Por Alfredo M. Cepero

Director de www.lanuevanacion.com

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Con un capital de 273 billones de dólares—si billones con B—Musk duplica el capital de Jeff Bezos y posee 90 veces el capital de Donald Trump.

Twitter es, sin lugar a dudas, el arma más poderosa de la izquierda para callar a la derecha. En un contraste alucinante, esa izquierda ha silenciado a presidentes y dado voz a muchos tiranos. De hecho, Twitter se ha convertido en un Frankestein que ni siquiera su creador, Jack Dorsey, ha podido controlar. Cuando Dorsey se dio por vencido, una banda de fanáticos tomó a Twitter por asalto y procedió a promover su agenda de izquierda y a cerrarle el camino a la derecha.

Pero ocurrió lo inesperado, un león con el poder galáctico de Elon Musk ha decidido confrontar al Frankestein y reclamar su título de Rey de la Selva. ¿Quién es este hombre? Musk es—aunque todavía un hombre relativamente joven de 50 años—un legendario hombre de negocios que construye cohetes y automóviles eléctricos en sus compañías Tesla, SpaceX, and brain-chip startup Neuralink. Esto lo ha convertido en el hombre más acaudalado del planeta Tierra. Con un capital de 273 billones de dólares—si billones con B—Musk duplica el capital de Jeff Bezos y posee 90 veces el capital de Donald Trump. No es necesario decir más.   

Durante la prosperidad del mercado en el 2020, su capital aumentó en casi 158 Billones en el plazo de un solo año. En uno de sus tweets el mes pasado Musk declaró: “La libertad de expresión es fundamental en una democracia que funcione.” Con esta declaración Elon Musk puso a temblar a la izquierda vitriólica y se convirtió en la última esperanza de salvar a la democracia americana.

MUSK ES MÁS QUE UN CAPITALISTA

En un tweet a sus 80 millones de seguidores Musk formuló la siguiente pregunta: “¿Piensan ustedes que Twitter sigue el principio de promover la libertad de expresión?”. La respuesta fue categórica: “No. No lo sigue”. Por lo tanto, Elon Musk sabe algo sobre Twitter que el americano promedio no sabe. Musk sabe que Twitter es el más importante foro para la libertad de expresión, posiblemente en todo el mundo.

Cabe entonces la pregunta de: ¿Por qué está tan empeñada la izquierda en impedir que la derecha hable? Respuesta: Porque ellos saben que nuestra voz es una amenaza a su poder absoluto. Nosotros podemos elegir a Donald Trump si se nos viene en ganas. Hagámoslo. Pero la izquierda del Partido Demócrata puede condenarlo al silencio. Entonces, ¿qué nos dice eso? ¿Quién tiene más poder, los votantes o las compañías de los medios sociales que controlan la información que reciben esos votantes? No hay lugar a dudas sobre quién es el más poderoso.

LA TOMA DE LA BASTILLA

La toma de la Bastilla en París el martes 14 de julio de 1789 es considerada como el estallido de la Revolución Francesa. A pesar de que la fortaleza solo custodiaba a siete prisioneros, su caída en manos de los revolucionarios parisinos supuso simbólicamente el fin del Antiguo Régimen y el punto inicial de la Revolución Francesa.

LA BASTILLA DE LA IZQUIERDA.

Twitter y sus manipuladores demócratas confrontan ahora, como la Bastilla parisina, la revolución de un pueblo cansado de su control autocrático. Hasta Jack Dorsey, su creador, no pudo poner fin a la censura y se retiró de la compañía. En su lugar quedó un fanático que castiga con la mordaza a quienes discrepan de él. Parag Agrawal, un indo-americano es el nuevo presidente de Twitter. Nacido hace 37 años en la India es un convencido y dedicado promotor de la censura contra la derecha política. Con este fanático en el timón de Twitter ni el ex presidente Donald Trump ni los senadores republicanos Rand Paul y Ron Johnson tienen la más mínima esperanza de ser admitidos de nuevo a Twitter. Sin embargo, terroristas como el líder supremo de Irán el Ayatollah Ali Khamenei, utilizan Twitter en varios idiomas para despotricar contra la derecha sin que jamás lo hayan suspendido.

¿DÓNDE RADICA EL PODER DE LOS OPERADORES DE TWITTER?

De acuerdo con la ley que lo creó, Twitter es considerado como una plataforma y no como un publicista. Según la Sección 230 de la Ley sobre Decencia en las Comunicaciones, las plataformas de internet—descritas por la ley como “servicios interactivos de computación”—no pueden ser tratadas como publicistas o transmisores de contenido proporcionados por parte de sus usuarios.

Esto quiere decir que cualquier cosa que un usuario publique en la plataforma de la página Web no creará una responsabilidad legal para dicha plataforma, por muy vulgar, difamatoria, peligrosa o aborrecible que sea la publicación. Esto no es otra cosa que una licencia para el terrorismo mediático y tiene que ser cambiado. Los republicanos han dicho que le pondrán frenos a Twitter después de la pateadura que ellos vaticinan que darán a los demócratas en las parciales de noviembre de este año.

LA ESPERANZA DE SALVACIÓN

Pero la salvación podría llegar antes de las elecciones parciales del mes de noviembre. Todo parece indicar que Elon Musk tomará el control de Twitter y pondrá fin a la censura en esa plataforma. Ahora bien, ¿por qué debe de estar interesado el lector en que se ponga fin a la censura en Twitter? Además, ¿No es este un asunto tecnológico? Y, en última instancia, ¿Quién puede estar interesado en los medios sociales? Mi respuesta. Si eso llegara a ocurrir seríamos testigos de un regreso a la libertad de expresión en los Estados Unidos y nada sería más importante que ese acontecimiento para el funcionamiento de una genuina democracia.

“LA OFERTA QUE NO PUEDE SER RECHAZADA”.

En la obra de “El Padrino”, Don Vito Corleone repitió en varias ocasiones la frase: “I'm gonna make him an offer he can't refuse” Esa es precisamente la oferta que ha hecho Alan Musk a los actuales ejecutivos de Twitter. Por primera vez en muchos años, los americanos serán capaces de hablar con honestidad y sin miedo sobre sus líderes. Serán capaces de sostener el tipo de intercambio que fortalece a una democracia. Musk es dueño en este momento del 9 por ciento de las acciones de Twitter. Y la semana pasada envió una carta a los ejecutivos de Twitter ofreciendo 41 billones de dólares—de nuevo con B—para convertirla en una compañía privada.

Ante la oferta de Musk se produjo un alza en el mercado y el 14 de abril, las acciones de Twitter aumentaron a un valor de 45.08 por acción. Musks ha propuesto pagarlas a 54.20 por acción. Los fanáticos de la izquierda dentro de Twitter no quieren perder el control de su arma de censura a la derecha. Pero tienen un gigantesco problema que consiste en: ¿Cómo van a explicarles a sus accionistas que han rechazado una oferta que los beneficia a todos?

LA IZQUIERDA NUNCA SE DA POR VENCIDA.

En esta encrucijada cabe preguntarnos: ¿De qué manera Twitter, que es una compañía pública, se enfrentará a una toma hostil por parte del hombre más acaudalado del mundo? Lo primero que Twitter ha hecho es buscarse el apoyo de los medios corporativos. Porque esos medios saldrían tan perjudicados como el Partido Demócrata si Musk se adueñara de Twitter. ¿Qué es lo que están haciendo? No tengo que decírselos. Han acusado a Musk de ser un racista.  

La Administración Biden, por su parte, está consciente del peligro y ha comenzado a tomar medidas para intimidar a Musk. La SEC—Comisión de Valores y Bolsa en español—y el Departamento de Justicia han lanzado lo que describen como “una investigación conjunta” en una variedad de cuestiones regulatorias de Musk, principalmente su compañía Tesla. Así que, de pronto, el partido político que es financiado por oligarcas como Jeff Bezos nos está advirtiendo que es peligroso que la gente rica tenga demasiado control  sobre la libertad de expresión. ¡No me digan! Facebook está controlado por una sola persona, Mark Zuckerberg; pero eso no es una amenaza porque Mark Zuckerberg, se siente muy feliz financiado al Partido Demócrata, al que le donó 500 millones de dólares en las últimas elecciones presidenciales.

Por mucho que lo repita, es posible que yo esté subestimando el impacto de esta movida de Musk sobre Twitter. Este hombre se está jugando el todo por el todo cuando se enfrenta a los recursos del gobierno más poderoso del mundo,  manejado en estos tiempos por la banda de forajidos más corruptos de la galaxia. Si la libertad de expresión es restaurada—aunque sea a una plataforma social como Twitter—el circo entero se viene abajo. Eso sería el “tiro de gracia” para las criaturas del pantano de Washington.

4-19-22

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