Por Mamela Fiallo Flor

 

Frente a la tibieza de la centro-derecha respecto a la insurrección de la extrema izquierda, Chile necesita una nueva derecha

Nueva Derecha es el libro más vendido en Chile, en medio de la insurrección de la extrema izquierda. (Mercado Libre)

La derecha crece en la cultura de Chile y el el libro más vendido en Mercado Libre, Nueva Derecha: una Alternativa en Curso, lo demuestra.

Frente a la tibieza de la centro-derecha respecto a la insurrección que ha producido la muerte de chilenos durante los incendios y saqueos de fábricas y comercios, la quema de iglesias y el destrozo del metro más moderno de la región, surge la necesidad de una nueva derecha.

Pocos días después del plebiscito donde el Gobierno de centro-derecha cedió ante los reclamos impulsados por la extrema izquierda para terminar con la Constitución que garantiza libertades por una que vuelva al Estado proveedor de «derechos sociales», una nueva derecha se posiciona.

Mientras en países que vivieron bajo el yugo soviético el comunismo fue declarado ilegal por su naturaleza tiránica y genocida, en Chile sigue existiendo este partido, el mismo que ha impulsado la insurrección en pie desde octubre del 2019. Ante esta realidad, la nueva derecha se organiza para enfrentarlo.

Así lo explica para PanAmPostAndrés Barrientos, editor de Nueva Derecha: Una Alternativa en Curso.

¿Cuál es en el enfoque de Nueva Derecha?

El sistema político chileno está en constante fragmentación, la izquierda local se rearmó con nuevas iniciativas que formaron el Frente Amplio, una coalición de diferentes movimientos primordialmente anticapitalistas que han manejado la agenda política-ideológica a su antojo, con la complicidad de los moderados. La centro-derecha no ha logrado instalar un solo tema en el último tiempo, es decir, no controlan la agenda y este proceso cultural e ideológico se podría señalar que viene desde 2006 (revolución pingüina¹) y con mayor fuerza desde 2011².

Una nueva derecha es la (re)significación de un concepto que puede encontrarse en la literatura histórica, pero que viene a instalarse como una contra respuesta a la hegemonía progresista y del establishment que controla los medios y la agenda pública en forma descarada. Es reconsiderar nuestra tradición y armonizar las diferentes fuerzas políticas de las derechas (liberal, conservadora, nacional) para enfrentar con convicción las nuevas batallas que el centro derechismo no ha logrado siquiera frenar, es pasar primeros al ataque político cultural.

Esto ya lo estamos viendo, en Occidente y —en cierta medida— en Chile, a través de algunos líderes políticos no tradicionales, en centros de estudio y también en el activismo digital, que ha tenido un fuerte boom luego de la insurrección de octubre de 2019.

¿Por qué considera que llegó al puesto número 1 de ventas?

El aparato institucional chileno está en deterioro acelerado, la izquierda ha reforzado su agenda y ha demostrado que no necesita tener el control del poder ejecutivo para dominar todo el aparataje estatal. Es por ello que Chile está próximo a iniciar un proceso constituyente inexplicable para muchos en Latinoamérica.

De lo anterior, los chilenos están expectantes de lograr encausar un liderazgo que devuelva el orden, la seguridad, la libertad y retomemos el rumbo que nos corresponde como un país que con mucho esfuerzo logró superar sus condiciones de vida paupérrimas a contar de las reformas de 1975 con los Chicago Boys. Revitalizar el sector de las derechas es sumamente importante para lograr mediante un cambio cultural de mediano y largo plazo, la reconstrucción de este Chile en deterioro que tiene crisis de legitimidad y confianza.

El número uno en ventas en portal de Mercado Libre es reflejo que nuestras ideas pueden llegar a ser populares si son explicadas apelando al sentido común y con honestidad intelectual. Las nuevas generaciones están potables de recibir contenidos más objetivos para cuestionar el sesgo izquierdista de las universidades, colegios, medios, etc.

Tengo confianza en que lograremos gestar nuevos liderazgos, formados y con convicciones profundas, que puedan revertir y dar una batalla sin tregua a los totalitarios. Y para ello, este libro viene a aportar un grano de arena para nuestros compatriotas y también para la Iberosfera (esperamos que pronto esté disponible para adquirirlo en otros países).

¿Cuál sería su mensaje para los chilenos y cuál para los hispanos en general respecto a la necesidad de una nueva derecha?

Si Chile quiere recuperar lo construido, combatir el terrorismo y la insurrección y profundizar lo bueno que se ha realizado, debe tomar en consideración el fenómeno global de las nuevas derechas que han suscitado liderazgos fuertes y con decisión de cumplir sus agendas como Trump (EE.UU.), Bolsonaro (Brasil) o Abascal (España), de lo contrario la espiral del silencio chilena caerá en una socialdemocracia fracasada, como están orquestando algunas fuerzas políticas locales.

La gestación de una nueva derecha que desafíe los postulados de los consensos progresistas postmodernos, que venga a reivindicar su tradición político-doctrinaria (desde los escolásticos del Siglo de Oro español, hasta los más contemporáneos como Hicks o Peterson) es fundamental, no sólo a nivel intelectual, sino también con un profundo sentido de realidad y sentido común, entendiendo a quiénes nos estamos enfrentando hoy: a totalitarios renovados que pretenden determinar qué hablar, qué comer, cómo relacionarnos con nuestros hijos, estrujar las finanzas de los ciudadanos, entre otros.

Una nueva derecha en términos prácticos es acción, no pasividad, ni espera. Es trabajar en la performatividad, en los símbolos, códigos, universidades, trabajo académico, presión política, movilización, es decir, innovar —en todos los planos posibles— para lograr, en un futuro próximo, grandes mayorías, en concordancia y valorando nuestra tradición cristiana occidental.

1 Término utilizado para referirse coloquialmente a los estudiantes secundarios.

2 Revueltas por la gratuidad educacional universitaria. Dicho proceso llevó a instalar a G.Jackson, C.Vallejo y G.Boric en el Congreso de los Diputados.