Por: Lcdo. Sergio Ramos

La profunda crisis económica por la que atraviesa Cuba tiene en vilo a la cúpula gobernantes del país. La desesperación los lleva a tomar caminos que contradicen sus cacareados principios de economía comunista estatizada: la causa principal del fracaso económico del país. Y es que en donde nadie posee sentido de pertenencia y propiedad, no hay el real estimulo de producir.

Ya en los finales de la década de los ochenta y principios de los noventa los dirigentes la otrora Unión Soviética se percataron de ello y desecharon el sistema económico del comunismo, adoptando la economía de libre mercado y empresa privada. Lo mismo ocurrió en China, pero con marcadas variaciones, ya que mantuvieron el estado totalitario monopartidista, preservando la dialéctica marxista-maoísta, pero abriendo la economía a la inversión privada externa e interna, aunque esta última con limitaciones discriminatorias respecto a cuáles nacionales podrían invertir privadamente en negocios. En otras palabras, optaron por insertar elementos del Fascismo.

Recientemente en Cuba, hemos visto a la cúpula usurpadora del poder del pueblo, liberalizar la economía permitiendo que ciertas personas privadas, sobre todo y preferentemente, a los familiares y allegados de los dirigentes del país y a las empresas extranjeras, invertir en Cuba en negocios privados. 

Simultáneamente, han desplegado una compaña para atraer al país la inversión del exterior. Así hemos visto la reciente reunión con la “diáspora” cubana del exterior para solicitarles que inviertan en el país. Una reunión que estuvo significativamente celebrada con elementos pro-castristas que le sirven de agentes y chivatos del régimen en el extranjero y otros cubanos sin principios que solo vinieron al exterior por razones económicas, pero siguen siendo en su fondo procastristas.

Para viabilizar las inversiones, la dictadura esta presta a regalar la patria. Así por ejemplo, una nueva medida permite a los extranjeros comprar tierras para invertir en ellas a US $0.34 centavos el metro cuadrado. Mientras que el campesino cubano solo tiene un título de usufructo, en donde el estado conserva la titularidad de sus terrenos y les limita el derecho a cultivar y criar ganados en sus tierras.

También, altos jerarcas de la dictadura han realizado giras por varios países de Europa, Suramérica, China y el Medio Oriente para atraer inversiones al país. Sin embargo, el cubano de a pie, o sea el pueblo, sigue carente de acceso igualitario para hacer negocios libremente en el país.

Inversionistas extranjeros sin escrúpulos, llevados solo por la ambición del dinero, han estado negociando con la dictadura castrista para abrir sus negocios en Cuba y de donde, a juzgar por el patrón tradicional, los corruptos altos jerarcas de la dictadura recibirán sus jugosas comisiones que engrosarán sus arcas privadas escondidas en paraísos fiscales alrededor del mundo. Mientras, el pueblo continúa hundiéndose cada día más en la pobreza y la miseria.

¿De qué se trata este aparente cambio en las políticas económicas que está dando el régimen? Frente al fracaso del modelo económico marxista-leninista, la dictadura está dando pasos para desarrollar calladamente un modelo medianamente similar al implantado en China, pero con muchas más limitaciones; y al igual que el régimen de Pekín, continuar en el poder imponiendo la tiranía totalitaria monopartidista del Partido Comunista de Cuba. Por lo que tales medidas no constituyen un cambio sistémico, sino una política económica oportunista, adoptada por los dictatoriales usurpadores del poder del pueblo para permanecer en el control totalitario del país.

Las pretendidas políticas económicas del régimen quizás podrían alterar en algo la situación del modelo económico actual, pero nunca podrán remediar la miseria y la pobreza en que vive sumido el pueblo cubano y mucho menos, librarse de la opresión de que es víctima. En realidad, son simples cambios sin cambiar.

La solución para el bienestar y progreso del pueblo en Cuba empieza por erradicar totalmente a la tiranía, y una vez logrado, establecer y desarrollar un país inclusivo, bajo una democracia pluripartidista, con plena garantía a los derechos humanos de los todos ciudadanos y garantizar la libertad de empresa y la accesibilidad al libre mercado, con preferencia, ayuda y estímulo a los nacionales cubanos.    

San Juan, Puerto Rico a 3 de diciembre de 2023