Por Angélica Mora

Nueva York

 

Los que tienen que redactar la nueva constitución chilena no saben -o no quieren reconocer- en el "berenjenal" en que se han metido.

Los líos por las interpretaciones a los diferentes acápites de la nueva Carta Magna, están a la orden del día. Para comenzar hay -de partida- cinco explicaciones y análisis de lo que es "plurinacionalidad". Y no paren de contar.

La opinión publica chilena está más que confundida con todo el embrollo.

 El laberinto se abre en ramas... y nadie entiende nada de nada de la nueva constitución, que reemplazará a la  de Augusto Pinochet de 1980.

HISTORIA

En noviembre de 2019, como consecuencia las violentas manifestaciones ciudadanas de octubre y noviembre, el gobierno de Sebastián Piñera cedió y anunció un acuerdo político para generar una eventual nueva Constitución.

Esto implicó un plebiscito de entrada, que se desarrolló el 25 de octubre de 2020. En dicha consulta los ciudadanos aprobaron redactar una nueva Carta Magna que reemplazará a la actual constitución.

A la vez, se decidió su redacción mediante una Convención Constitucional, cerrando el proceso con un plebiscito ratificatorio en 2022. En abril de 2015, la presidenta Michelle Bachelet anunció que en septiembre del mismo año iniciaría un proceso constituyente para la redacción, discusión y eventual aprobación de un proyecto, que pretendía reemplazar a la Constitución de 1980. Sin embargo, tras terminar su mandato,, la Mandataria reconoció (que aquel proceso)  "no lo logramos concluir a cabalidad".

"PLURINACIONALIDAD"

Investigadores están confundidos sobre las interpretaciones de lo que significa "plurinacionalidad". Los alcances del concepto, incluido en el artículo uno del borrador constitucional, se prestan para un acalorado debate. No son pocas las voces que han apuntado a que el término ha generado "confusión, en el público en general. Académicos y abogados tienen ahora el tremendo dolor de cabeza de profundizan en las definiciones de numerosos artículos.

"Chile es un Estado Social y Democrático de Derecho. Es "plurinacional, intercultural y ecológico señala el artículo 1 del borrador de la nueva Constitución, aprobado ---alegremente--- por el pleno de la Convención el pasado 12 de abril. En marzo pasado ya se había aprobado definir a Chile como un estado "Plurinacional e Intercultural" que reconoce la "coexistencia de diversas naciones y pueblos en el marco de la unidad del Estado y la libre determinación de los pueblos".

Un siguiente articulado también fija los derechos de los pueblos y naciones indígenas preexistentes y sus miembros, como "el pleno ejercicio de sus derechos colectivos e individuales, "la autonomía y autogobiernos, el reconocimiento de sus tierras, territorios (...)  y participar plenamente, si así lo deseen, en la vida política, económica, social y cultural del Estado". Esto no ha parado las revueltas indígenas en el sur del país..

 Alfredo Iturriaga Dar, es un lector de El Mercurio de Santiago de Chile  y opina: "... Dar, dar, todo esto de la plurinacionalidad es dar derechos a estas minorías étnicas". "En ninguna parte he leído cuáles serán sus deberes como miembros políticos de este país..." "Porque si no lo sabían, los derechos van necesariamente de la mano con las obligaciones. No pueden existir los derechos si no existen las obligaciones, pero de esto último, nadie se pronuncia..."

Mientras tanto, la popularidad del nuevo presidente, Gabriel Boric, desciende cada día. La desaprobación de su gestión es más de un 30 por ciento, desde que inició el mandato. Pero hay algo más:

Ahora la presión por el aumento del rechazo a la propuesta constitucional que elabora la Convención Constituyente llevará al gobierno de Boric a gastar más de 400 millones de pesos chilenos ---equivalente a casi medio millón de dólares--- para intentar revertir la tendencia, antes del denominado plebiscito de salida del 4 de septiembre, en el que se decidirá si se aprueba o rechaza la nueva Constitución.

De este modo, que probablemente no dejará contento a nadie, los chilenos tendrán la última palabra...