por Esteban Fernandez

 

La victoria, en Cuba y en USA, será nuestra, la ganaremos nosotros

Hace exactamente cuatro años vi a los “Demócratas” llenar palanganas de lágrimas, haciendo 20 mil espavientos, ridiculeces y montando un show mediático que duró todo el gobierno constitucional de Donald J. Trump.

Y ¿Saben que hice yo? Burlarme de ellos, ridiculizarlos, reírme, y disfrutar de cada sollozo de los que considero mis adversarios políticos.

Y me preguntó: ¿Voy a hacer lo mismo que ellos, ahora? ¿Vamos a imitarlos? ¿Vamos a dejarlos gozar de nuestra frustración ante el robo descarado de unas elecciones obviamente espurias y ultrajadas?

Yo no sé usted, yo no sé ustedes, pero yo Esteban Fernández y Gómez, el que viste y calza, NO ME DA LA GANA que mis enemigos me vean cabizbajo, decaído, acobardado, ni jirimiqueando como una niñita que pierde la muñeca predilecta, ni un bitongo varoncito que le hurtan su bicicleta.

Sí, les robaron las elecciones a un hombre que consideramos el MEJOR PRESIDENTE que nosotros hemos disfrutado en nuestras vidas, pero yo quiero ser (y aspiro a que ustedes lo sean) de los que al sufrir una caída se levantan y andan. Y lo soy, y sé que ustedes también lo son. No solamente los hombres sino las damas también.

¿Cuántas batallas hemos sufrido los cubanos dignos contra el castro-comunismo? Cientos, miles, y aquí seguimos en pie de lucha, sin que la adversidad nos haya persuadido a claudicar y sin aceptar jamás que hemos perdido la GRAN BATALLA FINAL. Los que de verdad se sientan seguidores de Donald J. Trump deben inmediatamente comenzar en la campaña “TRUMP 2024”. Que abandonen el barco las ratas.

Y en lo único que debemos imitar a las sanguijuelas demócratas es en criticar con todos los hierros a los usurpadores del poder Biden-Harris. A mi “plin. Levantemos las cabezas, que nadie nos vea deprimidos, los que se sientan alicaídos sacúdanse los polvos de sus camisas, guayaberas y sacos y caminemos juntos ganando la próxima campaña electoral. Aquí no ha pasado nada, solo ha sido un simple revés. La victoria, en Cuba y en USA, será nuestra, la ganaremos nosotros. Se los prometo.