Gabriela Moreno
PANAMPOST
Las Mipymes en Cuba imponen un mercado donde participa una “élite" del castrismo para mantener la importación de productos.
Las micro, pequeñas y medianas empresas privadas (Mipymes) de Cuba no son nuevos “actores económicos” en la isla, ni tampoco un “sector no estatal” productivo que dinamizará al país. En realidad, estas son organizaciones creadas por el régimen castrista para mantener las rutas de importación, que en su momento se creyeron perdidas, debido a las deudas que ascienden a 18500 millones de dólares de sus estatales con socios en el extranjero.
Esa es la nueva estrategia de la administración de Miguel Díaz-Canel para importar pollo desde Estados Unidos, además de cerveza, harina de trigo, arroz y otros productos desde Colombia, vía Panamá. Con las Mipymes cubanas, el castrismo logra una imposición absoluta de un mercado donde participa una “élite con acceso a la divisa, la mayoría radicada en el exterior o a la sombra del poder”, revela Cubanet. Según el medio su rol es proveer al régimen de una entrada regular de “divisas frescas, al mismo tiempo que se crea y fortalece ese núcleo de empresarios muy interesados en que las cosas jamás cambien en Cuba, en tanto la crisis a perpetuidad les favorece”.
UN RESURGIMIENTO FALSO
La cadena del “resurgimiento” de proveedores, importadores, vendedores y clientes finales del mercado interno cubano es sólo un espejismo.
De hecho, a las Mipymes cubanas no les interesa si los productos importados -que también incluyen autos y electrodomésticos- se venden o pudren en los almacenes al arribar a La Habana porque “el negocio es importar, mientras las empresas estatales cubanas cobran por la intermediación y la logística”.
Las cifras del ministerio de Economía y Planificación (MEP) relacionadas con las operaciones de las Mipymes lo comprueban. En su último balance, presentado en abril, las importaciones alcanzaron los 270 millones de dólares, de ese monto, el 61% (166 millones de dólares) correspondía a las mipymes, el 32% correspondían a trabajadores por cuenta propia (86,4 millones) y el 5,7% (15,9 millones) a los artistas, cooperativas agropecuarias y no agropecuarias.
La meta del régimen es que las mipymes cubanas facturen 1 000 millones de dólares al final de 2023. ¿Cómo circula ese dinero? Ahí está la maniobra de Díaz-Canel.
Las empresas intermediarias estatales se embolsillan el 20% de los 270 millones importados en mercancías -unos 54 millones de dólares mediante el Banco Financiero Internacional (BFI.SA), entidad donde las importadoras estás obligadas a tener sus cuentas y desde donde se deriva el dinero a las cuentas de Grupo de Administración Empresarial S.A. (Gaesa), la empresa más grande de los militares cubanos que controla 50 compañías que pertenecen a los sectores más lucrativos del país: turismo, bancos, supermercados, cadenas de tiendas, inmobiliarias e incluso gasolineras.
UNA MANIOBRA EN ASCENSO
Los números representan una “actividad parásita” asegura el economista, Emilio Morales en el Diario de Cuba, tras precisar que “las Mipymes son el canal alternativo para importar productos, y tratar de llenar el vacío financiero de la falta de líneas de créditos por el régimen ser mal pagadores”.
Sin embargo, estos negocios del castrismo van en ascenso considerando que las estadísticas ministerio de Economía y Planificación (MEP) arrojan que el régimen aprobó en mayo 99 nuevas solicitudes de Mipymes, 98 de las cuales corresponden a micro, pequeñas y medianas empresas privadas y una cooperativa no agropecuaria. Con ello, el número total de “actores económicos” autorizados es de 8.303.
Hasta ahora trasciende que el 52% de las empresas son reconversiones de negocios preexistentes y el 48% son empresas de nueva creación. Todo forma parte de una esta estrategia del régimen que partió el año pasado cuando creó por primera vez una forma jurídica para organizarlas
LA MAFIA DEL RÉGIMEN
El número de Mypimes sorprende porque para los cubanos es imposible abrir empresas de manera espontánea. “El sistema no está diseñado para ellos, sino para la mafia y es el Estado el que decide a quién se le otorga el favor, en qué sector y en qué condiciones. La mayoría de los que finalmente resultan autorizados, suelen ser personas afines que no pueden importar ni exportar productos y servicios de forma independiente” indica Morales.
Eso queda claro en otros números. Se estima que un contenedor de 22.000 kilogramos de cajas de pollo enviado por Apacargo Express o Air Cargo Express Services desde Miami hacia La Habana en menos de 30 días cuesta 38 500.00 dólares. El monto equivale a un poco más de siete millones y medio de pesos cubanos al cambio en el mercado informal (el único donde es posible adquirir la moneda estadounidense).
El monto representa el salario mensual acumulado durante más de 130 años por un médico o un ingeniero cubanos indica Cubanet pero un así, estos envíos son las opciones “más económicas” que usan las mypimes para obtener este producto.
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