¿CUÁNTO FALTA?

Por Dr. Fernando Domínguez

Ya tenemos encima el final del 2023. Pero cada día la situación, ya sea nacional, regional, continental o global, no parece, ni remotamente, mejor que al comenzar el 2023.

La invasion de inmigrantes indocumentados y fronteras descontroladas llega a cifras cada día más altas. Dependiendo de cual fuente de información se utilice, se puede calcular entre 6 millones (para los optimistas y negacionistas del problema) y hasta 10 millones para los pesimistas y críticos del descaro oficial que lo ha establecido desde su primer día y que lo continuará fomentando, tolerando y justificando mientras sean los “dueños” del poder ejecutivo y sus “opositores” sean los ”politicos supuestamente conservadores” que se auto califican orgullosamente como “opositores con mayoría”, pero que hasta hoy solo hablan y declaran, sin acciones con efectividad alguna. Todo parece que seguirá igual hasta que algo (que no se ve en el horizonte) sacuda a los “conservadores” y los haga actuar en consonancia con los intereses de la nación y de sus votantes.
La inflación y la ausencia de una política monetaria que controle el gasto público y el enorme chorro de dinero hacia el exterior, permanecen iguales, o peores. Los llamados a frenar esa hemorragia comparten las “preocupaciones” de aquellos que las crean y justifican; tampoco se ve mejoría a corto plazo.
La ausencia de políticas locales de accionar dentro de un marco de hacer valer la Ley y el Orden en una buena cantidad de grandes ciudades, que alguna vez constituyeron la espina dorsal de la sociedadd norteamericana y su famoso “sueño” (igualdad ante la Ley, competitividad, eficiencia, honradez, lucha por el bien común, evitando toda corrupción pública o privada), ahora es mayoritariamente una “pesadilla”, sostenida por una especie de “mafia” que mantiene todo lo contrario: ojos ciegos y oídos sordos a la drogadicción, al comportamiento ilegal y abusivo, a la descarada y supuesta “justicia” de robar a los que tienen algo, como una “compensación” a una supuesta “esclavitud” social capitalista. No parece que esta auto-mutilación socio-política vaya siquiera a mejorar, a corto plazo.
La inacción complaciente y despreocupada de las autoridades en el mundo federal para defender a la nación frente a los enemigos que infiltran su economía, sus finanzas, su educación, su salud pública, su fomento masivo de las políticas anti-patrióticas y anti-norteamericanas, no tiene signos aparentes de cambio, por lo que tampoco vemos posibles avances en ese campo, vital para la nación.
La descarada e impúdica conversión de los órganos de justicia y aplicación de la Ley en una banda de defensores de las autoridades y su corrupción y de persecusión contra sus opositores y personas que disienten de las políticas propugnadas por el partido en el poder y sus aliados, es lo opuesto total y absolutamente a lo concebido por los fundadores de la nación y la alejan de su camino y la conducen a formas anti-libertarias y tiránicas, opuestas a la esencia de la nación. Tampoco se ve un cambio favorable a corto y mediano plazo. El autoritarismo se refuerza sin contra acciones efectivas de la oposición, excepción individual de congresistas y senadores destacados.

Si trasladamos el análisis al ámbito externo, tenemos una visión con mezclas de continuidad del empeoramiento, mientras surgen nuevas y flamantes cosas muy positivas:

El régimen castrista que colonializa al pueblo cubano y sus capataces en Venezuela y Nicaragua, y sus amiguitos en muchos otros países, refuerzan sus acciones represivas, y hacen la vida completamente invivible al pueblo cubano. La ausencia de la más elemental sensibilidad humana, política y social, ha conducido a un callejón con una única salida posible: Derrocar a la Tiranía, arrebatarle su látigo y despojarla de su poder para fundar una nueva sociedad basada en los mejores rasgos de la sociedad anterior.
La manera, depende de elementos que no es posible decidir de antemano, pero que la experiencia humana enseña a grandes rasgos:

No hay forma de arrebatar el poder a una tiranía que no sea por la violencia. Esa violencia puede surgir de la propia represión y la reacción a ella, o puede ser de alguna manera organizada, pero no hay forma de que esa gentuza abandone el poder que no sea quitándoselo.
Puede ocurrir de mil maneras, incluyendo (como ya ha sucedido en otras partes) que una parte de su aparato militar se rebele, que la parte con menos sangre en sus manos decida poner fin a ese drama, y otras, imposibles de prever, y que ello desencaena una participación popular. Pero es una constante que jamás será sin el ejercicio de la violencia, no solo a nivel central, sino en todos los escalones, como provincias, municipios, áreas, mandos militares, y otros, donde los poderes locales saben lo que les costará perderlos, en todo tipo de “justicia”, “venganzas”, etc
Es necesario erradicar toda forma actual de ese poder y que la libertad y la democracia se introduzcan en las formas de organizar la nueva sociedad. No hay “conquista” que defender, pues toda “conquista” es una forma de esclavitud disfrazada, de injusticia abanderada y de burla a la verdadera libertad. Defender “conquistas” es defender la tiranía.
La total incapacidad del gobierno actual de los USA para fomentar un cambio de ese orden se evidencia en la enorme cantidad de “militantes” del Partido Demócrata empeñados en “ayudar” a solventar la enorme crisis del pueblo cubano, intentando, como siempre, beneficiarse con privilegios de explotación del mismisimo poder tiránico que de esa manera, pretenden legalizar, ahora en su favor, con esos privilegios. La misma receta de la “plantación”, ahora a escala internacional. No se le pueden pedir peras al olmo. Esa frase lo dice todo. Corruptos solo ofrecen soluciones corruptas. La izquierda solo sabe actuar de una forma: violencia controlada y ventajas por intimidación. Desde los Jacobinoa en la Revolución Francesa hasta los peronistas en Argentina. Si pierden, arrebatan.
La existencia de una “cofradía” de cómplices en lo regional, abarca desde “despacito” AMLO en México, hasta el corrupto Lula en Brasil, pero pasa por muchas cancillerías que siempre se benefician de la tiranía cubana, para lo cual les sirven de “voceros” humanitarios, ideológicos, económicos, políticos, sociales, y de todo tipo de alcahuetería.
Ejemplo de colaboración entre iguales: Pedro Sánchez en España, utiliza a su ficha europea, el Alto Comisionado de la UE para las Relaciones Internacionales, destacado militante del PSOE, para lavarle la cara a sus compinches de la tiranía cubana, quienes sirven a los intereses de España y su sucio gobierno, para lavar dinero, monopolizar el turismo de Cuba, esconder a los prófugos de la ETA y un largo etcetera. Una mano lava la otra y las dos, lavan las caras. Ambas caras.
La enorme vinculación entre la corrupción actual y pasada, entre España, Cuba castrista y muchos otros gobiernos y partidos latinoamericanos no puede dejar de verse: Chávez apoyó con dinero y respaldo de todo tipo a Podemos y otros partiduchos que junto al PSOE son el gobierno español actual. La corrupción ha sido tal, que han conseguido que pocos hablen de ese eje Madrid-Caracas-Habana y que a veces se extiende, para ciertas cosas, a otras capitales latinoamericanas.

En oposición a lo puramente nacional, en el ámbito regional-internacional hay perspectivas y resultados positivos, que alientan a pensar que la humanidad tiene elementos muy favorables para modificar el movimiento del péndulo que por muchos años solo servía a la izquierda. Ojos abiertos:

En primer lugar, el triunfo apabullante, inesperado y estremecedor de Milei en Argentina. El Sr. Milei es un economista brillante, un acalorado defensor de la libertad y un guerrero contra el sistema peronista y sus derivados, que ha destruído la economía y toda la sociedad argentina por casi un siglo y que, como buena izquierda, se ha vuelto loca con la aplastante derrota provocada No hay forma de arrebatar el poder a una tiranía que no sea por la violencia. Esa violencia puede surgir de la propia represión y la reacción a ella, o puede ser de alguna manera organizada, pero no hay forma de que esa gentuza abandone el poder que no sea quitándoselo.
Puede ocurrir de mil maneras, incluyendo (como ya ha sucedido en otras partes) que una parte de su aparato militar se rebele, que la parte con menos sangre en sus manos decida poner fin a ese drama, y otras, imposibles de prever, y que ello desencaena una participación popular. Pero es una constante que jamás será sin el ejercicio de la violencia, no solo a nivel central, sino en todos los escalones, como provincias, municipios, áreas, mandos militares, y otros, donde los poderes locales saben lo que les costará perderlos, en todo tipo de “justicia”, “venganzas”, etc
Es necesario erradicar toda forma actual de ese poder y que la libertad y la democracia se introduzcan en las formas de organizar la nueva sociedad. No hay “conquista” que defender, pues toda “conquista” es una forma de esclavitud disfrazada, de injusticia abanderada y de burla a la verdadera libertad. Defender “conquistas” es defender la tiranía.
La total incapacidad del gobierno actual de los USA para fomentar un cambio de ese orden se evidencia en la enorme cantidad de “militantes” del Partido Demócrata empeñados en “ayudar” a solventar la enorme crisis del pueblo cubano, intentando, como siempre, beneficiarse con privilegios de explotación del mismisimo poder tiránico que de esa manera, pretenden legalizar, ahora en su favor, con esos privilegios. La misma receta de la “plantación”, ahora a escala internacional. No se le pueden pedir peras al olmo. Esa frase lo dice todo. Corruptos solo ofrecen soluciones corruptas. La izquierda solo sabe actuar de una forma: violencia controlada y ventajas por intimidación. Desde los Jacobinoa en la Revolución Francesa hasta los peronistas en Argentina. Si pierden, arrebatan.
La existencia de una “cofradía” de cómplices en lo regional, abarca desde “despacito” AMLO en México, hasta el corrupto Lula en Brasil, pero pasa por muchas cancillerías que siempre se benefician de la tiranía cubana, para lo cual les sirven de “voceros” humanitarios, ideológicos, económicos, políticos, sociales, y de todo tipo de alcahuetería.
Ejemplo de colaboración entre iguales: Pedro Sánchez en España, utiliza a su ficha europea, el Alto Comisionado de la UE para las Relaciones Internacionales, destacado militante del PSOE, para lavarle la cara a sus compinches de la tiranía cubana, quienes sirven a los intereses de España y su sucio gobierno, para lavar dinero, monopolizar el turismo de Cuba, esconder a los prófugos de la ETA y un largo etcetera. Una mano lava la otra y las dos, lavan las caras. Ambas caras.
La enorme vinculación entre la corrupción actual y pasada, entre España, Cuba castrista y muchos otros gobiernos y partidos latinoamericanos no puede dejar de verse: Chávez apoyó con dinero y respaldo de todo tipo a Podemos y otros partiduchos que junto al PSOE son el gobierno español actual. La corrupción ha sido tal, que han conseguido que pocos hablen de ese eje Madrid-Caracas-Habana y que a veces se extiende, para ciertas cosas, a otras capitales latinoamericanas.

En primer lugar, el triunfo apabullante, inesperado y estremecedor de Milei en Argentina. El Sr. Milei es un economista brillante, un acalorado defensor de la libertad y un guerrero contra el sistema peronista y sus derivados, que ha destruído la economía y toda la sociedad argentina por casi un siglo y que, como buena izquierda, se ha vuelto loca con la aplastante derrota provocada aparentemente por un individuo sin experiencia política ni aparato para enfrentar aparentemente por un individuo sin experiencia política ni aparato para enfrentar