En 2020, el país necesitaría cuadriplicar los recursos de ayuda que recibe para paliar la crisis humanitaria.

Desplazada de los titulares informativos debido a la pandemia del nuevo coronavirus y sus estragos en el mundo, la crisis humanitaria sigue azotando Venezuela, y la ayuda internacional no termina de subir de escala para dar una respuesta efectiva a la emergencia.

En 2019, a Venezuela ingresaron el equivalente a 180 millones de dólares, principalmente canalizados por agencias de Naciones Unidas. Esa cifra debería multiplicarse por cuatro en este 2020, hasta alcanzar los 750 millones de dólares.

La suma, según la experta en temas humanitarios y nutricionista Susana Raffalli, serviría para dar respuesta a las múltiples necesidades sanitarias, de alimentación e incluso de agua potable, que hoy caracterizan la vida de millones de venezolanos.

Raffalli, premio franco-alemán de derechos humanos en 2018, dijo a DIARIO DE CUBA que en Venezuela se ha venido constituyendo un tejido humanitario por parte de los actores de la sociedad civil y con el apoyo de agencias especializadas de la ONU. Tal es el caso de la Oficina para la Coordinación de Ayuda Humanitaria (OCHA) en su capítulo para Venezuela.

"En Venezuela se ha manejado en los últimos dos años una cantidad importante de recursos, pero aún no alcanza la escala de lo que se necesita", sostuvo la especialista.

De acuerdo con informaciones diversas, que manejan desde la ONU hasta entidades europeas con especialistas en el terreno, en Venezuela hay entre 10 y 14 millones de personas que necesitan algún tipo de ayuda humanitaria. Eso, contando solamente a los venezolanos que viven en el país.

Las dos agencias especializadas de la ONU, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional de Migración (OIM), han llamado a que la comunidad internacional tampoco olvide a los cinco millones de venezolanos que han huido del país en los últimos años y que asimismo requieren de ayuda humanitaria en sus destinos, dada la precariedad en la que están muchos de ellos.

Raffalli aclara que además de las sumas mencionadas, en el caso venezolano se ha registrado un flujo de ayuda canalizado a través de diversas instancias de la Cruz Roja Internacional.

Este 22 de abril, el Programa Mundial de Alimentos alertó sobre el riesgo de que la pandemia provoque hambrunas en varios países. Entre las cinco naciones de mayor preocupación para esta agencia de la ONU, está Venezuela.

Según el programa, los cinco países, en orden de riesgo, son Yemen, República Democrática del Congo, Venezuela, Sudán del Sur y Afganistán.

Es la primera vez que Venezuela es colocada en este nivel de riesgo. Sin embargo, tal como ha señalado el Consejo Noruego para los Refugiados, la crisis humanitaria y migratoria de Venezuela es una de las crisis olvidadas por la comunidad internacional, y ello se manifiesta en el bajo volumen de recursos que se destinan al país sudamericano.

En Venezuela, para atender las necesidades humanitarias, se necesitan unos 750 millones de dólares en este 2020, tal como indicó Susana Raffalli.

En relación con la dinámica de cómo el Covid-19 puede agudizar la crisis humanitaria, la activista venezolana dijo que el actual contexto, en el cual el coronavirus no representa aún una crisis extendida por el territorio venezolano, es una oportunidad para una mayor colaboración de los organismos internacionales.

A juicio de Raffalli, en esta coyuntura, más que el riesgo de contagio, el verdadero problema está en las medidas preventivas, que implican el confinamiento y la distancia social, con lo cual millones de venezolanos con ingresos menguados no tienen capacidad para abastecerse por largo tiempo.

"En este momento lo que tiene un impacto directo en la nutrición de la gente son las medidas preventivas, el distanciamiento social y la cuarentena", indicó a DIARIO DE CUBA.

"En Venezuela hay una gran cantidad de población que no puede soportar un período extenso sin generar ingresos, dado que dispone de un inventario de alimentos limitado. Son venezolanos que no tienen condiciones para quedarse en casa sin trabajar. Su único capital es salir a trabajar", recalcó.

Según Raffalli, es cierto que el Estado venezolano ha ofrecido y está haciendo un esfuerzo por distribuir en las comunidades de los hogares más pobres las bolsas con alimentos CLAP (acrónimo de un programa oficial de alimentos), pero estas bolsas son insuficientes, pues el contenido de una de esas bolsas alcanza apenas para una familia durante siete días aproximadamente, y además un gran parte de la población no las está recibiendo.

Desde Machiques, en el estado Zulia, José B. confirma a DIARIO DE CUBA que en su comunidad las bolsas o cajas CLAP no son distribuidas desde enero. Olga Y., desde Guasdualito, en el estado Apure, señala que en su zona estos alimentos se distribuyen, en el mejor escenario, una vez al mes, pero que desde que comenzó la cuarentena, el 13 de marzo pasado, no se ha hecho ninguna distribución de alimentos por parte del Estado.

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