Por Dr. Fernando Domínguez  

 

El concepto Economía es ampliamente utilizado y no siempre de una manera rigurosa a su verdadero contenido. Cuando se refiere al estado de cosas existente es generalmente identificado con ciertos indicadores estadístico-económicos que intentan retratar para trasladar a otros la interpretación que el que los utiliza quiere que los demás tengan sobre el estado de cosas en un momento, territorio y contexto determinados.

Así, dependiendo de lo que el sujeto que utiliza esos indicadores, desee hacer creer a otros pues se utiliza el índice inflacionario o el nivel de empleo, para inducir progreso o retroceso, tasa de crecimiento (bruto o neto, según convenga) y otros muchos posibles. La cualidad intrínseca del indicador no cambia, sino cuál de ellos se selecciona, en dependencia que se desee inducir en la mente del que lee o escucha, que la evolución de ese momento o período sea algo positivo o negativo.

Cuando se trata de intentar manipular a los agentes económicos que participan en el movimiento de la vida socio-económica pues los llamados reguladores intentan modificar las acciones de los diferentes participantes mediante la modificación manipuladora del precio del dinero utilizando la subida o bajada de los porcentajes de interés del crédito, ya que eso impulsa o refrena que los agentes económicos utilicen en mayor o menor grado los préstamos para financiar su consumo a corto y mediano plazo o sus inversiones, frenando o empujando que los bienes de todo tipo se compren o se vendan en mayor o menor proporción. Aquí se habla de palancas que aceleran o frenan el movimiento de todo tipo de bienes. Este indicador está íntimamente asociado a la cantidad de dinero en circulación ya que la existencia del crédito es un elemento yuxtapuesto a la emisión monetaria la cual es generalmente manipulada por esos mismos reguladores.

La palabra reguladores nos permite inmediatamente comprender que la libertad del mercado es un mito que tiene muchos años y ha existido solo en la mente de los que la utilizan, pues haciendo más abundante la cantidad de dinero (tanto emitido como el proveniente del crédito) empuja a los consumidores de todo tipo de bienes a gastar más, estimulando el crecimiento de los indicadores (componente esencial de la inflación) o a gastar menos (lo que empuja la recesión), ya que la demanda genera su propia oferta que es el estímulo al crecimiento de la producción de bienes y servicios para satisfacerla o su contrario, lo que aumenta las existencia de bienes y servicios sin demanda solvente, que es la recesión.

La permanente manipulación de estas herramientas conlleva un ciclo tras otro. El estímulo al crecimiento mediante tasas de interés muy bajas, emisión monetaria y gasto público, genera inevitablemente inflación cuyas proporciones determinan procesos políticos de inconformidad ya que esa inflación es un deterioro del poder de compra del dinero, del nivel de vida real de la población y un impuesto no declarado y creciente a los consumidores. La presión política inmediatamente genera el proceso contrario de restricción al consumo por aumento del por ciento de interés, disminución de la emisión y del gasto público, que genera a su vez malestar político, detenimiento del proceso de crecimiento y sensación general de pobreza, con un alto precio para el partido político en el poder.

Cuando se trata de la Economía como ciencia, pues todo esta manipulaciôn política es ajena a ella. La Economía es un proceso social en el que se genera un nivel de riqueza llamada Producción Bruta a resultas de la creación de bienes y servicios por el capital (equipos e inventario de materiales), el trabajo humano (cuantificado por los Salarios), el pago de impuestos (por el empleo de los recursos sociales), y se genera una Ganancia que es la remuneración al empleo del capital. Esa Economía a su vez tiene un proceso de Distribución (implícito, ya que no es posible gastar más de lo creado) que va a Bienes de Consumo (para los trabajadores, los capitalistas y los empleados públicos), al aumento de los inventarios y del equipamiento (Inversión, destinada a que el siguiente ciclo sea mayor) y a la reposición de lo gastado en el proceso de creación. Ese proceso se identifica con estas ecuaciones:

Producto Creado      = Materias Primas (MP) + Depreciación (D) + Salarios (S) + Impuestos (T) + Ganancias (G)

Producto Utilizado  = Reponer Materias (MP) + Consumo (C) + Inversiones (I)

Como ambas partes son idénticas: (MP) + (D) + (S) + (T) + (G) = (MP) + (C) + (I)

 [Se repone lo gastado y hay un remanente para consumir e invertir]

De aquí es obvio que lo gastado en Salarios y las Ganancias demandan un Consumo y lo restante queda  disponible para invertir. Por lo tanto, esa Inversión corresponde al ahorro (que son los Salarios, Taxes y Ganancias no gastados en Consumo). ¿Recuerdan aquello de que el Ahorro es la base del Capital?

En el mundo real hay otro factor, que es el Comercio Exterior, pues la diferencia entre lo que importamos para producir y consumir MENOS lo que exportamos para ganar con qué pagarlo, será el saldo que posibilite un consumo mayor o menor, de signo contrario a los Ingresos (Exportaciones) menos (Importaciones).

Esa es la Economía verdadera que los Gobiernos modifican (manipulan) mediante la política monetaria, pues es evidente que el signo monetario es el equilibrio real de ese proceso. Para hacer el “milagro” de gastar más de lo que puede pues EMITE DINERO que debe equilibrarse por el signo contrario llamado Deuda Pública, para lo que vende bonos de la deuda pública, para financiar su manipulación del proceso. Otra fuente de “balance” es el precio de equilibrio entre la Importación y la Exportación o lo que es lo mismo el “equilibrio” de valor entre la moneda nacional y las otras divisas.

En otras palabras, la manipulación de los mercados mediante la emisión monetaria, el gasto público, la emisión de bonos de la deuda pública para equilibrar contablemente las Cuentas Nacionales, la “regulación” del mercado de divisas, y un largo conjunto de etcéteras a través de organismos internacionales y la banca, pues permiten que los gobiernos hayan desnaturalizado el concepto de Economía como el equilibrio entre las partes componentes de la creación y distribución de la riqueza nacional, violen el implícito balance entre las partes que armonizan el Producto y nos hayan introducido innumerables “indicadores” ajustadores del contenido real del proceso de crecimiento y desarrollo económico-social.

Es por eso incuestionablemente importante para los ciudadanos escoger a quien le entrega el “gobierno”. Cuál es el Partido cuya política económica garantiza un aumento real del nivel de vida contra el que garantiza un “aumento” de ese indicador mediante la manipulación de las políticas económicas. La Historia indica que los “ideólogos” del intervencionismo público, la “redistribución” de la riqueza y otras lindezas distorsionantes de la realidad, siempre han sido los autores de la inflación, el empobrecimiento relativo y el deterioro del nivel de vida real. En otras palabras, los políticos, cuya ideología puede ser de “bienestar aparente” para el presente y empobrecimiento para el futuro o los que prefieren ser más realistas y ahorrarle sacrificios a las futuras generaciones, impulsando el ahorro, la inversión y el crecimiento reales y no el meramente aparente.