Por Esteban Fernández

 

El Partido Comunista cubano estaba divido en dos alas: La pública y politiquera, ahí estaban Blas Roca, Lázaro Peña supuestamente dedicados a defender a los obreros, el intelectual con cara bonachona Juan Marinello, Salvador García Agüero, y muchos conocidos más. No eran mas que unos zapingos.

Los cubanos creíamos que eran unos infelices, unos pobres diablos, y hasta podíamos llegar al extremo de en determinados casos considerarlos buenas personas.

Pero existía en nuestro país una sección del Partido que desconocíamos por completo. En el caso del general cubano de la KGB soviética Osvaldo Sánchez estaba prohibido a los militantes mencionar su nombre. Si había que hablar de él era mencionado como "La Bestia Rusa"...

Era gente de arranca pescuezos, fieros, algunos no eran ni cubanos. Otros como Manolo Ortega (aquel de los noticieros de la CMQ y anunciante de la Hatuey) era cubano, de Ciego de Ávila, pero al participar en la guerra civil española se convirtió en un agente del Kremlin.

Otros fueron Isidoro Malmierca Peoli, Carlos Baliño, José Matar, Ramón Nicolau, Sixto Batista, Félix Fleites, Ramón Mercader y EL GENERAL ESPAÑOL ENRIQUE LISTER .

Era la rama del Partido que no participaba en la política nacional sino en la violencia. Alrededor de ellos se rodearon de matarifes quienes, entre miles de barbaridades más, se aparecían a los actos de los partidos tradicionales -Auténtico y Ortodoxo- con cabillas envueltas en papeles de periódicos los atacaban...

Cuba, desde el inicio de la Tercera Internacional, fue el objetivo principal, la presa ideal, de ese monstruo llamado COMUNISMO... Se encarnaron en nuestra nación.

Y nos cayó encima un verdadero enjambre de degenerados hijos de hienas . Le cayeron arriba a un país y a un pueblo inocente...

Al triunfo de la revolución se mantuvieron en la sombra. Sólo veíamos a los comunistas públicos y notorios ocupando cargos en las ORI (Organizaciones Revolucionarias Integradas) mientras ellos se ocuparon de asesorar a Fidel Castro y a sus Comandantes mas fieles en la creación de los Aparatos de Terror que hoy todavía nos subyugan.

Lo primero que hicieron fue MANDAR PARA LA ESCUELA a los verdaderos futuros esbirros en la URSS, en China, en Checoslovaquia. Principalmente la STASI alemana fue la mejor maestra. Arnaldo Ochoa y Raúl Menéndez Tomasevich para la academia militar soviética.

Estos fueron los maestros de los barbudos, aquí los vemos (en la foto) en el entierro de Blas Roca, fueron los que verdaderamente implantaron el comunismo en Cuba. Aquí están Fabio Grobart, Ramón Nicolau, Manolo Ortega y la plana mayor de los veteranos de la Guerra Civil en España