Por *Dr Fernando Dominguez

 

Nuestra República está en peligro. Asaltados por una "izquierda" globalizada que se ha creado como un mosaico de izquierdas yuxtapuestas, con muy diferentes perfiles, y que se muestra públicamente en un bloque llamado "Partido Demócrata", abarca desde Antifa hasta unos desaparecidos "blue-dogs", en período de extinción.

Esto se inscribe en un mundo bajo asalto de unas fuerzas llamadas "globalistas", ya apoderadas de regiones del mundo y aupadas por la ONU y otras organizaciones internacionales, para apoderarse del resto. Estas fuerzas no son para nada ajenas a ese asalto a nuestra República y el antagonismo se basa, como siempre, en la Economía.

Nuestra República, basada en la Economía Liberal de igualdad de derechos y oportunidades, gobierno limitado, libertades irrestrictas, amor y lealtad a la nación que simboliza todo lo anterior, ha producido la más expansiva economía y prosperidad de la historia humana. Los globalistas quieren implantar un nuevo sistema, con bases muy diferentes, con un papel rector de instituciones globales, sin fronteras, borrando muchas de las tradiciones y principios que no se avengan a su gobierno global, con libertades limitadas, desarrollo económico socializado y distribución de riquezas predeterminada. Un nuevo fantasma que recorre al mundo. Y como aquel del siglo XIX, pretende "imponerse" por la fuerza económica-financiera de sus amos.

Para esa visión "nueva" del mundo, de la humanidad y de la economía se requiere el dominio del conjunto del planeta y ahí tropieza con nuestra República, interpuesta en el medio de esas aspiraciones. Y aunque parezca increíble, varios de los "líderes" de esa "nueva" visión globalista, han sido parte de la cultura norteamericana, de los grandes banqueros e ideólogos, siempre escondidos detrás de otros, que cultivan y han cultivado siempre sus intenciones. Se agrupan generalmente con los Demócratas, aunque muchos son "Republicanos", solo de nombre, pero bien coludidos con todos los que aspiran a derrotar la República, defendida por muchos, agrupados detrás del Presidente Trump, quien antepone los USA a cualquier otra cosa.

Con esa precisa intención, por decenas de años promovieron ese gobierno mundial con la Sociedad de las Naciones primero, la ONU, la Unión Europea y otras. El cuento siempre ha sido "una humanidad mejor", "evitar los conflictos" y otras bellas palabras. A través de ellas, los instrumentos de dominio: el Fondo Monetario, el Banco Mundial, y otros, encargados de ir "acomodando" la Economía mediante el endeudamiento, los controles, monetarios, la corrupción; todos los cuales maniatan a los gobiernos y les obligarán a decir que sí, a todo.

Por el lado interno han promovido mini ejércitos desestabilizadores, ideas de "justicia social", deterioro de los valores de la República y de la familia como su basamento, de la espiritualidad como su escudo y del amor a la nación como su defensa. Todo esto comenzó desde el día siguiente a la victoria de la Guerra Civil y ha ido creciendo hasta llegar a la situación actual. Para ello, han promovido sin descanso, estas ideas y actuaciones:

  • Deteriorar sistemáticamente los fundamentos de la nación y utilizar la educación y la cultura para crear generaciones de profesionales desapegados a la nación, convencidos de que es una nación erigida sobre la injusticia racial, social y económica, a la que hay que destruir, minando al mismo tiempo el poder de la familia y la espiritualidad para hacer presa de su ideología las generaciones más jóvenes que serán los votantes y futuros gobernantes.
  • Imponer una censura del pensamiento a través de la expresión, con un invento llamado "políticamente correcto" en las relaciones entre personas, entre organizaciones y en los medios de comunicación, que fueron dominados desde el primer día, para generalizar sus ideas. El noticiero de cada día repite lo mismo, cierto o no, en todas partes, en todos los periódicos, todos los idiomas y en todas las ciudades. Copia al carbón del lavado de cerebro comunista, pero con shampoo, guantes de seda y secador de pelo.
  • Crear grupos de choque locales para intimidar a los que no obedecen, imponer candidatos y funcionarios fieles a su grupo, hacer todo tipo de trampas y manipulaciones para tener ciudades y estados enteros bajo su control, que con el tiempo impondrán sus reglas hasta apoderarse de la nación, desaparecer los fundamentos de los padres fundadores, erradicar los principios de la Constitución y convertir la República en un feudo propio. Samuel Alinski y el grupo de Frankfurt en pleno ejercicio.
  • Infiltrar todo el aparato gubernamental en cada ciudad, estado y toda la nación, con funcionarios designados que obedezcan a sus principios y deseos, enmarañar todos los procesos gubernamentales con licencias, permisos y regulaciones que permitan controlar bajo cuerda todo tipo de desarrollo, crear la corrupción subterránea que desprecia los principios morales y convierte a los funcionarios, electos y/o designados, en cómplices y aliados.
  • Empaquetar las filas de oficiales de la Ley, Jueces, y funcionarios afines, con personas totalmente asociadas a esa línea de pensamiento para asegurar que los comportamientos sean "legalmente confirmados" y sus promotores, inamovibles e impunes.

Esta izquierda, coludida con los promotores del llamado Gobierno Mundial, simplemente son aliados naturales que desde hace tiempo trabajan juntos. Es parte de la ideología de unos y de los intereses de otros. Y al aliarse con gobiernos extranjeros para apoderarse de nuestra República, están cometiendo un delito de traición, previsto y condenado en la Ley, aunque, naturalmente ellos se presentan -como es usual- como grandes patriotas que quieren el bien común, para lo que necesitan destruir la Constitución, cambiar los derechos, acabar con la ley y el orden, transformar los poderes y particularmente la Corte Suprema llenarla con muchos, muchos Jueces que piensen y actúen para ellos.

Es evidente que esa lucha actual va mucho más allá de las elecciones, tanto nacional, como internacionalmente. Y para mantener la República que nos heredaron nuestros Padres Fundadores es esencial cortar por lo sano. Es lo que significa "drenar el pantano" e incluye que el proceso electoral sea sano y dentro de nuestras leyes y principios o como dice el dicho" tanto va el cántaro a la fuente, hasta que se rompe", por lo que se requiere rescatar esa República en la práctica, en el presente y para el futuro, garantizando:

-Reforzar los fundamentos de la nación en la vida diaria, en la cultura y en familia, la sociedad y la educación, para crear apego a la nación, a sus leyes y principios, a su espiritualidad y volver a colocar la familia, la espiritualidad y el patriotismo en el lugar central de la vida social.

-Recuperar, en toda su extensión y significado, la libertad de expresión verdadera, erradicando esa monstruosidad llamada "corrección política" que intenta amordazar cualquier idea o concepto inconveniente para quien la ejerce y abusa.

-Eliminar toda intimidación social y política, recuperando el verdadero libre juego de las ideas y suprimir el "bullying" político y social mediante la Ley.

-Recuperar la santidad de la pulcritud y transparencia de la "cosa pública" y eliminar toda posible regulación que fomente la influencia y la corrupción.

-Depurar las filas de jueces, fiscales y agencias de la Ley, Consejos Municipales y Condales y Gobiernos Estatales de elementos corruptos y agentes de potencias extranjeras que menoscaben nuestra soberanía, debiliten nuestras empresas y entidades e importen juicios y principios ajenos a nuestra República y sean activos defensores de la Ley y los principios de la República.

-Crear organizaciones federales, estatales y locales que velen por el cumplimiento de estos principios, exijan a los participantes de la vida social su aceptación y depuren las filas sociales y políticas de agentes pagados o no, conscientes o no, de ideologías contrapuestas a la Libertad, el Libre Mercado y el fortalecimiento de nuestra República, sus instituciones y fuerzas civiles y militares. No es posible permitir que se destruya la Democracia en nombre de los derechos que aseguran su práctica. No es posible permitir que se destruya la nación utilizando las herramientas que la conforman.

-Fortalecer el principio de los derechos verdaderos. Los derechos fundamentales son de la mayoría, de todos los ciudadanos, y están por encima de los derechos de los pocos que son violadores de la Ley y de los delincuentes y enemigos de la nación.