El sacudón telúrico de las violentas protestas en Chile ha tenido un impacto económico y social sin precedentes en la historia de la nacion andina.
Las revueltas, -con incendios de edificios y comercios, unidos a fieros ataques a los agentes del orden- han desequilibrado la economía del país, una de las más florecientes de la región, provocando hasta el momento más de medio millón de desempleados y dañando enormente el turismo y futuras inversiones extranjeras.
En lo físico, ha sido peor que un terremoto y recobrar lo que se tenía antes de las protestas tomará decena de años y un esfuerzo colectivo, cuya fuerza está desmembrada por las actuales divisiones de los chilenos. El sismo político se inició con las demandas económicas por el alza en el transporte.

Luego pasó a exigencias de mejor educación, entrega de viviendas y demandas para arreglar el sistema de salud y pensiones de los jubilados.

Nueva Constitución

Ahora se demanda cambios en la Constitución, vigente desde los tiempos de Augusto Pinochet, quien cambió el sistema económico que trajo una prosperidad sin precedentes a la nación, destacándola del resto de los países de América Latina.

El gobierno y la oposición chilena llegaron esta semana a un acuerdo para redactar una nueva Carta Magna.

El convenio prevé un plebiscito en abril de 2020 con dos alternativas. Una que plantea la opción de una convención constituyente compuesta en un 100% por ciudadanos elegidos para esa labor y otra mixta que incluya un porcentaje de participación de parlamentarios y la otra mitad con miembros electos para ese fin.

Pero esto se pronostica, no será suficiente para las masas y vándalos, aleccionados en gran parte por elementos de izquierda nacionales que nunca han perdonado la derrota electoral que llevó a Sebastián Piñera al poder, unidos a miles de componentes de Cuba y Venezuela, llegados como emigrantes a Chile con el solo propósito de desestabilizar al país.

Cristian Crespo, cubano residenciado en Chile, quien en internet se define como disidente cubano y ex preso político, ha estado constantemente siguiendo el drama del país que lo acogió como inmigrante. "Cada uno de los violentos ataques terroristas tiene la firma de extremistas financiados por el partido comunista de Chile".
Y agrega: "Me declaro en rebelión, voy a quemar mi departamento y saquear los departamentos de otros y mi edificio completo porque me subieron los gastos del condominio. Así de estúpido es lo que están haciendo lo que están destruyendo Chile. Lo de Chile no es protesta, es puro vandalismo..."

El analista argentino, Cosme Beccar Varela, comenta que el gobierno de Chile "está dejando libre curso a la subversión con profanaciones de iglesias, incendio de edificios, asalto a cuarteles, saqueos, asesinatos y muchas otras tropelías cometidas por encapuchados cuya organización y eficacia están mostrando que es algo perfectamente planeado y ejecutado y que está sucediendo desde más de un mes, sin interrupción".

Beccar Varela apunta que "por su parte, la izquierda de clase media realiza grandes manifestaciones mal llamadas “pacíficas”, pero que en realidad son parte del programa subversivo. El pueblo pobre, en cuyo nombre dicen actuar los otros, no participa de ese descalabro. Por su parte, Piñera no hace más que ceder y retroceder, concediendo todo lo que piden los insurgentes, dejando inermes las instituciones del gobierno, incluyendo sus Fuerzas armadas".

Agrega Cosme que "un grupo de militares chilenos ha hecho una declaración que es una denuncia grave contra Piñera y los altos mandos de las Fuerzas Armadas, que no están reaccionando como la situación de Chile lo exige, pues hay una insurgencia en curso que marcha hacia una guerra civil para la cual la cual la izquierda está plenamente armada y lista para iniciar una mortífera guerra de guerrillas".

Beccar Varela señala que la Catedral de Santiago está con las puertas tapiadas. "Qué desgracia apocalíptica . ¿Como es posible que pase en Chile? ¿Cómo se puede permitir que estos vándalos ataquen a la policía, cuarteles militares, quemen Iglesias y no salga el ejército a poner orden? Piñera pasará a la historia por débil".

Mientras tanto circula un documento atribuido a las fuerzas armadas chilenas donde se especifica la necesidad de liberar a todos los militares presos, quienes tienen que ser juzgados por cortes marciales y no civiles. Y sacar del país a políticos y personal de las Naciones Unidas de Derechos Humanos "pues son todos comunistas".

El gran terremoto

A las 3:34 de la madrugada del 27 de febrero de 2010, el último gran sismo 8,8 que sacudió el centro y sur del país, provocó un devastador tsunami. La catástrofe dejó un saldo de 523 muertos, 24 desaparecidos y más de 800 mil damnificados. El megaterremoto es considerado como el octavo más fuerte registrado por la humanidad.
Hoy, -luego de los remezones del terremoto político y social que afecta a Chile- se pronostica que el Gran Sismo está todavía por llegar, empujado por réplicas de fuerzas telúricas provenientes de La Habana y Caracas.