Por Carlos Padilla

 

Para iniciar esta carta abierta a los latinoamericanos residentes en Estados Unidos quiero recordarles las razones que los impulsaron a emigrar hacia ese próspero país. 

En sus respectivos países de origen malos gobiernos; populistas y/o socialistas; habían generado situaciones insostenibles para una vida con bienestar y libertad, con problemas económicos, desempleo, pobreza, inseguridad personal, incertidumbre política, aumento de la delincuencia, crisis de oportunidades para el auto crecimiento, situaciones económicas y políticas inestables. Todo ello hacía que esa crisis estaba haciendo excesivamente difícil el desarrollo de la simple vida cotidiana, por lo tanto, había que buscar en el exterior el contexto ideal para lograr una vida mejor tendiente a la autorrealización. El lugar donde vivía lo expulsaba por los bajos ingresos o desempleo, la represión política, la pobreza o situaciones extremas que ponían en peligro su supervivencia. 

Entonces usted tomo la decisión personal migratoria y fijo sus expectativas en los piases que consideraba exitosos y que no tenían la problemática del suyo. Miro hacia los países desarrollados capitalistas, democráticos y con bonanza económica. Como es el caso de Estados Unidos con un amplio mercado laboral, posibilidades ciertas de auto crecimiento, oferta de vivir mejor, tener un trabajo que le brinde oportunidades económicas de crecimiento, una república estable, con democracia, libre mercado, respeto a la propiedad privada bien habida, libertad individual y estado de derecho. 

Si quieren seguir teniendo una vida prospera con bienestar y libertad tienen que fortalecer ese sistema de vida que ahora es atacado por la demagogia y el populismo de los comunistas, socialistas y demócratas del ala extremista  que se expresan en algunas candidaturas... Apoyar a esos demagogos equivale a un suicidio, a perder lo que se ha ganado con esfuerzo y trabajo y volver, aunque sea viviendo allí, a la situación del cual se apartaron. Si los apoyan estarán dando el salto al pasado del desastre económico, político y social del cual escaparon al tomar la decisión de vivir y crear una familia en los Estado Unidos. 

Latinos cuiden lo que han logrado, desechen los cantos de sirena que fracasaron y los llevaron a emigrar a los Estados Unidos. No dejen que circunstancias sobrevenidas cuya culpabilidad no recae en ningún residente en esa nación, como es el caso del virus chino, les enturbien la visión de pasado, presente futuro. Que hechos puntuales no los induzcan a evaluar, circunstancialmente,  por pocos hechos toda la trayectoria de una nación y sociedad exitosa que los incluye. Un cordial abrazo con la esperanza de que estas líneas les sirvan para reflexionar sobre futuras y decisivas decisiones que redundaran en su beneficio o en su descalabro.