Por George Chaya

 

En un intento por no perder influencia a manos de Arabia Saudita, la República Islámica  de Irán se ha esforzado por remitir ayuda económica al Hezbollah libanés.

Ante el desmanejo cambiario en la cotización del dólar estadounidense y el fenómeno generado frente a la libra libanesa, Hezbollah está intentando poner paños fríos a una situación que está complicando seriamente sus planes tanto en lo político como en lo económico. Esta situación se ve reflejada día a día en el deterioro del humor social mientras el descenso de la calidad de vida de los ciudadanos se profundiza. 

Nunca en la milenaria historia del Líbano se naturalizó la palabra hambre, ni en los peores tiempos de los crímenes y saqueos otomanos de principios del siglo XX, nunca como hoy la amenaza de un futuro oscuro se percibió como está sucediendo actualmente. 

El escenario ofrece muchas interpretaciones que, durante un período de tiempo, disparó una ola de optimismo que podría detener la fuerte caída de la moneda libanesa contra el billete norteamericano. Pero ese optimismo rápidamente retrocedió ante una realidad que abruma a las familias libanesas en su canasta de alimentos básicos y, por supuesto, en los índices que muestran un escenario hiperinflacionario que ya no puede ocultarse. 

En información obtenida por Infobae a través de consultas con expertos del mercado cambiario en Beirut, se aprecia que una serie de elementos se combinaron a principios de este mes para aliviar las presiones resultantes de la escasez del dólar en el mercado, algo que hace trastabillar desde varias semanas al gobierno del primer ministro Hassan Diab y al sistema bancario libanes. Entre estos elementos, un gran número de individuos se apresuró a vender los dólares que atesoraban en un intento por obtener ganancias sobre el tipo de cambio que alcanzó un nivel sin precedentes de 10.000 libras libanesas por cada dólar. 

El dato relevante de esta operatoria es que se descubrió que estas personas pertenecen a Hezbollah, la organización pagó los salarios de junio en moneda estadounidense, luego de hacerlo en los últimos cuatro meses en moneda nacional libanesa. Al parecer la organización política-terrorista se dio cuenta de que el pago en libras crearía malestar en sus cuadros militares y trabajadores de sus instituciones dado que el poder adquisitivo de la libra alcanzó un absoluto deterioro. Así, la Hezbollah ayudada por Irán, decidió volver a pagar sueldos en dólares, esto es lo que sucedió a principios de julio.

No es poca cosa que miles de personas que recibieron sus salarios en dólares puedan gastarlos en libras. Este asunto ha generado un impacto inmediato en el mercado de cambio que condujo a la baja del dólar en cerca de dos mil libras, desde una cotización anterior de 10.000 mil libras a un descenso a casi 8.000.

Sin embargo, es claro que tres factores se unieron casi simultáneamente a principios de este mes: a) El primero fue la apertura del Aeropuerto Internacional Rafic Hariri el 2 de este mes después de una interrupción de dos meses debido a la pandemia del virus chino. Así, la llegada diaria de cientos de libaneses desde distintos países ayudó en gran medida al mercado cambiario al transferir el dinero que trajeron a la moneda nacional para cubrir sus necesidades locales. b) El segundo aspecto fue la decisión del Banco Nacional del Líbano en proporcionar a los bancos los dólares para cubrir las necesidades de importación para evitar que los importadores necesitados de dólares acudieran a los cambistas del mercado negro; y c) El tercer factor, fue el comienzo de las negociaciones entre Líbano e Irak, que ha generado optimismo de que Líbano puede obtener beneficios en la reducción de su deuda por compra de combustible que, tiempo atrás, ocasiono que el Banco Nacional perdiera gran cantidad de reservas en divisas para afrontar solamente intereses de esa vieja deuda.

La pregunta que hay que realizarse hoy es si estas estimaciones de alivio a la presión sobre la libra continuarán de ahora en adelante. La respuesta necesita de datos que se  verán con el tiempo. Sin embargo, un elemento para responder tal cosa es cuantos libaneses continuarán regresando luego de la pandemia y cuantos dólares inyectaran en el país. Otro aspecto es hasta cuando un régimen extenuado y asfixiado económicamente por las sanciones que pesan sobre él como el iraní  podrá continuar inyectando dólares a su aliado Hezbollah.

El secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah, habló de rumores sobre el papel del partido en el mercado de cambios. Por lo que dijo: “Siempre que se habla sobre este tema se daña a Hezbollah, dado que tal situación favorece al sojuzgamiento estadounidense sobre el Líbano”. Los especialistas económicos señalan que el secretario general del partido está más relajado desde finales de junio al haber recibido remesas frescas desde Teherán. Pero, hasta cuándo continuará recibiendolas es el gran interrogante. 

Paralelamente, Hezbollah sigue comprometido en brindar su asistencia que comenzó  en enero pasado y que según Nasrallah tiene que ver con la crítica situación emergente de la epidemia del Covid-19. Pero esta ayuda, de acuerdo con información brindada por ciudadanos chiitas del sur del país, muestra que solo incluye a los chiitas afiliados a Hezbollah, y no a quienes no adhieren al partido. Un ejemplo reciente es que la denuncia de un grupo de mujeres del Valle del Bekaa, cuyo consejo municipal es dirigido por el partido, se han quejado abiertamente del secretario general debido a la reducción de las raciones de alimentos que distribuye el partido a familias y vecinos que no son sus partidarios y están siendo excluidos de las ayudas.

Por ello, en su discurso televisado desde su Bunker, esta semana, Nasrallah, pretendió jugar el papel de conductor en el manejo de la crisis económica y llamó a la “yihad agrícola y a producir los alimentos desde la tierra”. La gente rechazó ese discurso, muchos se rieron de Nasrallah, lo tildaron de ridículo y declararon que aunque se trabaje la tierra, “los dólares no pueden cultivarse en ella”. Al mismo tiempo, el líder de Hezbollah continuó quejándose y criticando a los estadounidenses, saudíes e israelíes diciendo que “quieren asediar y estrangular al Líbano, señalando en cambio que el único amigo es Irán. 

No es necesario repetir todo lo que dice constantemente Nasrallah en sus discursos y evaluaciones. No alcanza ni alcanzarán sus palabras para salvar el país del colapso. No hay argumento esperanzador en maldecir hacia afuera y culpar a los demás sin asumir responsabilidades propias. Nada de eso impedirá que el Líbano continúe sumido en la oscuridad que no será removida por Nasrallah con sus diatribas contra Estados Unidos, Israel o Arabia Saudita.

https://www.infobae.com/america/mundo/2020/07/11/la-yihad-agricola-la-receta-de-hezbollah-para-superar-la-crisis/