Por Esteban Fernandez

 

La sorpresa más grande para los cubanos residentes en la Isla es cuando llega de visita el pariente procedente del exilio, después de haber crecido aquí y ¡actúa y se comporta más cubano que ellos que no han salido del barrio donde nacieron!

En Cuba la abuela le advierte a toda la familia: “Va a venir Joseito, el salió de aquí siendo un muchachito, ha vivido toda su vida en Miami, no se vayan a burlar de él si no habla bien el español o se le han olvidado las costumbres nuestras”...

Pero... desde que Pepito se baja por la escalerilla del avión ya toda la parentela se queda fría cuando lo ven vestido con una guayabera, una manilla de oro de18 quilates, un cadenón en el cuello con la Virgen de la Caridad del Cobre...

Discretamente el primo le va a dar la mano pero Joseito le suena un abrazo y le dice: “¿Qué pasó ásere , qué volá? que grande te has puesto caballo, esta noche nos vamos a la Bodeguita del Medio para darnos un par de palos”...

Los primos que viven en Cuba han ido a recibir a Pepito con unos “pull overs” que dicen “I Love New York” y una de las muchachitas trae un pantalón de mecánico que en una nalga trae un parche de la banderita americana, mientras tanto Joseito dice: “¡Compadre, que calor hay aquí!” y se quita la guayabera y se queda en una camiseta que dice: “Proud to be cuban”...

En el aeropuerto Joseito se detiene unos instantes a observar una enorme foto de José Martí y la primita le pregunta: “Joe ¿tú te acuerdas de ese hombre?” y Pepito le responde: “Claro que si, si mi padre me regaló una Enciclopedia Martiana y me obligó a aprendermela de memoria”... Y la primita le contesta: “Pues aquí lo que dicen los pinchos es que él fue el precursor del ataque al cuartel Moncada”....

En el Taxi que los lleva a Arroyo Arena le preguntan: “Joe ¿allá en el Norte tú conocíste a Michael Jackson?”... Sorprendido y molesto Joseito les responde: “¿De dónde ustedes sacan que yo voy a conocer al tipo ese? es más, yo lo que les traigo de regalo son unos discos que compré en New Jersey de Vicentico Valdés y de Barbarito Diez”...

Sorprendidos le dicen: “Chico, ¡que equivocados estábamos nosotros, ya nos creíamos que tú te habías convertido en un americano allá en la Yuma!” y Joseito, muerto de la risa, les contesta: “Qué va, de eso nada, si el último americano con el cual tuve que hablar Inglés fue en Hialeah, en el año 88, y le dije “Fill it up” para que me le echara gasolina al carro”...

Horrorizados se quedan todos los miembros de la familia cuando llegan a la vieja y destartalada casa donde nació Joseito y éste llorando se tira del carro y se arrodilla a besar la tierra del jardín de la entrada.

Ellos, que detestan esa pocilga, que odian al pueblo y al barrio donde tanta hambre, miseria y persecución han sufrido, se quedan estupefactos ante ese “ritual patriótico” de quien ellos suponían que a estas alturas ya era más “americano” que Donald Trump...

Joseito dice: “Por favor, alguien que me traiga tres cartuchos para llenarlos de tierra, uno para mi , uno para papá, y otro para mi sobrinita que tiene dos años y nunca ha visto tierra cubana”...

De pronto Pepito se va montar de nuevo en el carro y al tirar la puerta se aplasta un dedo y grita: “¡Shit!” y todos ríen complacidos al notar que por lo menos UNA PALABRITA EN INGLÉS aprendió Pepito en el Norte”...