Hector Julio Cedeño Negrin

La Habana, Cuba

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El sábado en la tarde, me encontraba en una de esas colas interminables que hacemos los cubanos para comprar cualquier cosa. Para ello se exigía la cartilla de racionamiento, en una de las antiguas Shopping que aún quedan en la Habana. Llegaron tres muchachas, que procedían sin lugar a dudas de alguna región española y preguntaron por el último.

Se les notaba el fuerte acento ibérico, pero por su físico bien podían pasar por tres chicas cubanas. Les dijimos que para comprar allí, hacía falta la famosa libreta. Se las mostré y se quedaron atónitas. Les señalé que a ellas les correspondía, la tienda del frente, "La Isla de Cuba" donde podían comprar con la tarjeta en MLC (moneda libremente convertible) y allí se dirigieron.

La cola que hacíamos era para comprar shampoo barato del que nos venden en dinero cubano, el otro el bien caro y de "mayor calidad" lo venden en MLC. Las extranjeras querían comprar leche en polvo, supongo, un producto bastante deficitario y de muy difícil adquisición, incluso en MLC. Al final ellas no consiguieron la leche y nosotros, después de una larguísima cola, pudimos comprar el shampoo barato.

Pensaba en el tremendo abismo en que ha caído la Cuba de José Martí, conducida por  Fidel Castro y los artífices del comunismo. Hoy nos siguen guiando hacia el abismo sus continuadores,  porque el mismo Fidel, ya abandonó la lucha. Aún en los años ochenta del siglo pasado, Cuba podía presumir de ser el mayor productor de azúcar de caña en el mundo. Hoy tenemos que endulzar con edulcorantes artificiales, porque ni siquiera tenemos aquel azúcar.

Sin dudas, el comunismo es el sistema político, económico y social capaz de retrotraer a un país a la época de los dinosaurios, esto porque la época de las cavernas, ya la superamos desde hace tiempo. Creo que si seguimos por este camino y a este ritmo, conoceremos en persona aquellos gigantescos reptiles hoy extinguidos. Los que tal vez mañana, se encuentren en la contemporaneidad de los cubanos.

Las muchachas españolas, no encontrarán la leche en MLC, pero ya en las MiPyMes aparece una lata de leche condensada entre cuatrocientos y cuatrocientos ochenta pesos cubanos. Con la escasez de azúcar hoy, hasta los tradicionales siropes, que antes solo necesitaban agua para prepararlos, tenemos que endulzarlos, porque no tienen ni un grano de azúcar.

Recuerdo como en los años sesenta, en periódicos, radio y televisión, se criticaba a los Estados Unidos, por utilizar edulcorantes artificiales y se aseguraba, que podían provocar cáncer y otras enfermedades malignas.

Hoy en Cuba se utilizan muy profusamente, estos endulzantes artificiales.

Ahora se importan refrescos en polvo de diversos tipos y sabores y de mil marcas diferentes, de un sin número de países En ellos se utilizan los edulcorantes y se importan desde Turquía hasta México o Haití y además de toda centroamérica y de los propios Estados Unidos. Son tan codiciados y tienen tanta demanda, que se agotan en pocos días en los lugares donde los expenden, a todo lo largo y ancho del país. Son traídos principalmente por importadores particulares.

Pero en estos días, están escaseando y aumentando rápidamente de precio. Esto, debido a la vertiginosa subida del dólar estadounidense en el mercado informal, que ya va por los doscientos veinticinco pesos, aun dicen que hoy miércoles está a doscientos treinta y el euro a doscientos treinta y cinco.

Ahorita aumentaran de precio otros productos que traen los cubanos y también, por supuesto, la leche condensada, los caramelos y todo lo que importan del exterior. Este fenómeno se produce, por el ansia de los cubanos por abandonar este país, en una carrera que nadie logra detener. Por lo pronto hoy seguimos entrampados, en la vorágine de la emigración del hambre y de la miseria.