Dr. Oscar Elías Biscet
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Presidente del Proyecto Emilia
Medalla Presidencial de la Libertad
Sígame en: http://www.twitter.com/@oscarbiscet
No es boxeador pero tiene una poderosa pegada temible para todos. Para poder presentarse en los diferentes combates a través del tiempo cambiaba frecuentemente de nombre y usaba apelativos suaves y agradables. Siempre lograba confundir a sus víctimas que envolvía en el engaño de su hermosura exterior pero su contenido marcaba irreversiblemente su resultado final: la destrucción y la muerte. Este potente y nauseabundo victimario en los últimos siglos se conoció con el sobrenombre de comunismo.
La ideología comunista al instaurase en un lugar alto y despejado pudo ser apreciada por muchos; y ya no puede engañar a nadie, hasta el populacho pregona las palabras del dramaturgo Eurípides (480-406 a.C.) y dice en alta voz “Mi lengua promete, pero mi mente no ha prometido” o las también célebres del abogado y político Abraham Lincoln: “Se puede engañar a parte de un pueblo todo el tiempo y a todo el pueblo en parte del tiempo; pero no puedes engañar a todo el pueblo todo el tiempo”. Lo cierto, el Partido Comunista y sus ideólogos no podrán viajar más venturosos después del nombramiento en la ciudad de Miami, Florida, EEUU, del “Día de las Víctimas del Comunismo”.
El gobernador de Florida Ron Desantis firmó un proyecto de ley que designa el 7 de noviembre como “Día de las Víctimas del Comunismo” en el estado. Esta Ley 395 expone que los estudiantes deben recibir al menos 45 minutos de instrucción sobre los males del comunismo, sus dictadores y sus regímenes, los crímenes de lesa humanidad y de genocidio causante de más de 100 millones de víctimas mortales en los países que se instauró esa ideología. El 7/05/2022 se realizó la rúbrica de la ley en la emblemática Torre de la Libertad, en Miami.
El tirano Fidel Castro tuvo la mañosa habilidad de enmascaramiento de su ideología comunista, criptocomunista y agente de los órganos de inteligencia soviético (URSS) en Cuba, a la toma del poder del país en 1959 y se presentó como un demócrata progresista, negó cualquier relación con los comunistas e incluso atacó públicamente al opresivo régimen soviético. Con los años, una vez asegurada su revolución estalinista, dijo que fue un activista comunista desde sus años juveniles universitarios.
La personalidad arribista y camaleónica de Fidel Castro no solo engañó y manipuló al pueblo cubano sino también a académicos e intelectuales cubanos, e incluso a poderosos personajes estadounidenses que los apuntalaron en la dirección del país, como David Rockefeller y su familia, Henry Kissinger, John Kerry, George Soros, Barack Obama, Joe Biden, entre muchos otros, a sabiendas de que es un régimen totalitario estalinista. Hoy es más evidente esa característica inherente de enemista práctica al alinearse firmemente con la Rusia de Vladimir Putin en la invasión y guerra contra el pueblo de Ucrania y se ofreció el territorio cubano para la instalación de bases militares rusas con cohetes balísticos y sus cargas nucleares para dirigirlos amenazantemente a los Estados Unidos de América (EEUU).
En una crítica no ajustada a la realidad del exsecretario de Defensa, Marx Esper, de la administración de Donald Trump, expuso algunas ideas desarrolladas durante las reuniones de su gabinete a la CBS, aunque tergiversó la ejecución de la lluvia de ideas o brainstorming, sí aseguró que el presidente Trump no dio ninguna orden directa, según el funcionario, y en su conversatorio con la prensa resalta más bien su conspiración contra un gobierno elegido libre y democráticamente por el pueblo americano; otro de los reproches fue a la implementación del bloqueo total a Cuba por parte del Gobierno de EEUU.
Pues bien, que claro estaba esa persona que no menciona Esper en la entrevista con CBS sobre el bloqueo; porque entonces para este momento no existiría la tiranía cubana y ahora por la no aplicación de esa medida está la posibilidad de la instauración de los cohetes nucleares rusos y quizás el bloqueo total sea tarde para evitar sus instalaciones y amenazas directas y cercanas desde las futuras bases extranjeras, rusas, en Cuba.
Más allá de la locura es la inmensa maldad que depreda la libertad de un pueblo. Esta es las presiones conspirativas de varios mandatarios de la región latinoamericana para revocar la decisión justa y lógica de la administración estadounidense de no invitar a la tiranía de Cuba -también de Venezuela y Nicaragua- a la Cumbre de las Américas.
Aquella no cooperación política es una forma de solidaridad con el sufrido pueblo cubano y el millar de presos políticos, en especial los de la jornada del 11J que solo por el ejercicio de su derecho a la libertad de expresión están injustamente encarcelados, incluso hasta varios niños y adolescentes. Esta actitud es realmente de apoyo al pueblo cubano y condena al régimen castrocomunista, por lo que se debe permanecer fiel a ese ideario y sus leyes, en particular la Ley Libertad de 1996, para exigir, sobre todo en la Cumbre, la libertad inmediata e incondicional de todos los prisioneros políticos cubanos y acelerar el cambio hacia la libertad y democracia en Cuba.
El Dr. Oscar Elias Biscet es un líder de derechos humanos, ex preso de conciencia durante 12 años y ganador de la Medalla Presidencial de la Libertad. Vive en La Habana, Cuba, y puede ser contactado a través de su teléfono 011-537-699-1774. y de su sitio web: www.OscarBiscet.com.
La Nueva Nación es una publicación independiente cuyas metas son la defensa de la libertad, la preservación de la democracia y la promoción de la libre empresa. Visítenos en: http://www.lanuevanacion.com