Dr. Oscar Elías Biscet

La Habana, Cuba

Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos

Presidente del Proyecto Emilia

Medalla Presidencial de la Libertad

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La discriminación racial y desprecio a las personas por motivo de su origen étnico u otras causas son una forma de brutalidad e injusticia, que viola grave y flagrante los derechos humanos de las personas.

En un restaurante de la linda y prospera ciudad de Miami quedé pensativo ante un mensaje que una de las personas presente en el salón me dirigió directamente y en público. Aunque habló bajo y con cuidado, la cercanía de las mesas hizo que todos los convites oyeran la afirmación: ¡Doctor, mi hija tiene de negro!

En aquella declaración racial preferí sonreír y cambiar el tema, pues a veces las palabras, aunque sean bien dichas, pueden herir las susceptibilidades de las personas. Antes de hablar algo sobre el tema mire a la mesa de los comensales y observe la fisionomía de los presentes y a ella podíamos catalogarla como en el cuento infantil de los hermanos Grimm que popularizó Walt Disney, en 1937, Blancanieves.

Por supuesto, le podía comentar sobre la cultura de blanqueamiento social y cultura en el territorio cubano desde el período colonial de Carlos III, aunque no fue un proceso manifiestamente violento entre las razas, con el tiempo ocurrió la perdida de la identidad de los afectados con disolución de muchos de su visión como grupo étnico e incluso de una mayoría racial negra se convirtió en el inicio de la república en una minoría que se ha mantenido hasta la actualidad.

Cuando pienso en el racismo recuerdo la forma más brutal y repugnante en algunos países, como Sudáfrica racista, el Ku Klu klan en los EEUU y el nacismo en Alemania. Esta filosofía supremacista y degeneración de la identidad humana exponían que una sola gota de sangre negra, aunque fuera supuestamente blanco de piel era tipificado como negro. Gracias a Dios, que la comensal era Blancanieves en estos tiempos de desarrollo científico y la rectificación y respeto a las personas en las instituciones del estado y las Naciones Unidas (ONU).

La discriminación racial y desprecio a las personas por motivo de su origen étnico u otras causas son una forma de brutalidad e injusticia, que viola grave y flagrante los derechos humanos de las personas agraviadas, sobre todo en una sociedad libre y democrática. En esta época de institucionalización de leyes de respeto a todas las personas no puede haber ningún tipo de discriminación y racismo en los países democráticos y mucho menos en las repúblicas.

En la Isla tenemos muchos ejemplos de Blancanieves cubanas, desde la Cecilia Valdés; Caridad, la patrona de los católicos cubanos y la Sra. Habaguanex. Las prestigiosas personalidades de los héroes hermanos, mayores generales del Ejercito Libertador de Cuba, Antonio y José Maceo, quienes no pudieron desarrollar toda su capacidad intelectualidad académica porque era prohibido en la colonia ingresar en las universidades a personas de esa etnia. No obstante, sus hijos se graduaron de ingeniero y medico en la Republica.

En días recientes hubo un escándalo por algunas de las autoridades académicas egipcias, que se transformó en mundial, al protestar por una miniserie que representa el último período del Egipto faraónico, la dinastía XXXII, liderada por la célebre reina Cleopatra VII, 51-30 a.C., y en su papel la exitosa, bella y talentosa actriz británica, Adele James.

La directora de producción de la miniserie “La Reina Cleopatra”, Tina Gharavi, defendió su decisión con la actriz Adele y dijo: “¿Qué te molesta tanto de una Cleopatra negra? El origen de Cleopatra se ha atribuido en momento u otro a los griegos, los macedonios y los persas. Estaba a ocho generaciones [300 años en Egipto] de sus ancestros ptolemaicos, volviéndose improbable la posibilidad de que fuera blanca”. Además, definió que “Encontramos en Adele James a una actriz que podía trasmitir no solo la belleza de Cleopatra, sino también sus fuerzas”.

En África existe tres reinos en la actualidad, las monarquías de Lesoto, Marrueco y Suazilandia y ha habido muchos reinados e imperios, al menos 33, entre ellos, el más antiguo es el de Egipto, 3 100 a.C.-1070 a.C.; Reino de Kush, 760-656 a.C., dominó en Egipto, fueron los faraones negros, antes los libios, luego los asirios, babilonios, persas y los tolemaicos, 332 a.C.-30 a.C. y finalmente se convierte en una provincia de Roma.

Asimismo, el Imperio Cartaginés, 575 a.C.-146 a.C.; Imperio de Ghana, 750-1076 d.C.; Reino de Mali, 1235-1645. El Reino Axum (etíope) de siglo I d.C. a VII d.C. e Imperio de Etiopía

(1270-1975). En estos hay también un gazapo cinematográfico en que Perseo, rey de Grecia, rescata y desposa a la princesa etíope Andrómeda, en las películas Furia de Titanes, 1981 y 2010, la princesa es de la raza blanca, al igual que en las pinturas de Rubens y de Rembrandt.

La cultura griega después de la formación del Imperio Griego por Alejandro Magno se convirtió en un referente regional y mundial. La lengua griega antigua al fusionarse con los pueblos autónomos se trasformó en griego koiné (común) y la predica de este gran General de unión a todos los pueblos en una sola cultura, una única unidad lingüística, una religión y un país para instaurar la paz perpetua en el mundo.

El rey Alejandro Magno fue recibido como libertador por el pueblo egipcio y coronado faraón de Egipto. Su ideal de respecto a la humanidad esta manifestó así: “No me importa la descendencia de los ciudadanos o sus orígenes raciales” y “Clasifico a los hombres utilizando un solo criterio: la virtud. Para mí, los extranjeros virtuosos son como griego y los griegos malvados son peores que los barbaros”.

Quizás, esta miniserie de Cleopatra con la actuación de Adele James consiga acelerar y exponer los nuevos y ocultos descubrimientos de la milenaria cultura de Egipto y observar la realidad en la práctica, hoy bajo censura, y se cumplan aquellas palabras del profeta bíblico: “Bendito es Egipto mi pueblo”.

https://www.diariolasamericas.com/opinion/la-faraona-negra-y-la-reina-etiope-blanca-n5334814

El Dr. Oscar Elias Biscet es un líder de derechos humanos, ex preso de conciencia durante 12 años y ganador de la Medalla Presidencial de la Libertad. Vive en  La Habana, Cuba, y puede ser contactado a través de su teléfono 011-537-699-1774. y de su sitio web: www.OscarBiscet.com.

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