Por George Chaya

INFOBAE

 

El ruso puso en la mira a quienes temen a la debacle económica y a las investigaciones por crímenes de guerra.

Cuando el ruso informó a sus generales el plan para invadir Ucrania todo parecía muy fácil pero las circunstancias actuales muestran un escenario complejo que se ha extendido en el tiempo dando lugar a una situación que no estaba en los planes del Kremlin.

Cumplido un mes del inicio de la operación, según transcurren los días el poder militar de Moscú se hace sentir más allá de la encarnizada resistencia de los defensores, de ello atestigua la destrucción ocasionada por los bombardeos rusos sobre distintas ciudades ucranianas. Hoy, con el inicio del asedio a Kiev, la capital del país; el temor es que una mayor escalada de violencia se extienda a todo el territorio ucraniano. Sin embargo, a pesar del avance inexorable de las tropas de Moscú, la campaña rusa sobre Ucrania, por lo menos al cumplirse el primer mes de iniciada, para muchos es un fracaso de acuerdo a como estaba planificada originalmente.

Rusia ha perdido oficialmente hasta ésta semana a siete de sus Generales que combatían en Ucrania; las bajas ocurrieron en menos de un mes. Según confirmaron funcionarios de Washington y la Unión Europea (UE) estas bajas inesperadas de oficiales de alto rango deben sumarse a graves fallas operacionales. Entre las más importantes, la inteligencia británica señaló la desorganización en materia de comunicaciones y la falta de disciplina de sus soldados como elemento que impidió el éxito rápido de la invasión a Ucrania.

Sin embargo, el hecho más conmocionarte para Moscú ha sido informado ayer viernes por la prensa británica señalando que un alto cargo militar ruso, el Coronel Yuri Medvechek, comandante de una brigada de blindados, fue asesinado por sus propios oficiales y soldados en un acto de sublevación por las perdidas que sufrió una columna de tanques a su cargo, por lo que fue sindicado por sus hombres de inoperante y cobarde por la muerte de varios de sus compañeros. La versión británica sobre las circunstancias de la muerte de Medvechek, de momento no fue confirmada ni negada por Moscú. Sin embargo, los detalles espeluznantes fueron confirmados por el corresponsal de la Cadena árabe de TV Al-Jazzera desde Mariupol informando que Medvechek fue arrollado por un tanque de su brigada conducido por un joven teniente que literalmente lo aplastó cuando el oficial estaba de espaldas pasando por encima de su cuerpo de forma deliberada.

También en dirección a lo informado oficialmente por el gobierno ucraniano y a un informe reservado de Washignton, las fuerzas armadas de Ucrania han causado hasta el 24 de marzo, la pérdida de 14.902 soldados rusos que fueron neutralizados desde el comienzo de la guerra. El informe de inteligencia estadounidense también indica que han destruido 1.674 vehículos de transporte de tropa, 487 tanques, 249 piezas de artillería, 62 camiones tanques de transporte de combustible, 82 sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes, 123 helicópteros, 102 aviones, 52 sistemas de baterías antiaéreas, 31 vehículos aéreos no tripulados (drones) y 2 barcos fueron hundidos, al tiempo que unos 4 restantes fueron dañados en mayor o menor medida por los modestos aviones ucranianos.

Más allá de esas pérdidas confirmadas, una de las mayores preocupaciones del Kremlin es el recuento de sus Generales abatidos en el teatro de operaciones ya que todos ellos eran comandantes de dos y tres estrellas, incluído un Teniente General, lo que configura el nivel de bajas de altos oficiales más grande del ejército ruso desde la Segunda Guerra Mundial. Incluso en la invasión soviética de Afganistán la pérdida de hombres y equipos frente a los muyahidines musulmanes -que luego formarían la terrible organización terrorista Al-Qaeda y el Taliban- fueron gravísimas y finalmente derivaron en una derrota y retiro humillante de Moscú en aquel momento, no obstante, nunca habían registrado la perdida de seis de sus Generales en 30 días de combates.

En esta dirección, el pasado jueves, Mykhailo Podoliak, jefe de asesores en Seguridad Nacional del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky; dio a conocer un comunicado en el que indicó que los Generales rusos muertos en combate cayeron por subvalorar la capacidad ucraniana al utilizar un sistema de comunicaciones obsoleto que permitió interceptarlos.

Las evaluaciones occidentales de las muertes de los comandantes rusos son un poco más realistas. Un diplomático francés, experto en seguridad, declaró a la prensa en Paris el miércoles pasado que por lo menos seis Generales rusos efectivamente habían muerto en Ucrania. Según el representante francés, cinco de esas bajas se debieron a fallas de funcionamiento de los viejos equipos electrónicos rusos de comunicaciones que no fueron operados correctamente y expusieron la ubicación de los militares a los ataques sobre sus posiciones en el terreno. El diplomático francés dijo tener conocimiento que autoridades ucranianas contabilizaron la baja de un sexto General ruso, pero que ese comandante cayó producto de una operación nocturna de un francotirador que logro abatirlo desde una distancia no precisada, lo cual también llama poderosamente la atención en materia de inobservancia de reglas básicas de medidas de seguridad en los campamentos militares rusos, más aún durante la noche, cuando la operación de un francotirador ve reducida al 30% su posibilidad de éxito en relación a un ataque durante horas diurnas.

Para la inteligencia de la OTAN, los Generales rusos están luchando en el frente ante los varios actos de indisciplina de soldados jóvenes con poca experiencia y la debilidad de los mandos intermedios para conducirlos en el campo de batalla. En otras palabras: Los Generales deben ir a la línea del frente de batalla para hacer cumplir sus órdenes, lo que los expone a mayor riesgo del que normalmente se observa en esas jerarquías militares.

Al mismo tiempo, en Washington, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, declaró el miércoles que lo más inteligente que podría hacer Moscú en este momento es tomar la decisión de poner fin a este conflicto y cesar la agresión militar contra Ucrania. También el jueves pasado, el Ministerio de Defensa británico informó que obtener el control aéreo fué el principal objetivo de Rusia durante los primeros días del conflicto y su fracaso en tal objetivo redujo exponencialmente su progreso militar operacional. Esa evaluación se mantiene incluso cuando los militares rusos hoy rodean Kiev, la capital ucraniana y han tomado otras ciudades de importancia estratégica en las que todavía la resistencia continúa operando en modo guerra de guerrillas.

Este escenario militar fue muy bien descrito en la opinión de un expertos militares de Washington que integran el Instituto de Estudios de Guerra (ISW por sus siglas en inglés), quienes han señalado en sus declaraciones que las fuerzas armadas ucranianas y los cuerpos de reservistas y civiles han derrotado -por lo menos inicialmente- la campaña rusa lanzada por Vladimir Putin. Otros expertos militares occidentales consideran que la campaña de Ucrania tenía por objeto una cantidad de operaciones aerotransportadas y terrestres a través de sus unidades blindadas de tanques para apoderarse de Kiev, Kharkiv, Odessa y otras ciudades ucranianas para forzar un cambio de gobierno en Ucrania en no más de 5 a 8 días. De momento, tal operación fracasó estrepitosamente, el objetivo de las fuerzas rusas no ha sido logrado en 30 días y continúan avanzando lentamente dada la resistencia ucraniana. Los avances rusos están siendo limitados en algunas partes del teatro militar, aunque puede que finalmente y en el transcurso de algunas semanas logren su objetivo si no se alcanzara antes un cese al fuego, pero es claro que han fallado en capturar sus objetivos de acuerdo al plan original.

El secretario Austin, habló en una conferencia de prensa en Bulgaria con el primer ministro búlgaro, Kiril Petkov, dijo que los rusos se han estancado asombrosamente en varios frentes, lo cual es cierto. En otra respuesta a una pregunta, sobre si Moscú intentaría apoderarse de Odessa, Austin fue cauto y dijo que aunque no podía hablar sobre la planificación o la estrategia rusa, es claro que las tácticas utilizadas hasta hoy tampoco muestran indicios de que las tropas de Putin estén cumpliendo su plan original al momento de entrar y ocupar Ucrania para deponer a su gobierno. La prueba de que las cosas no fueron bien militarmente para los rusos es que han usado técnicas brutales que se ven en la manera que están atacando corredores humanitarios para evacuación de civiles y centros de población desarmada, agregó Austin.

No obstante, las fuerzas rusas continúan su ofensiva, la que en muchos casos ha violado aspectos humanitarios como el propio derecho de guerra, ésta semana las autoridades ucranianas acusaron al ejército ruso de bombardear indiscriminadamente una Escuela de Arte en la que 430 personas se encontraban refugiadas en la ciudad de Mariupol, donde el asedio y accionar brutal de las tropas rusas pasara a la historia por la creíble sospecha de cometerse crímenes de guerra masivos.

Los funcionarios de la administración local en Mariupol confirmaron que la Escuela de Arte fue destruida completamente y si hubo sobrevivientes, las personas permanecieron bajo los escombros del edificio durante demasiadas horas sin que se haya podido hacer algo por rescatarlos por la intensidad del fuego de la artillería rusa que lo impidió; por lo que no hay información sobre la suerte de esas personas refugiadas allí antes del ataque pero se cree que no hubo sobrevivientes. Se cree que la destrucción de la escuela, donde los civiles se refugiaron de las bombas fue a causa del impacto de un misil Kinzhal -un arma de velocidad hipersónica destructiva- nunca antes disparado en combate y menos aún contra áreas civiles el que ocasionó la devastación del edificio y la muerte casi segura de los 450 civiles refugiados allí.

Otra fuente de inteligencia de Europa occidental a la que accedió Infobae dijo que monitorean electrónicamente las operaciones militares en Ucrania y han podido acceder mediante imágenes satelitales no publicadas al daño causado en la escuela donde solo había civiles indicando que es similar al ataque realizado el pasado sábado contra una base de almacenamiento de armas y municiones ucranianos al oeste del país y cercano a la frontera con Polonia, por lo que no hay tienen dudas que en ambos ataques se utilizaron misiles hipersónicos Kinzhal también contra los civiles que buscaron refugio en el edificio de la escuela, lo cual constituye un crimen de guerra.

Ante ese accionar no es extraño que el fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, haya pedido avanzar en una investigación por crímenes de guerra y la utilización como herramienta para generar terror de violaciones de niñas y mujeres adultas que Rusia estaría perpetrando. Con ello, los problemas que enfrentaría Vladimir Putin, ya no sólo se centran en su demorada y lenta operación militar para hacerse con Ucrania o en la crisis económica que se cierne sobre Rusia como producto de las sanciones económicas y financieras.

Mientras esto sucede, el silencio es cada vez más ensordecedor dentro del Kremlin por parte aquellos funcionarios que antes no se hubieran atrevido a cuestionar al nuevo “Zar” Vladimir y todo parece acrecentarse día tras día en que muchos mega-millonarios rusos y cuadros políticos intermedios de la Duma y el Kremlin comienzan a inquietarse. Por otra parte, la última ronda de sanciones, mucho más duras que las conocidas anteriormente ha sido impulsada por la UE y Washignton en el marco del viaje a Europa del presidente Biden de ésta semana, y parecen estar causando un efecto demoledor en la economía rusa, lo cual está dividiendo opiniones al interior del régimen de Putin como nunca antes entre funcionarios rusos que no desean quedar en la historia como políticos de un país quebrado económicamente y mucho menos como cómplices y criminales de guerra. Esta situación al interior de la política rusa ha generado que Putin ordene a sus servicios secretos una brutal cacería de funcionarios involucrados en lo que el presidente considera alta traición.

Ante esta situación, oficiales de la OTAN sostienen que allí deben entenderse las razones de las primeras deserciones de cuadros políticos del Kremlin y algunos mega-millonarios rusos, varios de los cuales ya habrían dejado Moscú con sus familias y fueron cobijados por la Unión Europea, la que de momento y por razones de seguridad preserva sus identidades.

https://www.infobae.com/america/mundo/2022/03/26/putin-ordeno-una-brutal-caceria-de-funcionarios-por-traicion/