Por George Chaya
INFOBAE
Hamas bloquea la salida de sus civiles de la zona de combate reteniéndolos en el norte de manera forzada, incluso poniendo en peligro sus propias vidas.
Los grupos internacionales que apoyan a Hamas en varios campus universitarios de Estados Unidos, cuyos dirigentes estudiantiles han mostrado un fuerte apoyo a la causa palestina (algo muy diferente a lo que fue el ataque ejecutado por el grupo integrista que asesinó a unas 1.200 personas y secuestró mas de doscientas el 07 de Octubre pasado considerándolo una victoria para la resistencia mas allá de su consecuencia posterior) nunca reconocerán honestamente la verdadera naturaleza terrorista de Hamas. Sin embargo, dos funcionarios de alto rango de la propia organización lo han explicado sin dejar ninguna duda en sus recientes declaraciones.
Días pasados, en una entrevista para un medio árabe cercano al movimiento de resistencia palestino, Moussa Abu Marzouk, un alto miembro de la cúpula política de Hamas fue preguntado ¿Por qué Hamas construyó casi 500 kilómetros de túneles y pasadizos subterráneos en la Franja pero no invirtió dinero en construir estructuras de defensa como refugios antiaéreos para los civiles de Gaza? La respuesta de Marzouk fue corta pero clarificadora: hemos construido una extensa red de túneles porque son nuestra forma de combatir desde dentro de ellos, dijo el dirigente palestino. Sin embargo, no brindó explicaciones sobre por qué Hamas no pensó en construir refugios para proteger a la población civil en sus edificios de departamentos, colegios de sus niños o lugares de trabajo de los residentes de Gaza.
El liderazgo de Hamas dispuso de fondos y recursos necesarios provenientes de la ayuda financiera internacional y de algunos países árabes desde 2008, por lo que pudo proteger a su población civil, pero no pensó en ella. Además, según autoridades egipcias, Hamas llegó a percibir entre 350 y 400 millones de dólares al año por impuestos -no oficiales- sobre mercaderías comercializadas por medio del contrabando. No obstante, nunca estuvo en sus planes ni ha sido el propósito de la organización destinar dinero a la construcción de estructuras que protejan a la población civil. El valor de los civiles como escudos humanos perdería sentido para Hamas en la Franja si ellos dispusieran de sitios en los que protegerse de los bombardeos y los ataques aéreos israelíes en tiempos de guerra.
Así, la respuesta al titulo de esta nota se encuentra en el historial de la organización, el mismo muestra que Hamas no ha estado interesada por la seguridad de su población civil ni antes ni después de la incursión ejecutada por sus operativos en territorio israelí el pasado 07 de octubre. A más de un mes de aquella operación que sorprendió al mundo por su ferocidad, Hamas continúa especulando con el infortunado destino de miles de residentes palestinos que han perdido sus bienes y sus vidas en el enclave y busca que el efecto político y periodístico de sus muertes ante la opinión publica condicione o detenga la respuesta de la militar israelí, al tiempo que califica y considera mártires a los dos millones de civiles que habitan la Franja, incluidos a sus niños, lo acepten o no sus padres.
Las expresiones de Marzouk van en la misma linea de las declaraciones de Ghazi Hamad, otro alto dirigente de Hamas, quien dijo a la prensa árabe que el pueblo palestino es considerado una nación de mártires y prometió más ataques como el del 07-10 indicando que habrá un segundo, un tercero y un cuarto hasta vencer. Lo impactante de la entrevista a Hamad fue cuando la periodista le preguntó si su organización buscaba la aniquilación de Israel, a lo que Hamad respondió con firmeza: absolutamente sí, por supuesto.
La posición de esos lideres no es terrorismo (que es la utilización de la violencia ilegal para lograr objetivos políticos), configura algo peor, que es el sacrificio humano sin ningún sentido o sensibilidad para con su propia gente y recuerda crímenes rituales propios de la antigüedad.
La semana posterior al ataque del 07-10, las Fuerzas de Defensa de Israel comenzaron a avisar a los civiles del norte y de la ciudad de Gaza que por sus seguridad y la de sus niños evacuen sus hogares hacia el sur de la Franja. El mensaje fue enviado al enclave por medio de miles de folletos escritos en árabe y arrojados vía aérea, también con cientos de mensajes y llamadas telefónicas a los habitantes de Gaza. A pesar de ello, Hamas dijo a los civiles de Gaza que no se movieran y se mantengan firmes en sus hogares evitando las evacuaciones desde el norte hacia el sur de la Franja. No obstante, esta semana muchos gazeríes comenzaron a auto-evacuarse después de que miles de civiles murieran.
Lo curioso de la situación fue también que la Cruz Roja Internacional, Amnistía Internacional y el Relator Especial de Naciones Unidas para los desplazados se opusieron a la evacuación hasta el martes pasado y acusaron a Israel de violar el derecho humanitario con su contra-ofensiva sobre la Franja.
Para empeorar las cosas, en principio Israel generó pánico al no facilitar claramente un plan para las evacuaciones, bloqueó que llegara suficiente ayuda humanitaria a Gaza para evitar que ella llegue a manos de Hamas y amplió sus ataques aéreos al sur del enclave pero con menor fuerza que en el centro y norte de la Franja. Aunque esta semana abrió un corredor humanitario para que miles de residentes del norte puedan evacuar al sur del enclave a pesar de los esfuerzos de Hamas para retener a sus habitantes del norte.
Ante los acontecimientos, el académico de West Point y experto en derecho internacional y normas de guerra Michael Schmitt, convocó esta semana a una disertación ofrecida para periodistas en Washington y se refirió a la situación humanitaria en Gaza enfatizando que: El hecho de que los civiles se dirijan al sur les brindara mayor seguridad si Israel elabora un corredor humanitario (algo que se activó el miércoles pasado) y si Hamas no bloquea esa opción a su propia gente.
Considerando lo descripto por Schmitt, resulta desconcertante que organizaciones humanitarias no estén alertas y dispuestas a ayudar a la población civil a moverse masivamente hacia el sur para dejar atrás el epicentro de los bombardeos y de las acciones militares terrestres entre las partes involucradas en lo que ya es una batalla urbana de gran magnitud. En un mismo sentido, Schmitt expresó su disgusto ante el silencio de las organizaciones humanitarias que no condenan el accionar de Hamas por mantener rehenes civiles sin informar sobre el estado de los mismos y por bloquear la salida de sus civiles de la zona de combate reteniéndolos en el norte de manera forzada, incluso poniendo en peligro sus propias vidas.
En estos últimos tres días los hechos sobre el terreno han confirmado que en la zona norte las tropas israelíes formaron un anillo estratégico que les permite estar a horas de tomar la ciudad de Gaza (Capital de la Franja) y así, entre martes y miércoles pasados los israelíes abrieron un pasaje humanitario para que los residentes del norte puedan dirigirse al sur del enclave y ponerse a salvo de los combates y el fuego entre Hamas y las fuerzas israelíes en tierra. No obstante, todavía hay miles de civiles del norte de Gaza que no han podido evacuar al sur y se encuentran en medio del campo de batalla urbano que, como algunos expertos militares sostienen, será muy complejo y similar a las batallas de Mosul y Fallujah en la guerra de Irak.
A pesar de ello y de la gravedad de la situación en ese escenario de combates, lo que Hamas muestra es que “ese es el lugar exacto donde quiere que los civiles de Gaza estén ubicados”, sin un lugar seguro que les brinde algún tipo de protección para salvar sus vidas.