Fernando J. Milanés, MD  

 

El descontento se multiplica en Cuba. Y al contrario de lo que ha sido habitual durante décadas de comunismo en la isla, esta vez los habitualmente implacables servicios de seguridad del régimen no se muestran capaces de controlarlo. Esta semana estuvo trufada de muestras de rechazo al Gobierno; la más insólita, la rebelión vecinal en la Habana Vieja que impidió a la Policía detener al rapero Maykel Osorbo, uno de los integrantes del disidente Movimiento San Isidro, que con sus acciones de protesta se ha convertido en el principal enemigo de las autoridades  

Y es que el goteo de protestas llega en un momento crítico para el castrismo, a pocos días de que arranque el Congreso del Partido Comunista Cubano en el que se espera que Raúl Castro abandone la Secretaría General, el último cargo político que conserva y desde el que ha tutelado durante los últimos años la labor de su sucesor, el gris burócrata Díaz-Canel, que se enfrentará ahora al reto de pilotar una “revolución” oxidada sin el apoyo ni el carisma de la generación de ancianos guerrilleros que lideraron la insurrección armada que la llevó al poder.

El “pueblerino” de Díaz- Canel dará el frente al pueblo como nuevo dirigente de la Nación, pero la ausencia de los perros no eliminara la rabiosa política tiránica de los Castros.    La falsa imagen de un agente que aparece en público como uno de ellos, más joven, simpático, y aparentemente modesto es solo una burla.   

Diaz-Canel es bien compensado para seguir, en privado, comiendo y bebiendo sus buenos vinos como un adinerado, y el pueblo seguirá muriéndose de hambre y subordinado a la porra Castrista.    Los que gobiernan a Cuba son los militares dirigidos por los descendientes de Castro y su “mafia”, que controlan todo el capital que Cuba recibe a través de los préstamos internacionales, las remesas, y el producido en Cuba para exportación y un gran porcentaje del comercio interno y turístico a través de los mal llamados “cuentapropistas”. 

Como se documento con lujo de detalles en un documento enviado al Departamento de Estado de este País por el Havana Consulting Group, dirigido por Emilio Morales, el sistema se destruirá como un castillo de naipes.  La única salvación serian los EEUU con su nueva política externa, ya que el resto del mundo se canso de préstamos que no se pagan.  El pueblo cubano está hastiado, y comienza el germen de una oposición activa.  Parte de la solución está en nosotros, los votantes de este País, que defiende nuestro sistema democrático y la liberación de los pueblos cubanos, venezolanos y nicaragüenses de la región.  Tenemos que presionar con nuestros votos y nuestras voces a los legisladores para que actúen a favor de la libertad y derechos civiles de estas naciones Americanas.  El futuro dirá!