Dulce María Loynaz

(La Habana, 10 de diciembre de 1902 - La Habana, 27 de abril de 1997)

 

El beso que no te di

se me ha vuelto estrella dentro…

¡Quién lo pudiera tornar

—y en tu boca…—otra vez beso!

 

Quién pudiera como el río

ser fugitivo y eterno:

Partir, llegar, pasar siempre

y ser siempre el río fresco…

 

Es tarde para la rosa.

Es pronto para el invierno.

Mi hora no está en el reloj…

¡Me quedé fuera del tiempo!…

 

Tarde, pronto, ayer perdido…

mañana inlogrado, incierto

hoy… ¡Medidas que no pueden

fijar, sujetar un beso!…

 

Un kilómetro de luz,

un gramo de pensamiento…

(De noche el reloj que late

es el corazón del tiempo…)

 

Voy a medirme el amor

con una cinta de acero:

Una punta en la montaña

La otra… ¡clávala en el viento!