Angelica Mora
Nueva York
Estados Unidos y el mundo en general, están bajo el agobio de cambios en la conducta de la población, al extremo que están desapareciendo la moral y las buenas costumbres.
Una ola de resentimiento está presente en la vida diaria y hoy como nunca los valores morales se han modificado para estar acorde con un conjunto de reglas o principios que dirigen el comportamiento de una persona o colectividad.
Prevalecen propuestas por determinadas doctrinas y quedan atrás conductas, otrora aceptadas por la sociedad. La moral -era hasta ahora- la disciplina que trataba las acciones de las personas en relación al bien y al mal. Pero todo esto está variando, en relación a cambios impuestos mayormente por la izquierda mundial.
SAQUEOS
Multitud saquea un 7-Eleven en Los Ángeles. El hecho delictivo quedó plasmado en un video. En pocos segundos, más de un centenar de personas vaciaron los estantes de la popular tienda, robando comida y bebidas y convirtiendo el lugar en un pandemonio.
El joven a cargo del lugar se escondió para evitar ser linchado por la multitud.
Los delincuentes vaciaron los estantes, robaron comidas, cigarrillos, boletos de lotería y bebidas y abandonaron la tienda con mercancía entre sus ropas. Varios saltaron sobre el mostrador y lanzaron artículos a la multitud que esperaba afuera.
CAMBIOS
También, se ha hecho popular asaltar tiendas de lujo para robar mercadería.
"Destruir y agarrar" es la manera de proceder de un grupo de ladrones que llevan a cabo robos relámpagos en múltiples tiendas en Estados Unidos.
Los asaltos han tenido lugar en varias ciudades del país, como Los Ángeles, San Francisco y Chicago. Grupos de delincuentes entran a las tiendas, rompen con martillos los estantes y agarran todos los artículos que puedan antes de huir con el botín. "No culpen a la pandemia... no tiene nada que ver con la plaga", dijo Pete Eliadis, exfuncionario y fundador de la empresa de seguridad "Intelligence Consulting Partners".
Según Lynda Buel, presidenta de la consultora de seguridad SRMC, con sede en Ohio, ".. la despenalización de los delitos de bajo nivel en algunos estados ha creado oportunidades para que los delincuentes manipulen el sistema".
Los maleantes usan niños para cometer fechorías debidas a que las leyes que no castigan a los menores. Esto unido, a que hay poca policía para patrullar las calles.
Los cambios de decencia e integridad son en parte culpables de lo que acontece no solo en Estados Unidos, sino el resto del mundo. No hay nación que se escape de la plaga de robos y todavía se espera que pueda ser peor.