Por Angélica Mora.

Nueva York

 

“Cuando llueve, truena”...

Y hoy, a los males que azotan la humanidad, se agrega la viruela del mono, una enfermedad viral que surgió de un momento a otro y ha sorprendido por lo rápido que se ha extendido por el mundo. Se la denomina viruela del mono o símica porque se identificó por primera vez en colonias de monos a mediados del siglo pasado, y luego saltó hacia los humanos. Culpan a relaciones sexuales de la extensión del contagio, pero los científicos no han comprobado esta teoría.

Los países que han reportado casos hasta el momento son  Australia, Alemania, Bélgica, Canadá, España, Portugal, Italia, Estados Unidos, Suecia, Francia y el Reino Unido. La viruela del mono es una enfermedad zoonótica viral, lo que significa que puede transmitirse de animales a humanos. También se puede propagar entre las personas a través del contacto directo. El número de lesiones en una persona puede oscilar entre unas pocas a estar cubierta por las pústulas.

El primer caso de viruela del mono fuera de África se detectó el 7 de mayo en Reino Unido Desde ese momento, al menos 15 los países reportaron la enfermedad, entre casos confirmados y sospechosos. La primera nación en América Latina en notificar la presencia de esta patología dentro de su territorio fue Argentina.

La Organización Mundial de la Salud, OMS, informó que, hasta el 21 de mayo, se notificaron 92 casos confirmados por laboratorio y 28 casos sospechosos de viruela símica en el mundo. Antes del actual brote, se habían notificado casos humanos de viruela del simio en el continente africano.

El contagio se produce por el contacto cercano con la piel de un afectado o con las mucosas. Este contacto debe ser íntimo y prolongado. El período de incubación de la enfermedad (tiempo desde la infección al inicio de los síntomas) suele ser de 7 a 14 días, aunque puede variar entre 5 y 21 días.

La mayoría de las infecciones se han detectado en hombres jóvenes, aunque el virus afecta por igual a hombres y mujeres.

La Organización Mundial de la Salud señala que el contacto estrecho con otros pacientes constituye el factor de riesgo más importante de infección.  Como la viruela del simio se propaga a través del contacto cercano, por eso la respuesta sanitaria debe enfocarse en las personas afectadas y sus contactos cercanos. Las personas que interactúan estrechamente con alguien que es infeccioso corren un mayor riesgo de infección: esto incluye a los trabajadores de la salud, los miembros del hogar y las parejas sexuales.

“Ante la falta de un tratamiento o vacuna específicos (aunque sí se recetan antivirales), la única manera de reducir la infección en las personas es advertirlas sobre los factores de riesgo y educarlas acerca de las medidas que pueden adoptar para reducir la exposición al virus”.

Para evitar el contagio, la Organización Mundial de la Salud,OMS, recomienda:

  • Es importante reducir el riesgo de transmisión de los animales a las personas. Es necesario evitar cualquier contacto con roedores y primates y limitar la exposición directa a la sangre y la carne animal que va utilizarse como alimento, además siempre debe cocinarse bien antes de consumirla.
  • Hay que velar por reducir el riesgo de transmisión de persona a persona. Es necesario evitar el contacto físico estrecho con las personas infectadas por el virus de la viruela del mono. Para asistir a los enfermos se deben usar guantes y equipo de protección. Hay que lavarse las manos sistemáticamente después de atender a un enfermo. Se recomienda aislar a los pacientes en su casa o en centros de salud.

MORTAL?

Felizmente, en la mayoría de los casos, los síntomas de la viruela símica desaparecen por sí solos en unas pocas semanas, pero en algunas personas pueden provocar complicaciones médicas e incluso la muerte.

Los recién nacidos, los niños y las personas con inmunodeficiencias subyacentes pueden correr el riesgo de sufrir síntomas más graves y morir por la viruela del simio.

Las complicaciones de los casos graves de viruela del simio incluyen infecciones de la piel, neumonía, confusión e infecciones oculares que pueden provocar la pérdida de la visión. Según la OMS, “la tasa de mortalidad ronda del 3 al 6% de los casos en países endémicos, habitualmente en niños o personas que pueden tener otras afecciones de salud. Es importante tener en cuenta que esto puede ser una sobreestimación porque la vigilancia en países endémicos es limitada”.

TRATAMIENTO

No existe un tratamiento antiviral específico. Los síntomas de la viruela del mono generalmente incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y erupciones o lesiones en la piel.

Los síntomas suelen durar entre dos y cuatro semanas y desaparecen por sí solos sin tratamiento. La erupción generalmente comienza dentro de uno a tres días del comienzo de la fiebre. Las lesiones pueden ser planas o ligeramente elevadas, llenas de líquido transparente o amarillento, y luego pueden formar costras, secarse y caerse. La erupción tiende a concentrarse en la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies. También se pueden encontrar en la boca, los genitales y los ojos.

Los síntomas de la viruela del mono habitualmente se resuelven solos sin necesidad de tratamiento. Es importante cuidar la erupción dejándola secar si es posible o cubriéndola con un vendaje húmedo para proteger el área si es necesario. Además, hay que evitar tocar cualquier llaga en la boca o los ojos.

La OMS señala que pueden usarse enjuagues bucales y gotas para los ojos siempre que se eviten los productos que contienen cortisona. Las personas que previamente han recibido la vacuna contra la viruela también tendrán cierta protección contra la viruela del simio, señala la OMS. Sin embargo, las vacunas originales contra la viruela ya no están disponibles para el público en general, y es poco probable que las personas menores de 40 a 50 años hayan sido inmunizadas, ya que la vacunación contra la viruela terminó en 1980 después de convertirse en la primera enfermedad en ser erradicada.

CULEBRILLA

No hay que confundir el mal con "shingles", chickenpox o herpes, o simplemente "culebrilla". La culebrilla o herpes zóster es una erupción de sarpullido o ampollas en la piel. Es causada por el virus de la varicela-zoster, el mismo que causa la varicela. Después de tener varicela, el virus permanece en su cuerpo. Puede que no cause problemas por muchos años, pero a medida que envejece el virus puede reaparecer como culebrilla.

La culebrilla no es contagiosa, pero alguien con culebrilla puede contagiar la varicela. Si nunca ha tenido varicela ni se ha puesto la vacuna contra la varicela, trate de mantenerse alejado de alguien que tenga culebrilla. Si usted tiene culebrilla, trate de evitar acercarse a quienes no hayan tenido varicela o no se hayan puesto la vacuna contra la varicela, o cualquier persona que pueda tener un sistema inmunitario débil.

¿QUIÉN ESTÁ EN RIESGO DE TENER CULEBRILLA?

Cualquier persona que haya tenido varicela corre el riesgo de padecer culebrilla. Pero este riesgo aumenta a medida que envejece. La culebrilla es más común en personas mayores de 50 años. Las personas con sistemas inmunitarios débiles corren un mayor riesgo de tener culebrilla.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo hoy que hay que esperar que sigan apareciendo casos de viruela del mono, una enfermedad que se ha detectado en los últimos diez días en doce países, pero cuyo foco y ruta de contagio todavía no ha podido establecerse.

“La situación está evolucionando de tal modo que la OMS cree que habrá más casos de viruela de mono que se identifiquen a medida que la vigilancia se extiende en países que no son endémicos”, señaló la organización en una nota epidemiológica. La OMS anunció que está elaborando nuevas orientaciones para los países sobre cómo mitigar la propagación de la viruela del mono, ante la preocupación de que los casos puedan aumentar en los meses de verano.

Un experto culpó de la expansión de la viruela del mono a masivas fiestas y a los contactos sexuales que posiblemente habrían ocurrido. El doctor David Heymann, exdirector del departamento de emergencias de la OMS, dijo que la principal teoría para explicar la propagación de la enfermedad es la transmisión sexual en dos fiestas celebradas en España y Bélgica.

La enfermedad no había provocado grandes brotes en el pasado fuera de África, donde es endémica en animales. “Sabemos que la viruela puede expandirse cuando hay contacto estrecho con las lesiones de alguien que está infectado, y ahora parece que el contacto sexual ha amplificado esa transmisión”, señaló.

La viruela del mono suele causar fiebre, escalofríos, sarpullido y lesiones en el rostro o los genitales. Puede expandirse por el contacto estrecho con una persona infectada, su ropa o sus sábanas, aunque por el momento no se ha documentado la transmisión sexual. La mayoría de la gente se recupera de la enfermedad en unas semanas sin necesitar hospitalización.

Las vacunas contra la viruela, una enfermedad relacionada, también son efectivas para evitar la viruela del mono, y se están desarrollando medicamentos antivirales. La OMS dijo que el brote es “atípico” y dijo que el hecho de que se vean casos en tantos países diferentes sugiere que la enfermedad podría llevar un tiempo circulando desapercibida.

Se advierte que con la llegada del verano al continente, los actos masivos, festivales y fiestas podrían acelerar su propagación. La asesora médica jefe de la Agencia Británica de Seguridad Social, la doctora Susan Hopkins, dijo esperar que se identificaran nuevos casos de viruela del mono en el país “cada día”. Como se ve, si los científicos no le ponen freno, el nuevo mal llegó para quedarse, junto a la pandemia.