Por José Gregorio Martínez

PANAMPOST

 

La exportación de azúcar y productos tropicales de Estados Unidos a Cuba pasó de 593.000 dólares en 2022 a 5,8 millones de dólares en 2023, según el Departamento de Agricultura de EEUU. La cosecha de la zafra 2022 - 2023 no permite satisfacer la demanda interna y cumplir a la vez con un acuerdo de exportación con China. El déficit también ha desatado una crisis en la industria del ron y la producción de refrescos.

Dos días antes de la segunda vuelta presidencial en Argentina, la Voz de América publicó un artículo en el que fustiga al entonces candidato libertario Javier Milei por haber dicho en una entrevista que gracias al socialismo Venezuela se quedó sin petróleo y Cuba sin azúcar. Incluso el medio califica como “engañosa” su afirmación. Y si bien es cierto que la producción de las materias primas que han movido históricamente la economía de estos países no es nula, el hoy presidente electo argentino no estaba tan alejado de la realidad. Las largas colas en las estaciones de servicio para abastecerse de gasolina en la Venezuela chavista y la escasez de azúcar en la Cuba comunista así lo demuestran, al punto de que el país con las mayores reservas de petróleo del planeta ha tenido que importar combustible y la isla caribeña que llegó a ocupar el primer puesto en producción y exportación de azúcar en el mundo hoy registra un enorme incremento en la compra de este producto a Estados Unidos.

Los números no mienten. Venezuela produjo en octubre solo 751.000 barriles diarios de petróleo cuando la cifra superaba los 3 millones de barriles antes de la llegada de Hugo Chávez al poder, y Cuba cerró la zafra 2022 – 2023 con una cosecha de 816.000 toneladas de azúcar (68 % de la proyección de 1,2 millones) cuando la última producción en manos privadas (1959) fue de 5,6 millones. Gracias a la Unión Soviética, que mantuvo una relación comercial preferencial con Cuba, la isla alcanzó su máximo histórico en la zafra 1988 – 1989, llegando a 8,1 millones de toneladas, aunque sin alcanzar la meta de 10 millones que se había fijado Fidel Castro.

CUBA PASÓ DE EXPORTADOR A IMPORTADOR DE AZÚCAR

Desde la caída de la URSS los números comenzaron a desplomarse. Cuba vive actualmente una crisis en la producción de azúcar, que llegó a representar 90 % de sus ingresos por exportaciones hasta comienzos de los 90. Hoy es un país importador que no está en capacidad ni de satisfacer la demanda interna. A pesar de que el castrismo ha responsabilizado al “bloqueo” estadounidense de todas las desgracias que padece la isla, es Estados Unidos el país que está garantizando el abastecimiento de azúcar a los cubanos.

El más reciente reporte del Departamento de Agricultura de EE. UU. muestra que la exportación de azúcar y productos tropicales a Cuba pasó de 593.000 dólares entre enero y octubre de 2022 a 5,8 millones de dólares en el mismo periodo de 2023, lo que representa un aumento de 889 %. Con la llegada de Fidel Castro, Estados Unidos terminó un acuerdo según el cual compraba la mitad de la cosecha de azúcar cubana a 2 centavos de dólar por encima del precio del mercado. La situación dio un giro y ahora terminó Cuba comprando azúcar al tan satanizado imperio norteamericano.

En cuanto a las exportaciones totales de productos agroalimentarios de Washington a La Habana, igualmente se registra un incremento, que en este caso es de 6 % en el comparativo entre los primeros diez meses del año, al pasar de 248,3 millones de dólares en 2022 a 263,4 millones en 2023.

CRISIS EN LA INDUSTRIA DE RON Y REFRESCOS

Cuba consume entre 600.000 y 700.000 toneladas métricas de azúcar por año y tiene un acuerdo para exportar 400.000 toneladas a China. Con las 816.000 toneladas producidas en la zafra 2022 – 2023, el país no está en capacidad de satisfacer su demanda interna y cumplir a la vez con sus compromisos comerciales con el gigante asiático. Este déficit también ha desatado una crisis en la icónica industria cubana del ron, pues en la medida en que las cosechas de caña de azúcar alcanzan mínimos históricos, empresas como Havana Club –la marca de ron más famosa de Cuba– así como otras compañías más pequeñas como Ron Santiago, en sociedad con Diageo PLC, y Ron Vigía, también han visto mermada su producción.

Algo similar ocurre con la producción de refrescos. Desde agosto, el régimen cubano admitió que no cuenta con materias primas como azúcar. Y a esto se le suma la escasez de latas y plásticos para el envasado. “El azúcar es uno de los problemas más graves que tiene la fábrica. Hacemos un volumen considerable de refresco sin azúcar, y claro tratamos de mantener los tradicionales, tukola, lima y naranja, pero es difícil”, señaló Deyner Carmona Brito, supervisor de la línea de producción de la empresa de refrescos Los Portales, al medio cubano El Guerrillero. La compañía se las ha ingeniado reduciendo azúcares y mezclando recetas, pero según los cubanos, los refrescos “saben a cualquier cosa”.

El régimen reconoció en febrero la crisis que atraviesa la industria azucarera y atribuyó el déficit en la producción a dificultades financieras y falta de personal debido al “efecto de la migración”, según señaló Ángel Luis Ríos, director general de encadenamiento productivo del grupo estatal Azcuba, en declaraciones recogidas por el diario oficialista Granma.

https://panampost.com/jose-gregorio-martinez/2023/12/07/cuba-900-compra-azucar-de-eeuu/