Por George Chaya

INFOBAE

 

El Kremlin está dispuesto a purgar sin ninguna benevolencia a todos los disidentes y rivales en la lucha por el poder, sin importar cuán influyentes sean.

La probable muerte de Yevgeny Prigozhin y las circunstancias que la rodean en el misterioso “accidente” aéreo de la caída de su avión aún genera conmoción y varios interrogantes en Rusia y en el mundo. El empresario, jefe del grupo mercenario Wagner y mayor crítico del liderazgo militar ruso se había transformado en la cara de la reacción nacionalista en la invasión a Ucrania.

El fulgurante ascenso de Prigozhin y su dramática caída revela claramente la presión en aumento dentro del círculo íntimo del presidente Vladimir Putin, pero también el futuro del régimen. Apenas dos meses antes de su muerte, el jefe del grupo mercenario Wagner lideró un conato de golpe fallido marchando con sus fuerzas militares hacia Moscú y amenazando con derrocar los mandos que coordinaban el plano bélico en la guerra de Ucrania. Putin denunció este acto como “motín militar” muy grave, aunque demoró varias semanas en responderlo. Cuando llegó la venganza, pareciera que ha sido letal e irreversible.

Este incidente no configuró un hecho aislado, es parte de un patrón que ha caracterizado la Rusia de Putin. Antes, la violencia del Kremlin se dirigió a personalidades de la oposición liberal, como ocurrió cuando la modalidad de asesinatos comenzó con Boris Nemtsov en el año 2015. Así, todos los oligarcas que se atrevieron a confrontar a Putin o financiar a la oposición fueron atacados de igual manera. Estas acciones siempre han tenido como objetivo eliminar la disidencia y fortalecer férreamente el poder del presidente ruso.

En el presente, la situación escaló, las acciones comenzaron a extenderse contra generales y políticos nacionalistas, incluso miembros de su equipo revelan un nuevo nivel de paranoia que derivó en el crecimiento de violencia interna, en el arresto de figuras militares de alto rango y la probable eliminación de Prigozhin demuestran que Putin ahora ve amenazas dentro de sus propias filas. Sin embargo, con la neutralización de los mandos de la rebelión del Grupo Wagner, Putin envió un mensaje escalofriante y sin precedentes: El Kremlin está dispuesto a purgar sin ninguna benevolencia a todos los disidentes y rivales en la lucha por el poder, sin importar cuán influyentes sean.

Después de que surgieron los problemas con Prigozhin (su ambicioso jefe mercenario), Putin está enfocado en medidas de remodelación de sus servicios de seguridad y de su liderazgo militar. Los generales considerados incompetentes o desleales fueron destituidos y en los nuevos nombramientos el presidente ruso prioriza “la lealtad” sobre la capacidad de liderazgo militar.

El “accidente” aéreo deja en claro que Putin ve amenazas inminentes no sólo de la oposición liberal sino también de ultra-nacionalistas y figuras como Prigozhin que disponen de bases de apoyatura en el seno de la sociedad rusa. Actualmente, dentro del Kremlin, la adulación -vista como lealtad- es el precio a pagar por la supervivencia.

Esta situación puede configurar el punto de partida nocivo hacia un futuro poco auspicioso para el gobierno de Putin y para toda Rusia. Los últimos movimientos muestran que no habrá lugar para la disidencia en un modelo que parece marchar abiertamente hacia el neo-estatalismo, donde lo único que se valorará es la lealtad. Las decisiones militares tácticas y la estrategia pareciera mostrar que cada vez más se enfoca en los deseos de Putin. Los generales sirven a su gusto y les está vedado cuestionar alguna decisión del liderazgo presidencial, Putin eliminó el último control potencial sobre estrategias (que en muchos casos no ha salido bien) en el campo de batalla. La reorganización del maltrecho ejército ruso estará a cargo de los comandantes elegidos por su lealtad más que por sus méritos y capacidades profesionales. Así, miles de soldados y nuevos reclutas serán enviados al matadero ucraniano para acatar las órdenes y el deseo de conquista de Putin.

Al mismo tiempo -a nivel interno- la probable eliminación de Prigozhin exacerba las pasiones nacionalistas, pero neutraliza cualquier salida de esas pasiones. En consecuencia, son varios los analistas militares de Occidente que esperan más condicionamientos y represión tanto a los mandos militares como a los ciudadanos rusos. Por ello, la OTAN cree que la situación dentro de Ucrania se agravará ante los intentos del Kremlin para contener esa ira nacionalista por la fallida aventura ucraniana. No obstante, es claro que cualquier rival opositor o crítico que quede o pueda emerger entre la élite se verá presionado y con sus movimientos recortados por Putin, lo que dará lugar a una situación similar a la era de la ex-Unión Soviética.

Para muchos seguidores de Prigozhin, el “accidente” aéreo fue el punto de partida hacia una transformación de Rusia hacia un “estado ermitaño y encapsulado” que acaba de restablecer relaciones con un modelo similar como es el régimen norcoreano. El miedo y la persecución ampliaron la paranoia dentro del Kremlin, lo cual habrá de influenciar las futuras decisiones tácticas en el ámbito militar que se verán influenciadas por una mentalidad de asedio a medida que el régimen continúe cerrándose y marche directo al aislamiento. El puñado de asesores que todavía tiene permitido ingresar al círculo íntimo de Putin deberá lidiar y competir con las férreas demostraciones de lealtad al viejo estilo soviético y serán incapaces de expresar verdades duras para no fastidiar al líder. En tal escenario, las perspectivas críticas desaparecerán irremediablemente.

La contra-cara de la situación es que el uso de Putin de la coerción y las purgas sobre sus mandos y sus asesores políticos y militares dará lugar a un inexorable declive de Rusia.

La probable neutralización de Prigozhin no solo eliminó a un comandante capacitado en el campo de batalla sino que ajustó las piezas a una población preocupada que percibe el riesgo de sufrir un retroceso en el tiempo en materia política. Sin embargo, un ex-miembro de la KGB no conoce otro modelo de control que no sea lo que se está observando en Moscú, donde según informes de oficiales de la inteligencia británica y estadounidense el escenario actual post “accidente” de Prigozhin, muestra que Rusia puede haber iniciado una carrera hacia una espiral descendente que la convierta en lo que Putin más teme: un paria en la comunidad internacional, económicamente aislada y tecnológicamente estancada. La posible muerte de Prigozhin no hizo más que confirmar la muy probable caída de Rusia luego de la esperanza de cambios que tuvo lugar después de que implosionara la ex-Unión Soviética. El único interrogante que surge en este escenario es cuánto de destructivo puede llegar a ser el aterrizaje forzoso de Rusia para sus vecinos y sus socios en la comunidad internacional.

Tanto Bruselas como como Washington, otros gobiernos occidentales y organizaciones internacionales deberán asimilar y reconocer la dinámica pendular actual dentro del Kremlin y así adaptar sus estrategias para lidiar exitosamente con la situación. Es posible que sea necesario re-calcular las sanciones y la presión diplomática para hacer frente a las nuevas amenazas que surgen del control cada vez mayor del poder por parte de Putin. También el mundo debe estar preparado para acciones impredecibles de un líder que ve enemigos en todas partes, incluso entre sus aliados más cercanos. El asesinato de figuras opositoras liberales y la represión de oligarcas disidentes han sido la muestra y los avisos por parte del Kremlin, pero las recientes acciones contra figuras militares y líderes opositores marcan que una nueva y peligrosa fase ha comenzado.

Las lecciones de la historia nos enseñan claramente que los liderazgos entrampados por su propia paranoia y aislados de la realidad pueden tomar decisiones catastróficas. De allí que la comunidad internacional debe estar atenta, unida y preparada para responder los futuros movimientos de Moscú que resultan cada vez más impredecible y potencialmente más peligrosos.

https://www.infobae.com/america/mundo/2023/09/09/los-movimientos-de-vladimir-putin-y-sus-implicancias-para-rusia/