Dr. Oscar Elías Biscet

Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos

Presidente del Proyecto Emilia

Medalla Presidencial de la Libertad

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Un hombre en plena madurez de la vida contempla con satisfacción su obra realizada, aún no está finalizada, le queda un poco de tiempo, pero al final se cumplirán las promesas de tener una patria libre e independiente. Multitudes de balas de odio van directo y rápido contra su cuerpo y antes que pudieran segar su vida, expone los versos de su himno guerrero: “Morir por la patria es vivir” y viaja a la inmortalidad de los héroes, su nombre Pedro (Perucho) Figueredo y Cisneros, quien es cimiento fundador de la patria cubana.

Figueredo compuso el Himno de Bayamo, después conocido como Himno Nacional, este es una marcha guerrera también reconocida como La Marsellesa cubana o La Bayamesa. Surge a la luz el 14 de agosto de 1867, en el ingenio Las Mangas y estrenada el 20 de octubre de 1868 en la toma de Bayamo y la fundación en territorio nacional libre de la primera República de Cuba.

La ciudad de Bayamo tuvo muchos brillantes hijos patriotas, quienes se incorporaron al Ejercito Libertador de Cuba, pero en este mes de febrero quiero recordar a tres grandes bayameses en la formación de una nación; quienes son los abogados y Generales, del primer Comité Revolucionario Cubano, Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo, muere en combate, el 27 de febrero de 1874; Francisco Vicente Aguilera y Tamayo, fallece por enfermedad, entregó su riqueza y vida a la causa independentista cubana, muere en la pobreza absoluta, después de ser el hombre más rico de Cuba, 22 de febrero de 1877 y Perucho Figueredo, ya describimos su actitud al final de su vida ante el paredón de fusilamiento en 1870, nació 18 de febrero de 1818.

Esas grandes estirpes revolucionarias cubanas y forjadas en los valores republicanos heredados de la Revolución Americana, 1776 y la Revolución Francesa de 1789, fueron los aplicados en la República de Cuba, 1868-1878 y 1895-1898. La corrupción política, la vagancia, la opresión, falta de libertad y las injusticias dominaban en la isla colonial española y menoscaban la dignidad de los cubanos. Por eso, el objetivo de la gesta mambisa no solo era la independencia de Cuba, sino que sus ciudadanos gozarán de la igualdad de derechos, los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Las figuras brillantes de las guerras independentistas cubanas Carlos M. de Céspedes y Antonio Maceo, ambos con el grado de Mayor General, Céspedes, Presidente de la República de Cuba (1868-1874) y Maceo lugarteniente general del Ejercito Libertador Cubano. La Guerra de Independencia se inició en La Demajagua, con el Grito de Yara y liderada por Carlos Manuel y los patricios bayameses en 1868 y Maceo se incorporó rápidamente e incluso se destacó en la toma de Bayamo, 20 de octubre de 1868, pero su obra más importante en lo militar y civil, que lo hace un gran estadista, fue salvar la revolución independista con la Protesta de Baraguá.

Céspedes, el iniciador, y Maceo, continuador del ideario independentista, fueron los cimientos de La Guerra de 1895, preparada y liderada por José Martí junto a los pinos nuevos, conocida como el Grito de Baire, el 24 de febrero de 1895. El alzamiento insurreccionar fue simultaneo en la Isla, que se manifestó en varios pueblos, 35 localidades en total, generalmente en el oriente del país, pues en las cuatro provincias occidentales se frenó por la detención de sus líderes. El resultado final fue el triunfo de los mambises en 1898 y la formación definitiva de la República de Cuba, el 20 de mayo de 1902; donde en la patria libre se pudo armonizar la vida en el verdadero credo de libertad.

Del mismo modo patriótico, el 24 de febrero de 1996 son asesinados por la dictadura castrista, en aguas internacionales, los activistas humanitarios Mario de la Peña, Armando Alejandre, Carlos Acosta y Pablo Morales. También, pero el 23 de febrero de 2010, muere por asesinato extrajudicial, en una huelga de hambre dentro de una cárcel cubana, el activista de derechos humanos Orlando Zapata Tamayo. Ambos crímenes impunes, que seguiremos luchando hasta que la justicia de su veredicto.

Los pinos nuevos Zapata, De la Peña, Alejandre, Acosta, Morales y los miles de fusilados por la tiranía de los Castro, quienes gritaron en el preciso momento de morir: ¡Viva Cuba Libre! ¡Viva Cristo Rey! Ellos comprendieron en toda su dimensión los valores del republicanismo en los versos del himno patriótico de Perucho, “Morir por la patria es vivir” y solo en ellos tienen el auténtico valor de cubanía y cubanidad. Pues, al entregar vida por libertad, sus objetivos son el restablecimiento de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la genuina República de Cuba.

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