Dr. Oscar Elías Biscet
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Presidente del Proyecto Emilia
Medalla Presidencial de la Libertad
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La fuerza del amor trasciende a la persona misma enriqueciendo a la vida; por eso el poeta tenía razón cuando expuso que “Fuerte como la muerte es el amor “. En ese sentimiento de amor filiar rayando en el altruismo, una madre cubana se declarará en huelga de hambre por la liberación de su hijo inocente, encarcelado por la tiranía castrocomunista.
La madre Bárbara Farrat Guillén reclama ante las autoridades cubanas y el mundo la inocencia de su hijo Jonathan Torres Farrat, en los sucesos de la rebelión popular del 11 de julio de 2021 (11J) y defiende que su vástago solo se expresó públicamente y que es una injusticia su encarcelamiento, sobre todo cuando su hijo es aún un adolecentes de tan solo 17 años.
El régimen castrosocialista en la voz de su máximo exponente, el jefe del Partido Comunista de Cuba y del Estado, el designado sucesor Miguel Díaz-Canel Bermúdez, cumple la predica continuista fidelista de encarcelamiento a toda persona que ejerza el libre pensamiento, sin importar la edad de los manifestantes, sea niño o anciano. Lo cierto es que el cabecilla Díaz-Canel quiere dar un escarmiento para silenciar las voces juveniles disidentes de su pueblo.
Durante las manifestaciones pacíficas del 11J seis decenas de adolescentes fueron presos por sus ideas cívicos humanitarias ejercidas a través de la libertad de expresión, incluso un grupo de niños de 14 y 15 años, quienes nunca tuvieron antecedentes penales. Estos son los infantes prisioneros políticos de la dictadura de Cuba.
No solo fueron sacados a las fuerzas de la protección filiar de sus hogares, sino que en las condiciones de encarcelamiento vulnera su psique en desarrollo y conduce a trastornos mentales y de personalidad. Sabemos de la negación del contacto familiar, las golpizas y tratos crueles y degradantes, torturas a estos niños en esos centros penitenciarios cubanos.
El encarcelamiento de los niños de las manifestaciones pacíficas del 11J es una muestra del desprecio a los que piensan diferentes y violentan los instrumentos humanitarios internacionales sobre la infancia, como La Declaración de Los Derechos del Niño, de la ONU, 1959.
Aquella, con el objetivo expreso en su cuerpo documental escrito de que “El niño es reconocido universalmente como ser humano que debe ser capaz de desarrollarse física, mental, social, moral y espiritualmente con liberta y dignidad”. Esa declaración humanitaria de protección a los niños fue rubricada por el régimen castrista; que con el encarcelamiento de niños y menores de edad violenta sus propios compromisos con la comunidad internacional y específicamente con el pueblo cubano.
Por medio de sus redes sociales, la Madre Farrat anunció la huelga de hambre a favor de la libertad de su hijo, será el próximo 11 de diciembres y dará la dirección del lugar para que las personas que lo deseen asistan en solidaridad. Antes esta madre había realizado dos ayunos, el pasado noviembre, pero por la falta de respuesta oficial haría una huelga de hambre y de sed
La madre le dice a su hijo que “De suceder alguna tragedia, nunca te eches la culpa de nada. A tu poca edad eres un joven valiente y tu hiciste lo correcto. Nunca permitas que te digan lo contrario, lucha siempre por tus derechos, más ahora que eres padres, siempre recuerda que por ti vivo y, si es necesario, por ti muero”. Finaliza la progenitora.
Realmente inquebrantable es el amor como la muerte e incluso superior a la muerte, llena de un frío vacío está la muerte y el amor de la calidad y frescura de la vida. En conciliábulo con la muerte está la tiranía de Castro Díaz-Canel y continua con su arrogancia e indiferencia a las peticiones de una madre que ruega por su hijo y la expone al más difícil martirio, el de la huelga de hambre.
Es importante evitar un desenlace desafortunado en esta terrible desgracia de un ayuno total y no estar insensibles a esa traumática realidad del justo clamor de una madre. Por lo que se necesitará de manera firme e imperiosa la solidaridad de los cubanos amantes de la libertad y la justicia y asimismo de la comunidad internacional.
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