Desde diciembre de 2015 se anunció que la frustrada Central Electronuclear de Juraguá acogería los desechos peligrosos del país.
Inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) estuvieron en la inacabada Central Electronuclear de Juraguá (CEN) de Cienfuegos, para comprobar el estado de sus instalaciones, reportó el periódico oficial Tribuna de La Habana.
De acuerdo al ingeniero de la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental (ORSA), Jorge Luis Paredes, los especialistas verificaron el estado de clausura de la instalación que dejó de construirse a principios de los años 90.
Los inspectores estuvieron acompañados por especialistas de los Ministerios de Industrias (MINDUS) y de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
Los reportes oficiales cubanos señalan que los miembros de la OIEA "comprobaron el alto grado profesional y la transparencia de las autoridades cubanas en su gestión de salvaguardias de materias nucleares".
Según la Agencia cubana de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada (AENTA) esta inspección se produjo el 13 de junio. La OIEA no ha publicado información al respecto ni en su página web ni en sus redes sociales.
De acuerdo a Tribuna de La Habana, el ingeniero Jorge Luis Paredes "anunció" que la Dirección Integrada de Proyectos del MINDUS planifica la reconversión y habilitación del lugar como confinatorio nacional de desechos peligrosos.
Resulta que desde diciembre de 2015 el Centro de Inspección y Control Ambiental (CICA) dijo que en Juraguá se hacían "remodelaciones" para la acogida de sustancias peligrosas. Siete años después aún siguen esas planificaciones en un lugar marcado por lo inacabado.