Por Esteban Fernandez

 

Una de las incógnitas mayores en mi vida es mi falta absoluta de cambios. Mi vida es una constante desde que tengo uso de razón. "Trespatines" y Guillermo Álvarez Guedes siguen siendo los que mas me hacen reír hasta después de muertos. Imposible es encontrar una persona que me pueda acusar de: “Tú manifestastes esto públicamente en 1965, y en 2021 dices todo lo contrario”.

Conmigo no hay “palo pa’rumba”. Lo que para mí era malo o indecente cuando tenía 15 años sigue siendo malo e indecente en la actualidad.

Me interesa tres pepinos que las cosas hayan cambiado y avanzado radicalmente y que hasta las leyes y la sociedad acepten como normales las cosas que cuando yo era un muchacho mis padres me inculcaron que eran depravaciones humanas. ¿Cuantas bicicletas de diferentes marcas se han fabricado en el mundo en 70 años? Y yo sigo aferrado a que "la mejor es la Niágara" y que los mejores cantantes son el Benny Moré y Abelardo Barroso... Sigo adorando a Celia Cruz y a Blanca Rosa Gil...

Insisto en lanzar 10 carcajadas ante cada viejo episodio de "La Tremenda Corte" con Leopoldo Fernández y "Luz María Nananina, aquí como todos los días"... Para mi el mejor carro fabricado sigue siendo el Chevrolet del 56...

El buen amigo Luis Conte Agüero me invita a un almuerzo del Partido Ortodoxo en Miami y le respondo: "¡Oh, no, yo sigo siendo Auténtico!" Simplemente porque mi padre lo fue.

Políticamente estoy contantemente repitiendo exactamente lo mismo que dije desde el momento en que Fidel Castro instaló una tiranía en nuestro país.

Todavía considero que el mejor postre es un trozo de dulce guayaba con queso amarillo...Sigo con las mismas preferencias en la música, la comida, mi indumentaria, mis programas preferidos de televisión, las películas, y mientras el mundo en pleno cambia y se moderniza sus gustos, yo sigo aferrado al son montuno, al tasajo, a las croquetas, a las papas rellenas, al ajiaco, al Casino de la Alegría, a La taberna de Pedro el polaco y a Jueves de Partagás. Fiel eternamente al Club Almendares y a los Yanquis de New York, y todavía puedo discutir con mis amigos Habanistas y simpatizantes de los Dodgers de Los Angeles.

Si a los 20 años ustedes me hubieran preguntado y ahora se interesan de nuevo por saber: ¿Cuál es mi plato preferido? La respuesta hubiera sido exactamente la misma: Arroz con pollo a la chorrera y la paella. Sin jamás desdorar una frita con guarapo...Y si la comida que me sirven no me agrada revivo la solución que le daba mi madre a eso cuando yo tenía cinco años de nacido: resuelvo con un poquito de arroz blanco con dos huevos fritos por encima, una lasca de aguacate y plátanos maduros fritos.