Por Esteban Fernandez

 

A lo mejor me sale algún ignorante a responderme que Ramiro Valdés es simplemente el encargado de la cibernética en Cuba. Una mansa paloma. Sin embargo, Ramiro Valdés Menéndez es, y ha sido siempre, una fiera rabiosa que merece ser arrastrado por las calles de La Habana.

Ramiro Valdés es un perro de presa que su dueño (ahora Raúl) le pone o le quita la cadena a su antojo. A veces conviene esconder a Ramiro, desaparecerlo por un rato, y ponen en su lugar a cualquier mediocre o hipócrita al frente de la represion y mandan a Ramiro a "no hacer nada", a descansar, a vivir la “dolce-vita”.

Si la cosa se pone un poquito mala enseñan DE LEJOS a la hiena. Es decir, no le dan un cargo definido en el aparato represivo pero lo sientan en todas las tribunas del país. Hasta hace poco lo tenían en el puesto de Ministro de Tecnología o algo parecido. Solo un disfraz.

Al encargado de las cámaras de televisión le dan órdenes específicas de que (por lo menos cada 10 minutos) las enfoque en Ramiro. Eso es todo lo que se necesita para que todo el mundo -incluyendo a la plana mayor del régimen - se preocupe enormemente porque ese es un síntoma de que existe la posibilidad de que le quiten las ataduras al perro de presa.

Y Ramiro no hace nada, no dice nada, está ahí tranquilo, observándolo todo, haciendo muy bien el papel de ser el matón más temido en la historia de nuestro país desde la época de Valeriano Weyler.

Después de Fidel Castro este Ramiro Valdés es el monstruo más perverso que ha dado el archipiélago cubano en toda su historia …

Ni por la mente le pasa actualmente a Raúl Castro ( ni a su hijo Alejandro) eliminarlo, ni mandarlo a ordeñar vacas, porque Ramiro es demasiado H.P. para prescindir de sus servicios. Y se corren mil rumores sobre él, pero no es más que el desespero de un pueblo oprimido de salir de su principal verdugo.

El siempre está ahí aunque no esté ahí. Es como un cuchillo pendiente de un hilo sobre las cabezas de la población cubana. ¡Qué clase de monstruo tiene que ser que hasta Raúl Castro tiene que mantenerlo a prudencial distancia y fuera de la mirada del público!

Raúl no se atrevería jamás a quitarle las estrellas de General ni a envíarlo a dirigir una granja avícola - cosa que pasa allí todos los días con cualquier dirigente- porque sabe que cuando las cosas se pongan duras necesitarían sacar a su chacal para la calle.

Disculpen que lo llame “chacal”, los chacales son unos perritos falderos comparados con es criminal…

Ramiro es, SIN LUGAR A DUDAS, la segunda persona que hay que llevar a la guillotina el día de los cuchillos largos en Cuba. Y eso lo sabe hasta el Comité Central del Partido Comunista de la isla.