Por Esteban Fernandez

 

Comienzo por decirles que jamás, después de 55 años escribiendo, me he considerado "periodista" y mucho menos "escritor". Los más que acepto es que soy "un costumbrista” simplemente porque un gigante del periodismo, Agustín Tamargo (en la foto), me otorgaba ese título.

Mis compatriotas (los verdaderos enemigos del régimen imperante en nuestra patria) me han aceptado de buena gana, y eso yo no lo atribuyo a mis dotes de filosofo, ni de intelectual ni de sabihondo.

Supongo que es por otras razones: 1) Mi constancia, son pocos los que se han mantenido más de 50 años, sin parar, sin tomarse vacaciones, emborronando cuartillas …

2) Porque en mis mal hilvanadas líneas no me las doy de guapo, ni de patriota, ni de héroe. Simplemente soy un anticastrista sincero.

3) Porque mis lectores pueden notar mis buenas intenciones, mi amor por nuestra patria, y que puedo equivocarme, pero jamás miento a consciencia.

4) Porque predico  solamente para mi coro y para  personas que comparten conmigo el amor a su tierra , y para muchos jóvenes qué dentro y fuera de Cuba que se interesan por saber la otra  versión de la historia de la lucha anti castrista...

A la legua se puede notar (por lo menos yo lo veo) quien escribe con el corazón y quienes, para distinguirse, para alcanzar fama y dinero, y lo peor: Para utilizar la causa de Cuba como un peldaño para recibir “grants” y remuneración económica.

Pero, esas son las razones obvias, las fáciles de notar, sin embargo, yo creo que lo único que me distingue de los demás escritores es que: NUNCA COPIO NADA DE NADIE, yo no busco nada en periódicos, ni revistas, ni tutoriales,  ni libros... Todo sale de mi pequeño cerebrito.

Inclusive hasta cuando hablo de José Martí, de Antonio Maceo, de Máximo Gómez, no estoy escudriñando en libros de Historia de Cuba, sino que fabrico, imagino, creo, y escribo lo que pienso sobre ellos, sobre la guerra de Independencia, hasta de Cristóbal

Colón y créanme que a veces fallo...

Fíjense que hace poco metí la pata y dije: “Cuando Maceo se encontró con Martí en la Mejorana lo saludó con alegría y le dijo: “¡Un gusto verlo, Apóstol!”  Nadie me rectificó, y yo me di cuenta que en esa época nadie le decía a Martí “el Apóstol”, sino “el delegado”.

Me dijo antes de morir José Ignacio Rivero (en la foto) ex director del Diario de La Marina: “Tu popularidad se debe a que solo escribes de lo que tú sabes, jamás te metes en camisa de once varas, quizás fracasarías si intentaras  escribir de futbol o de la Revolución Francesa”.

Hace unos días escribí un par de cuartillas sobre "religión" …  Se las di a leer a una brillante y católica amiga y me dijo: “Deja ese tema a los teólogos y doctores de la Iglesia, en eso tú estás frito” …

El tener un discreto éxito lo pudo definir el inteligentísimo Mario Byrne con estas sencillas palabras: “Tú haces buena la frase de ZAPATERO A TUS ZAPATOS".