El cambio climático está rediseñando el mapa de los destinos turísticos globales y amenazando la existencia de algunos lugares. El aumento del nivel del mar y de las tormentas, el derretimiento de los glaciares y la degradación de los ecosistemas ponen en riesgo zonas que, por su belleza natural, atraen a millones de visitantes anualmente.

Este fenómeno no es sólo una preocupación ambiental, sino que también tiene implicaciones económicas y culturales para las comunidades que dependen del turismo para su sustento. Mientras lugares como las Maldivas, el Kilimanjaro, las islas del Pacífico, Venecia y otros destinos se enfrentan a la perspectiva de desaparecer o sufrir daños irreversibles, es crucial comprender la conexión entre los eventos climáticos y estos desastres naturales.

Un ejemplo emblemático de esta amenaza se puede ver en las recientes inundaciones que devastaron el estado de Rio Grande do Sul. Este fenómeno extremo, ampliamente atribuido al cambio climático, provocó importantes pérdidas de vidas y bienes materiales. El lugar también se verá afectado por la disminución de turistas, que frecuentemente buscan la región de la Sierra Gaúcha en esta época del año.

Además de ser una señal de alerta sobre la vulnerabilidad de las zonas costeras y fluviales, la tragedia refuerza la importancia de acciones coordinadas para reducir los efectos del calentamiento global. La relación entre estos desastres y las catástrofes climáticas es evidente, según expertos entrevistados por BBC News Brasil.

"Vivimos en un mundo que está viviendo un proceso de transformación muy intenso, ya sea en la expansión urbana o en el uso de los recursos naturales. Esta expansión ha alterado mucho el medio ambiente en los últimos 100 años", explica Jean Ometto, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil.

Según Ometto, estos cambios tienen un impacto directo en los ecosistemas y las comunidades humanas, especialmente en regiones que dependen del equilibrio ambiental para mantener su biodiversidad y actividad turística. La mala noticia es que si no se implementan políticas públicas con urgencia, el pronóstico para los próximos años no es bueno.

Según un estudio realizado en 2022 por la UNESCO, en colaboración con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), algunos glaciares considerados patrimonio de la humanidad desaparecerán en 2050.

Los efectos no sólo se aplican a los glaciares, sino también a playas, islas y montañas de varios continentes.

TE EXPLICAMOS A CONTINUACIÓN QUÉ LUGARES SUFRIRÁN MÁS.

Las Islas Maldivas e islas del Pacífico podrían desaparecer

Uno de los destinos más codiciados por los turistas que quieren disfrutar de aguas turquesas y arena blanca podría desaparecer en el año 2100. Esto es lo que indican las proyecciones realizadas por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) en relación a Maldivas y otras islas del Pacífico.

Según el informe "Ocean, Cryosphere and Sea Level Change", el nivel del mar aumentará en 2050 entre 0,18 metros -un escenario con bajas emisiones de gases de efecto invernadero- y 0,23 metros para un escenario de altas emisiones. Para 2100, el pronóstico es aún más preocupante: podría subir entre 0,38 metros y 0,77 metros, respectivamente.

Otro estudio, publicado en la revista Science Advances y realizado por científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y la Universidad de Hawaii, mostró que la región podría volverse inhabitable ya en 2060.

El trabajo científico también reveló que las Islas Carolinas, las Islas Cook, las Islas Gilbert, las Islas Line, las Islas de la Sociedad, las Islas Spratly, las Seychelles y las Islas del Noroeste de Hawái también corren el riesgo de quedar sumergidas en los próximos cuarenta años.

"Lo que pasa es que estas islas son muy bajas y susceptibles al aumento del nivel del mar. Esta elevación no es uniforme y ya existe una diferencia de altura entre el [océano] Atlántico y el Pacífico", dice Pedro Côrtes, profesor del Instituto de Energía y Medio Ambiente de la USP. El profesor también recuerda que lo mismo ocurrirá con la Polinesia Francesa, Tuvalu y otros islotes del Pacífico.

"El agua más caliente se expande, lo que facilita el aumento del nivel del mar. Con el ritmo del cambio climático, estas islas desaparecerán", afirma Ometto.

Los canales de Venecia.

Otro destino que atrae a varios turistas anualmente y es susceptible al cambio climático y a una posible desaparición es Venecia, en Italia. La ciudad ya está sufriendo a causa del turismo de masas, las inundaciones e incluso la sequía. En 2023, la UNESCO recomendó que la región italiana se añadiera a la lista de sitios patrimoniales en peligro. Incluso con la advertencia de la agencia, la ciudad quedó fuera de la lista.

La decisión se tomó durante la reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO, en Riad, Arabia Saudita, en septiembre del año pasado. "Italia está llevando a cabo trabajos para contener el aumento del nivel del mar, pero los intentos de implementarlos han sido realmente muy limitados. Es posible que funcionen en el futuro, pero Venecia es particularmente vulnerable al cambio climático", dice Paulo Artaxo , miembro del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU.

DESTINOS INVERNALES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Además de playas e islas paradisíacas, en los próximos años podrían verse afectadas las regiones montañosas y las regiones turísticas de invierno. Algunos destinos de esquí ya están produciendo nieve artificial y podrían incluso cerrar antes de tiempo por falta de polvo blanco, según los expertos.

"El turismo de invierno podría verse gravemente perjudicado. Es posible que dentro de unas décadas ya no haya un número significativo de glaciares en el extremo sur del continente americano", destaca Côrtes.

"La reducción de la capa de nieve ya está afectando a las zonas de esquí de Estados Unidos y de los Alpes. El derretimiento de los glaciares significa que hay menos nieve en las estaciones. Toda la industria del esquí podría desaparecer", advierte Artaxo. El estudio de la UNESCO, citado al principio del informe, mostró también que los glaciares situados en 50 sitios del Patrimonio Mundial están retrocediendo a un ritmo alarmante desde los años 2000 debido a las emisiones de CO2.

Estos glaciares, entre los que se encuentran algunos de los más famosos del planeta, como los más cercanos al monte Everest y el último que queda en África, están perdiendo 58.000 millones de toneladas de hielo anualmente. Esta pérdida equivale al consumo anual de agua de Francia y España combinados y contribuye con casi el 5% al aumento global del nivel del mar.

https://www.bbc.com/mundo/articles/c6ppjydm1r7o