Pbro. Carlos Sebastián Hernández Armas, Iglesia Bautista del Cotorro, La Habana, Cuba. 29 de agosto de 2021.

Lectura Bíblica: Filipenses 1:27-30

 

INTRODUCCION:

Los cristianos tenemos un conflicto (v. 30)

¿Cuál?... : ¿Cómo es que siendo creyente en Cristo padezco persecución? 

Hemos visto a los gobernantes de nuestro país aplaudir y ser aplaudido por decenas de religiosos cubanos en los últimos días. Algunos fieles creyentes, se han sentido ofendidos por la pleitesía de estos religiosos a las autoridades y han exigido a los gobernantes por las redes sociales: “reúnanse con la iglesia cristiana evangélica”. Pero como Acab, a los gobernantes les gustan los profetas que les profetizan cosas que les gusta oír, sin importar que sean falsos profetas. En definitiva, ellos no buscan creyentes sinceros que les digan la verdad. Solo son políticos y buscan servidores, pues como dijo el sabio novelista, dramaturgo y periodista Louis Dumur: “La política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos”.

Cuando se anuncia por la prensa complaciente y servil, que la “iglesia cubana”… bla, bla, bla…, que apoyo de “la iglesia en Cuba” a… bla, bla, bla, como si todas las iglesias de Cuba estuvieran allí representadas, ellos manipulan la información a sabiendas, con un propósito político. (Aclaro que las “iglesias” que estaban allí no reúnen ni el 10% de los cristianos cubanos, y que los evangélicos cubanos que no estuvieron allí agrupan a casi un millón de cubanos, que es casi el 10% de la población de la nación)

¡Atención todos los cristianos evangélicos cubanos! Esta es una de las formas de persecución religiosa. Porque también el ostracismo es un método de persecución. El ostracismo lo hemos vivido desde hace décadas en Cuba. Algunos ejemplos: ningún derecho de las iglesias a los medios masivos de comunicación o a los espacios públicos, ninguna persona puede agradecer a Dios cristianamente por la televisión o la prensa escrita. No hay cristianos fieles o templos en ninguna película o serie televisiva cubana, como si no existiéramos en la geografía cubana. Jamás un noticiero de televisión o radio dará cobertura a un evento cristiano significativo. Pasa un ciclón y la iglesia se vuelca a ayudar a los cubanos, pero la prensa cubana no se da por enterada, ni un solo agradecimiento público a la labor de la iglesia (según estadísticas conservadoras, solo en el ciclón Irma, en 2017, las obras evangélicas aportan ayudas superiores a los 100 mil dólares y numerosos contenedores de alimentos, aseo personal, ropa, techos de casas, etc)

¡Atención todos los cristianos evangélicos cubanos! Entendamos, que no todos los hombres buscan la verdad, ni les interesa oírlas. La verdad es algo a lo que solo tienen apego los valientes, los dignos y los honestos. Algunos son tan cobardes, como el hombre que tiene un dolor y no asiste al médico para no saber que tiene; porque, en definitiva, el hombre cobarde no quiere oír la verdad, sino oír lo que quiere escuchar. El hombre sin convicción no ama la verdad por encima de todas las cosas, sino su paz y provecho personal, por falsos que estos sean.

Aceptemos nuestra posición de perseguidos y sufrámosla con gozo por causa de la verdad. Este es un privilegio que se os ha concedido, pues es mejor sufrir por la verdad que tener privilegios por vivir en la mentira. Recordemos que “nada podemos contra la verdad, sino por la verdad”

Proposición: SE NOS HA CONCEDIDO EL GRAN PRIBILEGIO DE LA PERSECUCIÓN COMO UNA PRUEBA MÁS DE NUESTRA FIDELIDAD A LA VERDAD.

¿Cómo debe vivir un cristiano la persecución?

Dios nos dice en la persecución:

  1. QUE OS COMPORTEIS COMO ES DIGNO DEL EVANGELIO DE CRISTO (27)

Primero lo primero: Carácter cristiano, vida conforme al fruto del Espíritu.

  1. a) Digno: 

Esto es integridad, viviendo de manera consecuente con lo que creemos, enseñamos y predicamos. No como algunos que en privado creen en la verdad, felicitan al que predica la verdad, pero ante los opresores callan y consienten en el atropello a la verdad y a los que la sostienen contra toda a adversidad.

  1. b) Firmes en un mismo espíritu: 

Sin firmeza no hay victoria. “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos” (Santiago 1:8). El fluctuante es como una nube sin agua “llevado por doquier de todo viento de doctrinas” (Ef. 4:14)

  1. c) Combatiendo unánimes por la fe del evangelio:

Tres cosas importantes aquí: (1) “Combatiendo”: La misión de la iglesia de ir por todo el mundo predicando el evangelio es continuamente comparado con una batalla en la Biblia. Se supone que en este “combate” el objetivo y la lucha es por la victoria. (2) “unánimes”: Dios da mucha importancia a la unidad de la iglesia para la victoria Jesucristo. (3) “La fe del evangelio”: Claramente la predicación del arrepentimiento y la fe en Jesucristo como único y suficiente Salvador, pero también todo lo que se deriva de esta predicación. La ética cristiana, el carácter del creyente, su vida en la iglesia y la sociedad, su influyente persona en el mundo, su apego a la verdad, su valentía en la adversidad, su determinación a ser fiel, su entusiasmo por la victoria, su esperanza bienaventurada en la victoria final de Jesucristo.

Así que, “que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo”. Estilo de vida según su verdad, no según la apariencia. Según la fe, no según el miedo. Según la certeza en la prometida victoria, no según la duda en el futuro. Según la fuerza de Cristo en mi interior, no según el poder de nuestros enemigos.

Cristiano, en la persecución, “solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo”

SE NOS HA CONCEDIDO EL GRAN PRIBILEGIO DE LA PERSECUCIÓN COMO UNA PRUEBA MÁS DE NUESTRA FIDELIDAD A LA VERDAD.

¿Cómo debe vivir un cristiano la persecución?

Dios nos dice en la persecución…

  1. QUE OBREMOS EN NADA INTIMIDADO POR LOS QUE SE OPONEN. (28)

¿Quiénes se oponen? En el contexto de este versículo, Pablo habla de falsos creyentes contenciosos dentro de la iglesia y no solamente los de afuera. En resto de la Biblia vemos a Pablo sufriendo persecución de los de adentro de la iglesia y de los de afuera.

Para ellos, los que se oponen y nos hacen padecer: Indicio de perdición. O sea, su manera de oponerse no refleja a un creyente salvo, sino da indicios de ser candidatos a la perdición.

Para nosotros.: Indicio de salvación, de que somos salvos. La salvación del día de la redención final. William MacDonald dice: “…aquí salvación se emplea, probablemente en un sentido futuro, refiriéndose a la final liberación del santo de sus pruebas y a la redención…”

“En nada intimidado por los que se oponen”. Si tus miedos te controlan, nada de ti será valioso o importante. ¿cuáles frutos cosechan los cobardes? Siempre habrá intimidadores para los cristianos, pero dice Jesús: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no la pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno” (Mateo 10:28)

Los que se oponen siempre usarán la intimidación como arma contra ti. Así muestran ellos también su cobardía, pues los cobardes saben lo poderoso del miedo en ellos y lo usan contra otros. Pero Dios te dice que no te dejes intimidar. Tu accionar dentro del evangelio y a favor del evangelio tiene que tener el ingrediente: “Valentía”

SE NOS HA CONCEDIDO EL GRAN PRIBILEGIO DE LA PERSECUCIÓN COMO UNA PRUEBA MÁS DE NUESTRA FIDELIDAD A LA VERDAD.

¿Cómo debe vivir un cristiano la persecución?

Dios nos dice en la persecución…

  1. Que debemos saber que se nos ha concedido PADECER por Cristo. (29)

Se nos ha concedido: Creer y padecer

Pensemos en Pedro y Juan que salen del concilio de los judíos en Jerusalén. fueron azotados y amenazados, pero salen de allí “gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre” de Cristo. ¿Qué son, masoquistas? No, se dan cuenta de una gran realidad:  si les molesta la verdad que anunciamos como les molestó la de Cristo, entonces esto es una prueba más de que estamos en la verdad de Cristo. 

Lo molesto para los enemigos no ha sido hallar en nosotros impiedad, pecado o falsedad; es no hallar en nosotros fidelidad a sus personas y estructuras de dominio, sino solo a Cristo. No se nos juzga por una actitud cuestionable, por cobardía o por deshonor; sino por apego a la verdad, por vida de integridad y por compromiso de fidelidad con Cristo y no con los hombres. Entonces, si por esto hay que padecer, cada padecimiento me hará proclamar como Pablo: “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24)

No se cambia la verdad de Dios ni la doctrina por causa del padecimiento, los que esto hacen muestran que no son de Cristo, sino que se lanzaron por lucro, estos son “árboles otoñales, sin frutos, dos veces muertos y desarraigados; fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas” (Judas 12). Porque a los que son de Cristo saben que se les ha concedido no solo creer, sino también padecer.

Conclusión.

Recapitular: 

SE NOS HA CONCEDIDO EL GRAN PRIBILEGIO DE LA PERSECUCIÓN COMO UNA PRUEBA MÁS DE NUESTRA FIDELIDAD A LA VERDAD. ¿Cómo debe vivir un cristiano la persecución? Dios nos dice que en la persecución… que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, que obremos en nada intimidado por los que se oponen y que debemos saber que se nos ha concedido PADECER por Cristo. (29)

Los cristianos cubanos tenemos un conflicto como el de Pablo y el de la iglesia de Filipo (v. 30) Tenemos el conflicto que Pablo dice “que habéis visto en mí”, cuando Pablo, junto a Silas, fueron apaleados y encarcelados en Filipo. Pero Dios nos dice que quiere que se “oiga de vosotros” (27) cosas buenas que dan testimonio público de nuestro Salvador.

No te preocupes al ser perseguido, como si Cristo te hubiera abandonado, preocúpate cuando el impío te aplaude y te da privilegios; preocúpate cuando te venza el “agradar al mundo”. Cuando le caes bien a todos, porque ni Cristo logró eso.

El criterio firme de Cristo, es uno solo desde la fundación del mundo y no cambiará porque en él hay verdad absoluta, porque Dios es inmutable. Este firme concepto de la moral, de la verdad, de la realidad chocará, siempre chocará con los millones de criterios satánicos fluctuantes según la situación, que son el concepto de “verdad relativa” con el que vive el mundo.

Ten en cuenta también que el enemigo de vuestras almas es astuto, logra perseguirte sin que te des cuenta. Logra tener amarrado a muchos que proclaman su libertad. Y es que la persecución no siempre es frontal, especialmente en las condiciones actuales del mundo. Socialmente, por ejemplo, en la antigüedad, especialmente antes de la Revolución Francesa, cuando los gobernantes eran monarcas absolutos y no les importaba el criterio del pueblo, la persecución era frontal contra todo pensamiento no alineado al rey. En la edad media, todo criterio diferente al “establecido” era brutalmente aplastado sin importar el “qué dirán”. En la actualidad, sin embargo, con tantos los medios de comunicación informal incontrolables, por muchos decretos que se inventen, los gobernantes tiránicos se preocupan mucho por la buena imagen. Para lograrla no les es necesario dejar de ser iguales que los de la edad media, sino aparentarlo. Así que, la persecución sigue siendo la misma de la edad media, pero las formas han cambiado. Ya no se es tan frontal, ahora el preocedimiento es “más refinado”. Ya no te queman los pies atado a cadenas, pero te los ponen a temblar con una “entrevista” con “dudosos civiles con un poder desconocido”, pero con acceso a estaciones de policías y a “saber todo de tu vida”; para conversaciones “coloquiales” donde se preocupan por ti y tu familia como “si fuera tu papá”. Ya no te mandan a la hoguera para aniquilar tu cuerpo, pero si al ostracismo para liquidar tu alma. En ese ostracismo te hacen desaparecer como si las llamas te hubieran borrado del mapa. Ya no te encierran en una mazmorra para separan físicamente de tus seres queridos y amigos que lloran por ti, sino te separan como “apestado” usando el miedo de ellos a estar de acuerdo con tus “mercenarios criterio”, logrando que te vean como un villano y que les afecta tu amistad. Estos son los que jamás te darán un “like” a tu declaración, aunque estén de acuerdo con tu criterio…, ¡por miedo! En fin, métodos como el miedo, el premio y el castigo, el ostracismo, convertirte en “apestado” separándote de tus amigos y consiervos, el uso de una guerra “no convencional” en la que el propósito es destruirte, son algunos de los métodos actuales para perseguirte por tu fe.

En Cuba tenemos el otro conflicto, la famosa pregunta irónica que yo también he sufrido: ¿te persiguen por cristiano o por meterte en política? y la rotunda declaración de los “Sabios según el mundo”: Cristo no se metió en política. Este es un tema con mucha tela por donde cortar, pero partiendo de este pensamiento aun así a Cristo se le acusó por asuntos políticos.

Cristo no fue un político, pero su juicio fue por causa de la política. Por no ser “políticamente correcto” lo persiguieron, apresaron y enjuiciaron. Cuando querían que Jesús fuera enjuiciado, lo tentaron a tomar una posición política comprometedora: ¿a quién debemos dar nuestro dinero a Cesar o a Dios? Jesús fue contundente en su respuesta sobre la responsabilidad de todo cristiano ante Dios y ante Cesar, a cada uno lo que es suyo, pero primero a Dios. Si bien lo que más importaba a Dios era el corazón de la persona, lo que más importaba a Cesar era su contribución. Por eso Dios usa la compunción del corazón con amor para salvar; y el Cesar, el temor del corazón con la intimidación para mantener su poder sobre ti.

También fue con una acusación política que trajeron a Jesús ante Poncio Pilatos: “a este hombre hemos hallado que pervierte a la nación, y que prohíbe dar tributo a César, diciendo que él mismo es el Cristo, un rey”; “alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí”; “si no fuera un criminal no te lo habríamos traído”; “si a éste sueltas, no eres amigo de Cesar; todo el que se hace rey, a Cesar se opone” (Lucas 23:2, 5; Juan 18:30; 19:12). 

Y es que los fariseos entendían que la verdad que Cristo anunciaba les afectaba políticamente ente los romanos. Cuando Jesús resucitó a Lázaro en Betania, cerca de Jerusalén, muchos fariseos creyeron por causa de la abrumadora evidencia, pero los jefes de la religión lo vieron como un peligro para su cómodo status quo. Leemos en Juan 11:47-53: “los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio”. Por primera vez se reúne el concilio judío para tratar el asunto sobre la persona de Jesús y su predicación. Lo interesante es que el tema no fue el mismo que el del pueblo que seguía a Jesús, ellos no se preocuparon como otros: ¿será este el Mesías? Su tema fue: “¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchas señales. Si lo dejamos así, todos creerán en él; y VENDRÁN LOS ROMANOS, y destruirán nuestro lugar santo (el Templo) y nuestra nación.” Entonces Caifás, el sumo sacerdote, dice: “vosotros no sabéis nada; ni pensáis que NOS CONVIENE que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca”. “Así que, desde aquel día acordaron matarle”. ¡Increíble la mentalidad del sumo sacerdote Caifás!, Su miedo a los romanos condiciona su pensamiento, destruye toda inclinación a la búsqueda de la verdad en la predicación y vida de Jesús y se detiene solo a pensar en lo que “nos conviene” para mantener el “statu quo” miserable que hemos tenido desde que nos gobiernan los romanos. 

Ni un pensamiento religioso en el debate, ni una reflexión sobre las posibles verdades en la predicción de Jesús, ni una sola consideración a la fe nacional judía en el Mesías, ¡lo más importante es mantener “nuestra estructura religiosa”, no perder el privilegio, no “enfadar al rey”!

A esto llamo yo: “EL SÍNDROME DE CAIFÁS”. Cuando por miedo a los gobernantes, a los religiosos les interesa más mantener el statu quo que el apego a la verdad; cuando traicionan a Cristo por defender sus paupérrimos “privilegios”, y como perros que mueven la cola, conformes con sus migajas; cuando justifican su pusilánime actitud condenando a los que se levantan por la Verdad y con la verdad. ¡Triste, muy triste, pero tenemos hoy en Cuba a muchos “religiosos” con el “síndrome de Caifás”!

En esta forma de pensamiento Caifás convenció al Concilio judío, con este “síndrome de Caifás”, los fariseos convencieron al pueblo de pedir la muerte de Cristo, aunque para esto tuvieran que aceptar la libertad del homicida y sedicioso Barrabas. Frutos: Mataron al autor de la vida y de su salvación; la iglesia no puedo ser detenida, pues desde las catacumbas destruyó al imperio romano; y el lugar santo fue destruido por los romanos en el año 70 durante la rebelión de los partidarios de Barrabas, y nunca más ha vuelto a ser reconstruido.

Para los religiosos cubanos que padecen el Síndrome de Caifás lo primordial no es la verdad, sino hasta donde la verdad afecta nuestro “statu quo” delante de los gobernantes, a quienes no queremos “ofender” para no perder nuestros paupérrimos privilegios. A saber: no impedimentos para viajar al extranjero, permisos para reconstruir viejos templos, traer extranjeros a mi iglesia, entrar contenedores de ayuda, no ser citados por Seguridad del Estado.

¡Cristiano cubano despierta!

Cuídate de padecer el SÍNDROME DE CAIFÁS. Usa el nasobuco de la verdad que no deja entrar el virus. 

Y si ya fuiste infectado por el síndrome de Caifás, debes saber que en Dios siempre hay segundas oportunidades y nuevos comienzos. Cualquiera cae en la trampa, pero Dios es más poderoso, y siempre se saca hombres fieles de donde quiera. Posiblemente, dentro de aquel concilio convencido por Caifás, estaban José de Arimatea, Nicodemo y Saulo de Tarso. No todos los que son presionados por las circunstancias mantienen todo el tiempo el statu quo cobarde que acalla la mente y duele al corazón. En algún momento, el alto sacrificio amoroso de Dios puede sacar lo mejor de un hombre sincero y llevarlo a un plano de fidelidad que ni el mismo pensó. Con el alto testimonio de amor de Dios por su muerte en la Cruz, Jesús cambió todo en estos tres hombres: Vemos salir a un José de Arimatea de la timidez, a enfrentar a Poncio Pilatos y dar su propia tumba familiar por dar correcta sepultura de su Señor. Vemos como Dios logra sacar a un Nicodemos de la cobertura de la noche, al testimonio público de venir al Gólgota lleno de fariseos, trayendo como cien libras de mirra y áloes y con ellos preparar el cuerpo del Señor para su sepultura, ante todo el mundo. Vemos al Señor sacar a Saulo de Tarso de la pasión febrícula desenfrenada del síndrome de Caifás contra los hijos de Cristo, al más grande teólogo, misionero y predicador cristiano de todos los tiempos. 

¡¡¡Qué grande eres Dios de Abraham, Dios de los Cubanos!!!

¡Cristiano cubano despierta!

COMO UNA PRUEBA MÁS DE NUESTRA FIDELIDAD A LA VERDAD, SE NOS HA CONCEDIDO EL GRAN PRIBILEGIO DE LA PERSECUCIÓN

Líbrate de padecer el SÍNDROME DE CAIFÁS. No te dejes contaminar por él o sale de él. ¡En Cristo hay libertad! “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones” (Santiago 4:8)