Por Esteban Fernández Roig Jr.

 

Eran las 4 de la mañana o ¿eran las 5? Es un seis de enero, creo que era 1956, no he dormido en  toda la noche, estoy al acecho de ver a tres individuos con raros atuendos que supuestamente visitarían mi hogar cargados de obsequios.

Cada ruido me hace saltar en la cama. Ahora hay un silencio absoluto, no oigo nada, pero es mi hermano Carlos Enrique -acostado en una cama contigua a la mía- quien dice “haber sentido un ruido” y me  saca de mi letargo... Nuestros padres, Esteban y Ana María, hacían desesperados  esfuerzos para que nos durmiéramos.

 Les dije “dos camas”, pero a la mía mi madre le llamaba “colombina” y la de mi hermano un “pin pan pun”...

 Los dos estamos asustados, teníamos emociones encontradas, por una parte estábamos ansiosos esperando que nos trajeran regalos, pero por la otra teníamos miedo a tres desconocidos con tres camellos que entrarían en nuestra casa.

Nos preocupaba que no teníamos chimenea ni arbolito y habíamos olvidado ponerle agua, ni galleticas, ni yerba, ni zanahorias a los camellos.

De pronto sentimos tremenda algarabía en las aceras fuera de nuestra casa, en la calle Pinillos, todavía no ha salido el sol.  Niños gritando montados en carriolas, velocípedos, patines y los sonidos inconfundibles que producían los revólveres de fulminantes.

 Corrimos a la sala de la casa, no había nada, fuimos a la saleta, allí había un par de patines, un guante y un bate para mi, y para mi hermano libros, un juego de Monopolio, una carriola y unos mocasines Ingelmo. Eran carmelita.

 Aparecieron en escena nuestros padres, los verdaderos Reyes, ni las gracias les dimos, y salí patinando  por toda la calle Soparda dando 20 traspiés y cayéndome cuatro veces.  Les pasé por delante a Emilio Garcés, a Nolly Mata,  a Magda y Barbarita Fernández, a Daysi Davila y a Miguelito Carvajal.

No paré hasta el parquecito infantil en el Residencial Mayabeque. De lejos saludé a la familia Peña.

Al regresar mi madre le puso mercurio cromo a unos pequeños rasguños en mis rodillas.