(1506-1538)
Uno de los atractivos más emblemáticos que posee la Ciudad Vaticano, es por supuesto la Basílica de San Pedro. Forma parte del grupo de edificios más grandes que existen en el mundo y representa la mayor de las basílicas papales.
Visitarla es algo indescriptible por la belleza que le caracteriza y rodea, pero conocer la historia de la basílica de San Pedro, también te sorprenderá.
Según cuentan, la Basílica fue edificada sobre la tumba de San Pedro, uno de los apóstoles más emblemáticos que siguieron a Jesucristo. Se trata de un lugar muy atractivo para el turismo, tanto católico o no católico por la importancia histórica que tiene.
La Basílica de San Pedro de Roma, es impresionante tanto por su belleza interna, externa. Pero también por el significado que tiene dentro de la religión católica.
Además, es el símbolo con el que se identifica la expresión de todos los Papas que rigieron el lugar durante el Renacimiento. Y por si fuera poco, se trata del lugar en el que reside el Papa, por ser la sede universal del catolicismo desde donde se rigen todas las iglesias a escala mundial.
Origen de la Basílica de San Pedro
El origen de la Basílica de San Pedro se remonta al siglo IV, justo cuando el emperador Constantino tomó la decisión de edificar una basílica en el lugar donde se encontraban los restos del apóstol San Pedro.
Para el año 329 terminó la construcción de la basílica, que era usada como cementerio cubierto, para celebrar el culto y sala de banquetes durante los actos funerarios. En la Edad Media se convirtió en uno de los principales lugares de peregrinación ubicado en Occidente.
La historia de la Basílica de San Pedro continua en 1506 cuando comienza la edificación de una nueva basílica por encargo del papa Julio II al arquitecto Donato Bramante. Fue este quien propuso una planta en forma de cruz griega, propia de las iglesias bizantinas del siglo IX.
Posteriormente, Rafael Sanzio se hizo cargo del proyecto, pero la construcción se retomó en poco tiempo a manos de Antonio da Sangallo, apodado «el Joven». Su construcción se dilató en el tiempo, finalizando el proyecto en el año 1538.
Aportación de Miguel Ángel
La historia de la Basílica de San Pedro continúa con Michelangelo Buonarroti (Miguel Ángel). Este se encargó de cambiar el diseño al transformar los límites externos de la basílica con la creación de un muro continuo y el levantamiento de una cúpula sobre un tambor, idea que fue llevada a cabo finalmente por Jacobo de la Porta.
Poco después, el Papa Pablo V decidió remodelarla y colocar la iglesia justo en frente. Este proyecto decayó en manos del arquitecto Carlo Maderno, el cual transformó la tradicional cruz griega en la cruz latina. Después de esta remodelación, pasó a edificar la fachada entre los años 1607 y 1612.
Juan Lorenzo Bernini, entre los años 1624 y 1633 llevó a cabo la edificación del altar mayor precisamente en el centro de la cruz. Con esta obra de arte única en el mundo por su complejidad y refinamiento artístico, fue como se terminó la construcción de la Basílica de San Pedro.
¿Cómo es hoy en día la Basílica de San Pedro?
La Basílica que vemos en Roma hoy día, está ubicada en el mismo lugar que la antigua Basílica de San Pedro en su origen.
El resultado final de tantas reformas y ampliaciones, es la composición de un edificio de 136 metros de alto y 218 metros de largo. La superficie total es de 23 mil metros cuadrados, por lo que llega a resultar majestuosa cuando nos paramos frente a ella.
Como puedes ver, la historia de la Basílica de San Pedro, así como su diseño artístico, resulta especialmente interesante. Tanto es así que los millones de turistas que la visitan anualmente se quedan fascinados con las obras que allí se exhiben y que forman parte importante del legado de los papados desde hace siglos.
El turismo en la Basílica de San Pedro
También forma parte de la história de San Pedro de Roma, el decir que la casa del catolicismo forma parte de los monumentos más visitados del mundo.
Miles de turistas se acercan diariamente para conocer este impresionante centro religioso y cultural. La basílica es con total seguridad, el lugar más importante de la humanidad en valor patrimonial e histórico.