Por: Lcdo. Sergio Ramos

San Juan, Puerto Rico

 

A raíz del levantamiento del pueblo cubano en las calles de Cuba el pasado 11 de julio se ha iniciado una nueva etapa en la lucha por la libertad de la patria.

Los cubanos en la isla han despertado del letargo de miedo y mentiras en la cual la dictadura los tenía sumidos, y se han lanzado a las calles para reclamar su libertad, el respeto a los derechos humanos y una vida digna y próspera para todos los cubanos. La llama de la lucha por la libertad se ha encendido dentro Cuba.

Ante esos hechos, la represión de la dictadura no se hizo esperar lanzando contra el pueblo a los agentes policiacos y a la elite de sus tropas militares, las llamadas Tropas Especiales del Ministerio del Interior. El régimen ha detenido y encarcelado a cientos de ciudadanos que protestaban pacíficamente. Los informes de asesinatos, torturas, maltratos y abusos policiacos son alarmantes. Es el despliegue del terror de un régimen cuyos jerarcas se sienten aterrorizados ante la magnitud de las protestas populares, a lo largo y ancho de Cuba.

El pueblo cubano esta desarmado ante la maquinaria militarista del régimen castrista, sin embargo, su mejor y mayor arma no son los fusiles: es la razón.

El país atraviesa por un momento crucial que tendrá repercusiones en el desenlace de su destino. Es por eso que donde quiera que haya un cubano amante de la libertad y la democracia, debe manifestarse en solidaridad con nuestros hermanos dentro de Cuba que confrontan con dignidad y valor a la despiadada maquinaria represiva del régimen.

De hecho, en distintas partes del mundo, el exilio cubano ha realizado múltiples manifestaciones en solidaridad con el pueblo cubano y exigiendo el repudio a la tiranía castrista. En Miami, en Washington DC, en Madrid, en Estocolmo, en Montevideo, en San Juan, Puerto Rico y muchas otras partes del mundo, se han producido protestas de la diáspora.

También, recientemente una flotilla de exiliados partió de las costas de la Florida hacia Cuba para protestar contra el régimen y expresar su solidaridad con los hermanos que se lanzaron a las calles de Cuba al grito de Patria y Vida.

De igual modo, recién en la celebración de los Premios Juventud, hemos visto a artistas de diversos países solidarizándose con la lucha del pueblo cubano por la libertad.

Después de las protestas generalizadas del 11 de julio, dentro de Cuba se han convocado a cacerolazos, y se producen esporádicas protestas a pasar de la represión.

Continuar con esas manifestaciones de protesta dentro del país, son vitales para el éxito del proceso libertario de Cuba. Al igual que los actos y protestas del exilio cubano solidarios con las protestas en la isla, pues estas son muy necesarias para enviar el mensaje de denuncia al mundo sobre los atropellos y crímenes de lesa humanidad que comete la tiranía castrista contra el sufrido pueblo cubano y para clamar a los hombres y mujeres amantes de la libertad y la democracia en distintas partes del mundo, la solidaridad para con el pueblo cubano en su lucha por la libertad.

En esta nueva etapa, nos toca a todos los cubanos --- los de la diáspora y los cautivos en la isla --- mantener viva la llama de la lucha por la libertad que se encendiera el 11 de julio, luchando unidos todos, con perseverancia y tesón, incrementando cada día el empuje libertador del pueblo cubano, porque la lucha ha de continuar hasta que Cuba sea libre.

Sabemos que como en todo proceso libertario, habrá alzas y bajas, pero al final, la victoria será nuestra, de todos los cubanos que creemos en la libertad y la democracia; de todos los que luchamos para tengamos una patria libre y una vida digna.

Para que Cuba sea como la soñó el Apóstol de nuestra independencia José Martí: “Con todos y para el bien de todos”