Por Herman Beals,

Nueva York

 

Las cosas van de mal en peor en Estados Unidos. El mejor ejemplo de lo que esta pasando en las calles de las principales ciudades del país fue ejemplarizado esta semana cuando los agentes del Servicio Secreto que protegían a Naomi Biden, una nieta del presidente  Joe Biden, abrieron fuego contra tres hombres en el sector turístico de Georgetown, muy cerca de la Casa Blanca.

La misma nieta del presidente, de 29 años, ha sido objeto de versiones de que ella también tuvo un encuentro peligroso con la ley cuando era adolescente y trató de cometer un acto de vandalismo en el interior del Senado estadounidense. También se ha informado que trabajó para el gobierno de Perú, para lo cual por ley tendria que ser registrada como agente al servicio de un pais extranjero.

Por ley, todos los miembros de la familia del presidente son protegidos por el Servicio Secreto, incluyendo Hunter Biden, quien está acusado de haber recibido millones de dolares por la influencia de su padre cuando era vicepresidente del país, lo que ambos niegan. Los tres individuos no podían haber elegido un peor objetivo para robar.  Se trataba de un vehículo del propio Servicio Secreto.

El robo de automoviles no es ninguna novedad en Washington y el resto de los Estados Unidos. La policia ha recibido más de siete mil denuncias de robo o intento de robo de vehículos en las calles de la capital del país

Otras ciudades importantes, como Nueva York y Chicago, también sufren de la plaga de "carjacking" como se llama al desplazamiento violento del conductor del vehiculo que los delincuentes -o jóvenes en camino a convertirse en criminales- llevan a cabo todos los dias. Pero no es solo un mal que azota a Estados Unidos. En muchos países de América Latina abundan los delincuentes que siguen el ejemplo.