Por Esteban Fernandez Roig

 

Jamás en el parque de Güines un viernes por la noche nadie me dijo: “Estebita, te deseo que tengas un feliz fin de semana”… 

En el país donde yo nací y me crie jamás yo escuchaba eso, y lo cierto es que aquí -después  61 años escuchando “esos deseos”- todavía no me he acostumbrado al “Have a nice weekend”…

Y después, el lunes siempre viene el acostumbrado “How was the Weekend?” Una pregunta de rutina para la cual  nunca he tenido una buena respuesta  porque mis “fines de semanas cubanos” son completamente incompatibles con los demás habitantes del planeta Tierra.

Nunca he sabido que contestar y después llegué a la conclusión de que LO QUE QUIEREN ES DECIRNOS LO QUE HICIERON ELLOS, vaya, que “se fueron de camping, que durmieron en una tienda de campaña, o a la intemperie, que estuvieron pescando en el río Colorado, que escalaron una montaña enorme”.

Al principio yo era sincero, y en abril decía: “Fui al local de la Brigada a conmemorar la invasión”; después en mayo “Fui a celebrar el 20 de Mayo”, y en enero “Fui al restaurante Luminarias con  el Círculo Güinero a honrar el nacimiento de Martí y a celebrar el Día  del güinero ausente”. Y me miraban como si les dijera: “Fui a Marte a saludar a unos amigos marcianos”..

Después comencé a ignóralos o a decirles mentiras: “Estuve en Aspen, Colorado, patinando en la nieve, escalando el Himalaya, en una góndola en Venecia, o retozando con unos canguros en Australia”..

Por lo tanto, no les voy a desear un “Happy Weekend” simplemente que la pasen tranquilos, sanos, sin correr peligros, con sus seres queridos cerca y  vayan echándole naranja agria al guanajo.