La aerolínea opera tres vuelos semanales desde varias ciudades canadienses con destino al aeropuerto internacional de Cayo Coco.

La aerolínea canadiense Air Transat reanudó sus operaciones desde ese país hacia Cuba, con un vuelo el pasado 17 de febrero que arribó al aeropuerto internacional de Cayo Coco, en Jardines del Rey, Ciego de Ávila.

Según un reporte de la oficial Prensa Latina, las operaciones de la compañía fueron interrumpidos por la pandemia de Covid-19 y ahora se retoman en la actual etapa turística con tres vuelos semanales hasta la terminal de la cayería norte de Ciego de Ávila.

El jefe de operaciones de la terminal aérea, Néstor Rodríguez, señaló tres itinerarios diferentes que incluyen las ciudades de Halifax, Toronto y Montreal para totalizar cada semana 20 vuelos procedentes de Canadá, además de otros provenientes de Rusia y Argentina.

Según el medio oficial, tanto el aeropuerto como las instalaciones hoteleras y de recreo del polo Jardines del Rey refuerzan los protocolos de bioseguridad establecidos por el Ministerio de Salud Pública para evitar la transmisión del coronavirus.

Las autoridades calificaron el incremento de turistas hacia la cayería norte de la región central de Cuba como muestra de "la seguridad y confiabilidad que ofrece la industria del ocio en la Isla, a pesar de las complejidades epidemiológicas a nivel internacional". El Gobierno ha apostado por el turismo incluso en los momentos más críticos de la pandemia.

Durante el pasado mes de enero el aeropuerto internacional de Cayo Coco llegó a recibir alrededor de 35 vuelos semanales.

En enero, un grupo de turistas canadienses se quejaron de las malas condiciones y el coste del aislamiento por Covid-19 en un hotel en Cayo Coco, Cuba. "Parece un lugar abandonado. Había arañas por toda mi cama", dijo Audray-Ann Lapointe, de 19 años, al medio francófono de Québec La Presse.

Las mujeres jóvenes deben pagar 150 dólares por día, cada una, por alojamiento y comida en el Hotel Playa Paraíso. "Al final de mi aislamiento, me cobraron por una consulta médica que nunca tuve", dijo Lapointe. 

No es la primera vez que turistas canadienses se quejan de la mala atención y el coste del aislamiento por Covid-19 en Cuba. "Una estafa, un horror", dijo Claudia Gagné el año pasado sobre su estancia en Varadero.

"Estuvimos siete días en Cuba, de los cuales tres fueron presos. Las vacaciones se arruinaron sin remedio. Ninguno de los empleados se disculpó siquiera con nosotros", dijo también la turista rusa Natalya Savina sobre su viaje soñado a la Isla en 2021.

https://diariodecuba.com/cuba/1645441479_37634.html