—que han avanzado considerablemente desde 1973—confirman en el embrión está vivo desde el mismo momento de la concepción. De hecho, el DNA transmitido durante la concepción permanece inalterable durante toda la vida del individuo.

En otros síntomas de vida, a las seis semanas se puede escuchar el latido del corazón del feto, y este feto puede ser visto bostezando, chupándose los dedos y adoptado expresiones. A las 23 semanas, un niño prematuro es capaz de sobrevivir siempre que se le proporcione cuidado intensivo, aun cuando el feto mida solamente un pie de largo y pese únicamente dos libras.

LOS MAGISTRADOS DEL SUPREMO

Ahora hagamos un breve recorrido por los magistrados del Tribunal Supremo. El presidente del tribunal, John Roberts, en el fondo un institucionalista, mostró preocupación de que anular el precedente de Roe podría dar lugar a “una lista de casos que estaríamos calificando como decididos de manera errónea”. Y, dicho sea de paso, en un intenso intercambio con Stephen Breyer, el magistrado Brett Kavanaugh se preguntó si el tribunal se considera obligado por sus fallos precedentes. Y agregó: “Si el tribunal nunca anulara sus fallos anteriores este país sería algo muy diferente”.

Al mismo, tiempo los magistrados zurdos Breyer y Sotomayor expresaron preocupación en cuanto a anular sentencias emitidas con anterioridad. Por su parte, los magistrados conservadores Clarence Thomas y Samuel Alito han expresado con claridad que ellos desean considerar de nuevo la igualdad matrimonial que tiene un impacto sobre la cuestión del aborto.

LAS BASES LEGALES

El problema para los defensores de Roe es que esta decisión es difícil de defender desde el  punto de vista constitucional. Hasta la consumada izquierdista Ruth Bader Ginsburg la criticó diciendo: “Esta decisión conflictiva y festinada era muy difícil de justificar y todo parece indicar que, en vez de resolver, ha provocado mayores conflictos.”

Por su parte, los magistrados del Supremo nombrados recientemente, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett, podrían resultar ser los votos que decidan este fallo.  Sumados a los dos votos de los conservadores Clarence Thomas y Samuel Alito, solamente haría falta un voto—el de John Roberts o Neil Gorsuch—para completar los cinco que mandarían al basurero de la historia a Roe V. Wade. En cuanto a la parte contraria, el profesor Emeritus de Harvard, Alan Dershowitz, afirma que hay solamente tres magistrados que votarían a favor de mantener en vigor a Roe V. Wade: Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan.

Cuando se cuenten todos los dados, el Tribunal Supremo tiene tres opciones: Ratificar sus fallos previos sobre el aborto, anular en su totalidad el fallo de Roe V. Wade o adoptar una posición intermedia en que ratifique la ley de Mississippi dejando en su lugar el fallo de Roe V. Wade. Esta última, una decisión cobarde a las que nos tiene acostumbrados el impredecible de John Roberts.

EL IMPACTO ELECTORAL

Predecir los resultados políticos es siempre un terreno minado de riesgos porque el ambiente político cambia con la frecuencia del estado del tiempo. De todas maneras, es bastante seguro decir que, si Roe es anulado o la ley de Mississippi es ratificada, los estados controlados por republicanos como Missouri, Arkansas, Oklahoma, South Carolina, Alabama, Tennessee, Indiana, Utah, Wyoming, Florida, Louisiana, y Arkansas adoptarán leyes restrictivas del aborto.

Por otra parte, los estados controlados por los demócratas como New York, California, Hawaii, Oregón, Washington, Nevada, New Jersey, New México y Colorado aprobaran leyes promoviendo el aborto por cualquier motivo que se le ocurra a la mujer y en cualquier etapa del embarazo.  Tanto los demócratas como los republicanos dicen que la anulación de Roe V. Wade los beneficiará a ellos en las urnas. Pero si los fetos tuvieran voto “otro gallo cantaría”.

3-8-22  

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