Por Eloy Santos Aguirre.
A lo largo de la historia, la Iglesia cristiana ha contado con varios cismas, siendo momentos en el que la institución se partía por un choque de ideas y, a veces, incluso surgen ramas nuevas por ello. Uno de los principales cismas fue el Cisma de Occidente, también conocido como el Gran Cisma por su enorme influencia. Para conocer en profundidad este evento, en esta lección de un Profesor te ofrecemos un resumen del Cisma de Occidente.
¿QUÉ FUE EL GRAN CISMA DE OCCIDENTE?
El Cisma de Occidente, también conocido como el Gran Cisma, fue un periodo de la Baja Edad Media marcado por la división en la Iglesia Católica, ya que llegó a estar dividida en dos, e incluso en tres, papados al mismo tiempo.
Este Cisma se alargó durante unos 40 años, durante los que existieron dos grandes sedes papales, situadas en Aviñón y en Roma. Todo el mundo cristiano, que formaba la mayor parte de Europa, se dividió entre los dos bandos, apoyando cada estado u organización a uno de los Papas, dependiendo de los intereses que persiguieran.
CISMA DE OCCIDENTE: PAPAS
Papa de Roma: Urbano VI, Bonifacio IX, Inocencio VII y Gregorio XII, los cuales estaban apoyados por Italia, Alemania, Inglaterra y gran parte de Europa Oriental.
Papa en Aviñón fueron Clemente VII y Benedicto XIII, siendo apoyados por Francia, Escocia, Nápoles y los estados cristianos de la Península Ibérica.
Finalmente, el tercer grupo de papado estuvo conformado por Alejandro V y Juan XXIII, que fueron elegidos en el Concilio de Pisa para intentar frenar los problemas el cisma, aunque no tuvieron un efecto positivo.
¿POR QUÉ SE PRODUJO EL CISMA DE OCCIDENTE? CAUSAS
El Cisma de Occidente fue el resultado de una serie de tensiones que llevaban años sucediendo entre los pueblos cristianos. El poder del Papa siempre había estado en controversia y una serie de eventos llevaron a una división eclesiástica entre quienes apoyaban cambios y quienes querían mantener sus ideas.
LAS PRINCIPALES CAUSAS DEL CISMA DE OCCIDENTE FUERON LAS SIGUIENTES:
Los intereses de las monarquías europeas por controlar el papado, especialmente por parte de los franceses.
La rivalidad entre Roma y Francia por controlar el poder central religioso, en parte por lo importante que había sido la región francesa para la cristiandad.
El papado había perdido su cercanía con los cristianos, los cuales consideraban que el Papa se había convertido en una especie de rey, y el papado en una corte llena de burocracias, alejándose del pueblo cristiano.
El aumento de poder de los cardenales, los cuales cada vez eran más cercanos a los nobles en cuanto a sus actividades, y dejaron de ser figuras religiosas respetables. Su poder era tal que estaban muy cerca del Papa, haciendo que cambiara sus opiniones dependiendo de sus intereses políticos.
La principal causa del Cisma fue la elección de dos Papa por parte de los cardenales, e incluso de un tercer Papa unos años después. Esta división del poder papal es lo que trajo la situación del Cisma.
RESUMEN DEL CISMA DE OCCIDENTE
Para continuar con este resumen del Cisma de Occidente vamos a conocer su contexto en el que tuvo lugar. Nos encontramos en una Europa en el que el poder religioso cada vez estaba peor visto y en el que los nobles tenían más poder y respetaban menos la figura de la religión. En esta situación, hubo un enorme enfrentamiento en el siglo XIV entre el rey de Francia y el Papado, ya que los primeros no querían que el Papa interviniera en los asuntos políticos de los franceses. Poco después, el Papa situó su sede en Aviñón, originando un sistema burocrático muy semejante al francés, y muy relacionado con la corte de la nación gala.
Por otra parte, desde Roma se criticaba esta situación, considerando que el Papa debería estar en Roma y preocupados por la enorme influencia que los franceses comenzaban a tener. Una gran parte de religiosos consideraban que se debía volver a una visión más espiritual de la religión y olvidar la burocracia.
Intentando detener estas tensiones, en 1376 el papa Gregorio XI devolvió la sede pontificia a Roma, pero murió tan solo dos años después. A la hora de nombrar a un nuevo Papa hubo un choque total entre los defensores de nombrar a un Papa francés o nombrar a uno italiano. El papa elegido fue Urbano VI, un hombre religioso italiano, pero los franceses no lo aceptaron y acusaron que el cónclave había sido irregular y que había sido elegido por presiones desde Roma. Debido a esto, un sector de la iglesia, unido a poderes políticos, nombraron a Clemente VII como nuevo Papa, provocando que existieran dos Papas al mismo tiempo.
A lo largo de 40 años hubo varios intentos para terminar con el Cisma, algunos más violentos como fueron las intervenciones armadas y otras más pacíficas como fueron las reuniones entre los representantes de los dos Papas para buscar una solución.
El final del Cisma tuvo lugar dado la celebración del Cisma de Pisa, en el que se condenó a los dos Papas, y se nombró a un tercer Papa, pero este no fue capaz de unificar a la Iglesia. Poco después tuvo lugar el Concilio de Constanza, donde los tres Papas fueron destituidos y se nombró a Martín V, unificando otra vez a la Iglesia y terminando con el Cisma.
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