Antonio Rodríguez Paz

 

Muchos de los holguineros consultados se debaten entre la necesidad de mostrar públicamente su desacuerdo y el miedo a la represión policial y parapolicial.

Faltan poco más de dos semanas para que llegue la polémica fecha del 15 de noviembre (15N), en que el pueblo cubano está convocado a las calles por el Grupo Archipiélago, para manifestarse "contra la violencia; exigir que se respeten todos los derechos de todos los cubanos; por la liberación de todos los presos políticos; y por la solución de nuestras diferencias (entre cubanos) a través de vías democráticas y pacíficas”.

"Quisiera salir a marchar el día 15, ¡y todos los días!, pero la verdad es que tengo miedo", comenta a DIARIO DE CUBA Isdiel, un joven holguinero de 21 años que se dedica a revender mercancías en la calle.

"Esto es una mierda, ojalá se cayera hoy mismo, pero si sacas la cabeza te aplastan. Ellos tienen el power, mira lo que hicieron con los que salieron el 11J, dieron golpes a dos manos y cazaron a la gente por los barrios y los tuvieron presos varios días. Ahora va a ser peor, antes de salir te van a agarrar. Todavía no sé qué haga, es mejor ni hablar, ese día decido si salgo o no. A lo mejor me embullo si veo gente", agrega.

Raúl es obrero industrial y también quisiera marchar el 15N: "Claro que quiero marchar, ¿quién no quiere tirarse para la calle, con la cantidad de inconformidades que uno tiene? Vamos a ver qué pasa ese día, si me incomodo salgo y que venga lo que venga. Pero trabajo para el Estado y puedo perder mi pincha, es la realidad. Si lo pienso cojo miedo".

Y añade: "Si uno creyera que de verdad se puede tumbar esto, se tira todo el mundo en masa. Pero lo malo es que no se cae así de fácil, hace agua pero no se hunde. Esto está bien amarrado y después viene el golpe contra uno que ya está bastante rejodido. Ahí está el problema y la gente se acobarda por eso".

"En julio dieron golpes y metieron preso a malanga. Tengo un primo que es bicitaxista, estaba en la calle cuando la gente se tiró y él se metió en la manifestación. Le dieron golpes de todos los colores, todavía tiene un brazo enfermo. Está perro contra el Gobierno y dice que se va a tirar de nuevo, pero tuvo que firmar una carta comprometiéndose a no hacerlo más, y si no cumple lo meten preso. Así le dijeron en la policía".

Al menos en ocho ciudades los activistas del grupo Archipiélago, devenido plataforma cívica, presentaron solicitudes ante los Gobiernos municipales, las cuales fueron denegadas y tildadas de "ilegales" e "inconstitucionales", a pesar de ser reconocidas como un derecho de los cubanos en la Constitución promulgada en 2018.

Recientemente, Rogelio Polanco, jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, declaró que la marcha convocadas por cubanos residentes en la Isla "no es un acto de civismo, es un acto de subordinación a la hegemonía yanqui", atribuyendo a EEUU la autoría intelectual de la iniciativa ciudadana, como es costumbre.

"Yo voy a salir pase lo que pase. Voy a dar una vuelta ese día y si veo movimiento, me meto y que sea lo que Dios quiera. Ya esto no hay quién lo resista, lo que queda es buscarse líos o irse para el carajo de este país aunque sea a nado. Esta gente solo vive para darse la buena vida y tenernos bajeados con la muela del imperialismo y planes y más planes que no se ven. Ya me volví loco", opinó Raciél, un vendedor ambulante de especias culinarias.

"Nos tienen acribillados a multas. Ahora se han calmado un poco después de lo que pasó en julio (11J), pero están loquitos por seguir haciendo daño como siempre. Me han jodido tanto que hasta el color azul me cae mal. Veo un policía y me da roña, me dan ganas de escupirle la cara, de darle un trancazo. No ruedo a la Policía ni a ningún dirigente muelero. Empezando por Díaz-Canel, que aquí en Holguín fue jefe y nadie lo quiere", dijo muy disgustado.

El Gobierno del PCC encabezado por Miguel Díaz-Canel no solo denegó el permiso de la marcha en cualquier territorio del país, declarándola "ilegal" y "plegada a la agenda yanqui contra Cuba", sino que también lanzó a la prensa oficialista y sus personeros a intentar desvirtuar a Archipiélago y sus más visibles promotores, principalmente contra el dramaturgo Yunior García Aguilera, orgullosamente holguinero.

También circulan fotos de los colectivos parapoliciales conocidos como Brigadas de Respuesta Rápida, armados de palos e incluso con armas de fuego, en gesto amenazante e intimidatorio contra los potenciales manifestantes. Lo cual está siendo condenado por numerosas voces dentro y fuera de Cuba.

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