Oriana Rivas
PANAMPOST
En total, 26 asesores del expresidente se volvieron el objetivo de la Comunidad de Inteligencia estadounidense y de la alianza Five Eyes de la que también forman parte Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Reino Unido.
Un nuevo hallazgo revela el turbio funcionamiento de la inteligencia estadounidense cuando el expresidente Donald Trump hacía campaña electoral para las elecciones de 2016. En detalle, 26 de sus asesores para ese momento fueron espiados por un acuerdo entre la Comunidad de Inteligencia de EE. UU. y la alianza Five Eyes (Cinco Ojos) de la que también forman parte Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Reino Unido.
El director de la CIA del expresidente Barack Obama, John Brennan, identificó a estas 26 personas. Como resultado, “movilizó ilegalmente agencias de inteligencia extranjeras para atacar a los asesores de Trump mucho antes del verano de 2016”, describe un artículo de periodistas independientes que dieron a conocer la historia.
Así, se derrumba la versión oficial de que la investigación del FBI comenzó después de que supuestamente recibieran información respecto a que gracias a Rusia, el expresidente republicano tenía información sobre Hillary Clinton, su adversaria demócrata en las elecciones de 2016.
En el hallazgo periodístico también mencionan algo igual de importante: en un hipotético caso de que existan documentos secretos que prueben esto, se convertirían en una valiosa prueba de que varios funcionarios de inteligencia estadounidenses “violaron las leyes contra el espionaje y la interferencia electoral”.
PERSECUCIÓN CONTRA TRUMP
El expresidente Trump fue acusado, señalado y hasta investigado por la justicia por una supuesta colusión con el gobierno ruso de Vladímir Putin para interferir en las elecciones presidenciales de 2016. El Partido Demócrata se volcó a desacreditarlo y los medios progresistas hicieron fiesta con esta hipótesis.
Pero el tiempo demostró que estaban equivocados. En diciembre de 2018 el fiscal especial encargado del caso y exdirector del FBI Robert Mueller, descartó que la campaña del presidente conspirara. Cinco años más tarde, el fiscal especial John Durham concluyó que el FBI nunca debió abrir la investigación llamada “Crossfire Hurricane” sobre la campaña de Trump y Rusia.
Ahora se da a conocer que el aparato de inteligencia se adelantó. Ni siquiera había sospechas de algún tipo de alianza, sino que las agencias, bajo el mandato de Barack Obama, espiaron al equipo del expresidente Trump. Según los periodistas, una fuente confirmó que la Comunidad de Inteligencia había “identificado [a esos asociados] como personas con las que ‘chocar’, establecer contacto o manipular”. Los 26 asesores eran, según dicha fuente anónima, “objetivos de nuestro propio CI y de las fuerzas de seguridad para recopilación y desinformación”.
Ahora, con las próximas elecciones presidenciales en puerta, esta información reitera que cuando los demócratas celebran investigaciones y señalamientos contra Trump, es porque detrás hay intereses políticos. El candidato favorito a la nominación republicana tiene actualmente decenas de casos judiciales en su contra, que él llama “cacería de brujas”. Este hallazgo sin duda ayuda a reforzar su argumento.
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