Por Esteban Fernandez

 

Esto no es un artículo, es simplemente una curiosidad mía, algo que no he entendido en este triste proceso que hemos vivido los cubanos.

¿Por qué el monstruo que logró convertir a miles y miles de sus compatriotas en asesinos, chivatientes, torturadores, abusadores, esbirros, golpeadores hasta de mujeres vestidas de blanco con unos simples gladiolos en sus manos, solo procreó unos chulampines, vive bien y apolíticos? Yo creo que ni milicianos han sido. ¿No tenía control sobre ellos? Bueno, resulta increíble pensar que el tránsfuga que asesinó, encarceló y controló a millares de cubanos no podía dominar, meter por el aro y controlar a sus retoños.

Incierto que no le hacían caso, su sola presencia lograba que se defecaran en los pantalones, tanto así que no se atrevían a llamarlo “padre” ni mucho menos “pipo, papá ni papi”. Y obligados estaban a llamarlo “comandante”..…Su hermano, -muchísimo más débil física y mentalmente que él- consiguió hacer de su hijo Alejandro en el más brutal de los represores y hoy en día está al frente de la tiranía.

¿No presumen sus apologistas del enorme “carisma” de la bestia?  Sin embargo, ese carisma lo han hecho trisas los que más debían ser atraídos por ese supuesto don: sus hijos. Pero… de eso nada, todos son unos descarados, que prácticamente solo se han ocupado de disfrutar las prebendas del poder y de ser hijos del mayoral de la finca …

¡Cuidado! No vayan a interpretar que yo diga que “son buenos”. Con ese maldito semen no puede salir nada bueno. Es más, yo (con todo respeto) considero que Doña Lina tenía una maldición en la vagina y en sus órganos reproductores …Creo que donde más me acerco a la verdad es cuando me pregunto y respondo: ¿Quién verdaderamente mandaba en Punto Cero? ¿Fidel Castro o su bruja mujer Dalia Soto del Valle?

Porque yo me atrevo a pensar que mientras el tirano andaba fusilando, discurseando, dominando a un país, envuelto totalmente en su egolatría, le importaba tres pepinos lo que sucedía en su casa detrás de la fachada.  Ahí la que cortaba el bacalao era Dalia.

A mi me parece estar escuchando a esa siniestra vieja diciendo: “¡Oye, Fidel, tus mandas en Cuba, pero yo mando sobre los muchachos!”  Vaya, hasta a las muchachitas que Antonio ligaba ella las sacaba de sus predios a escobazos.

Y le ruego a cualquier compatriota que tenga alguna información al respecto que los delate como apapipios del régimen que me lo diga porque yo quisiera que el día de la liberación poderles dar ceiba y soga  a toda la familia Castro en pleno.