Más de una docena de activistas sufren encierro en condiciones deplorables, en medio de una pandemia y sujetos a arbitrariedades por sus ideas contrarias al régimen.

"Pude verlo por vez primera el 16 de agosto, después de cuatro meses preso. Solo sabía de él por llamadas telefónicas". Así declaró a DIARIO DE CUBA Lázaro Montiel, padre de Yoandi Montiel Hernández, conocido como "El Gato de Cuba", el único influencer preso en la Isla acusado de "desacato" por haberse burlado de Miguel Díaz-Canel en sus últimas directas.

En la prisión de Valle Grande, donde permanece a esperas de la conclusión de un proceso penal, el youtuber se contagió con Covid-19 y también tuvo un hongo en uno de sus pies.

Más de 70 días lleva también en prisión provisional el periodista independiente Lázaro Yuri Valle Roca. Este 26 de agosto cumplió 60 años y su prima la también periodista Tania Quintero le dedicó un mensaje "por su amor hacia los suyos y su carácter alegre y campechano".

"Como no puedo llamarle ni enviarle un email a la cárcel para felicitarlo, escribo esta nota", en la que rememoró algunas memorias publicadas recientemente en DIARIO DE CUBA.

Tras 60 días de prisión en Villa Marista, acusado de "instigación a delinquir" por un proyecto no concretado, el artista cubano Hamlet Lavastida dijo a su madre en una reciente llamada que necesita "tratamiento psicológico".

Más de una docena de activistas cubanos permanecen en cárceles cubanas en espera de juicio, sometidos a condiciones deplorables y con castigos añadidos bajo el pretexto de la pandemia del Covid-19. Se trata de voces críticas al régimen conducidas a prisión antes de las protestas ciudadanas del 11J. La condena a la represión desatada tras los históricos acontecimientos, los cientos de presos y procesados resultantes, han diluido los casos de estos otros detenidos, en medio de procedimientos que también buscan coartar la manifestación pública pacífica y la expresión libre de opiniones.

Destinos alejados de sus residencias, aislamiento dentro del propio confinamiento de una cárcel, la soledad impuesta al suspenderse las visitas familiares y de abogados por la pandemia, la prohibición de entrar a los establecimientos penitenciarios productos que las autoridades consideran focos propagadores del coronavirus, ponen a los presos en una situación aún más vulnerable en medio de las arbitrariedades que se cometen contra los detenidos por cuestiones políticas.

En conversación con DIARIO DE CUBA, Laritza Diversent, directora de la asesoría legal Cubalex, citó entre estos casos a los cinco detenidos en Obispo el pasado 30 de abril: Thais Mailen Franco Benítez, Inti Soto Romero, Yuisan Cancio Vera, Luis Angel Cuza Alfonso y el periodista independiente Esteban Rodríguez López.

Protagonizaron una sentada pacífica en la esquina de Obispo y Aguacate. Lo hicieron para denunciar las continuas violaciones del derecho a la libre circulación y las detenciones arbitrarias sufridas por quienes intentaban visitar al artista Luis Manuel Otero Alcántara, en aquel momento en huelga de hambre y sed.

También están sujetos a procesos judiciales en cárceles del oriente del país los activistas Taimir García Mariño (de la Unión Patriótica de Cuba), Damián de Jesús Hechavarría Labrada (cuentapropista) y Adrián Miguel Góngora Santiesteban (opositor independiente), detenidos el 21 de abril, después de que realizaran una protesta en Las Tunas por la aplicación de una multa de 8.000 pesos a un vendedor de plantas medicinales.

Otros de los que permanecen presos antes del 11J son Adrián Curuneaux Stivens y Yelis Torres Cruz.

Curuneaux es miembro de los Movimientos Democracia y Opositores por una Nueva República. Fue detenido el 4 de mayo cuando intentaba visitar a Otero Alcántara en el Hospital General Calixto García. Fue abordado por la Seguridad del Estado y por la Policía. Le dieron una golpiza y estuvo 22 días detenido en un centro de procesamiento penal en La Habana Vieja. El 26 de mayo fue trasladado al centro penitenciario de Valle Grande.

Al momento de su arresto, este activista se encontraba cumpliendo una condena de un año de prisión domiciliaria por el delito de atentado. 

"Estar sometido a otro proceso mientras se está cumpliendo una sanción, le permite al Tribunal revocar el trabajo correccional y decretar privación de libertad mediante una sanción conjunta. Se encuentra privado de la libertad y en espera de un juicio por el supuesto delito de atentado, por motivos políticos", dijo Diversent.

Torres Cruz, activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), fue detenida en la noche del 10 de mayo de 2021 mientras se encontraba en su casa. Tiene dos hijos menores de edad, un niño de seis años y una niña de 15 años, que recientemente los cumplió, lejos de su madre

Torres Cruz fue agredida el 8 de mayo por el vocero del régimen cubano Humberto López, luego de que ella lo abordara en la vía pública y le cuestionara asuntos de su vida privada, de la misma forma que hacía él en el noticiero nacional de la TV con los artistas del 27N y del Movimiento San Isidro. 

Según Torres Cruz, cuando se presentó en la estación policial de La Lisa para denunciar la agresión, no le quisieron dar un certificado de lesiones, en cambio, le comunicaron que sería acusada por el delito de atentado. 

La abogada de Cubalex también recordó los casos de Maykel Castillo "Osorbo" y Luis Manuel Otero Alcántara, presos y procesados por hechos ocurridos el 4 de abril, cuando vecinos se encararon a la Policía y frustraron la detención del rapero.

"Luis Manuel Otero fue detenido tras las protestas, pero su caso corresponde a ese hecho anterior por el que también se procesa a Maykel Castillo", dijo Diversent.

Así está recogido en "la respuesta del tribunal al Habeas Corpus presentado a favor de Otero Alcántara. El número de expediente de fase preparatoria coincide con el de Castillo", el número 24 de 2021 por los presuntos delitos de "atentado, resistencia y desacato".

"Luis Manuel no llegó a la manifestación, lo apresaron antes, no lo cogieron en medio de ninguna protesta", precisó Diversent.

Otero Alcántara lleva 45 días retenido en la prisión de máxima seguridad de Guanajay, fuera de La Habana, lejos de su residencia, familiares y amigos. La última llamada que realizó fue el lunes 23 de agosto, donde informó que se encontraba bien. Había estado sujeto a un "ambiente tenso por provocaciones" la semana anterior. 

La curadora del arte Anamely Ramos, miembro del Movimiento San Isidro, denunció en Facebook las condiciones a las que está sometido el fundador del MSI y que resumen lo que están pasando el resto de los activistas en prisiones de la Isla.

"En estos momentos el piso de la prisión donde se encuentra Luis Manuel Otero Alcántara está aislado por riesgo de Covid, por lo que 'es posible que ni siquiera pueda realizar llamadas telefónicas el próximo jueves 26 cuando le corresponde'", dijo Ramos.

"El abogado aún no ha recibido respuesta de la petición de cambio de medida presentada en el Órgano de Instrucción contra los Delitos de la Seguridad del Estado (Villa Marista) el 11 de agosto. La situación legal de Luis es incierta. No hay posibles fechas de juicio", condenó.

"Luis Manuel Otero Alcántara es un artista sin antecedentes penales, que está siendo privado de su libertad en una prisión de máxima seguridad por solo ejercer su derecho a la libertad de expresión vigente en la Constitución cubana (Artículo 54). Tanto por la situación epidemiológica como por posibles 'situaciones' la vida de Alcántara se encuentra en peligro. El único responsable ante cualquier suceso es el Gobierno cubano", concluyó.

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